Partido Comunista Internacional
El Partido Comunista N. 10 - septiembre 2017
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órgano del partido comunista internacional
Lo que distingue a nuestro partido: – la línea de Marx a Lenin a la fundación de la III Internacional y del Partido Comunista de Italia a Livorno 1921, a la lucha de la Izquierda Comunista Italiana contra la degeneración de Moscú, al rechazo de los Frentes Populares y de los bloques partisanos – la dura obra de restauración de la doctrina y del órgano revolucionario, en contacto con la clase obrera, fuera del politiqueo personal y electorero
Venezuela: La confrontacion politica interburguesa aparta al proletariado de la lucha por sus verdaderos objetivos historicos
– Contradicciones interburguesas en Venezuela: Asamblea nacional constituyente y lucha de clases
Amenaza militar de EEUU contra Venezuela reflejo de un choque entre Estados capitalistas
Brasil: Avanza la reforma laboral. Para aumentar la explotacion de los asalariados
El curso catatrofico del capitalismo mundial. La produccion y el comercio
– Necesidad de una organización sindacal internacional de los trabajadores portuarios
– Vida de Partido: Reunion General del partido en Florencia, 27 - 29 de enero 2017: India. El movimiento nacional - Curso del Capitalismo, Producción y Comercio - Lecciones de la fallida revolución en Alemania - La cuestión militar: La primera guerra en frente italiano - Itapia, Los Arditi del Popolo - La Revolución Hungara

  

  


Venezuela
La confrontacion politica interburguesa aparta al proletariado de la lucha por sus verdaderos objetivos historicos

La confrontación política entre el gobierno y los partidos y movimientos que lo apoyan, por un lado, y la oposición y los diferentes partidos y movimientos que allí se agrupan, por el otro, se ha agudizando hasta retomar los niveles de violencia que se presentaron hace pocos años con las llamadas “guarimbas”, barricadas y cierre de calles y avenidas, así como ataque y quema de unidades de transporte y sede de diferentes instituciones. Durante los últimos dos años han venido realizando ensayos de diálogo político entre ambos bandos burgueses, con la intermediación de expresidentes y luego también del Vaticano.

La oposición ha movilizado a masas nutridas principalmente por sectores de la pequeña burguesía y ha planteado la exigencia de la realización inmediata de elecciones presidenciales como supuesta salida a la crisis económica que tiene como efectos más palpables la inflación y caída del salario real, el desabastecimiento de productos básicos y el desempleo o inestabilidad del empleo. La jugada de la oposición crear un ambiente de presión política que propicie o fuerce el adelanto de las elecciones antes de que el gobierno controlado por el chavismo tenga tiempo para recuperarse y rescatar la preferencia en el voto de los electores. La oposición también tiene influencia en sectores de la clase obrera y en estratos pobres de la población, pero es la “clase media” la que asume de manera más radical y firme sus consignas.

La oposición se debate en una lucha interna de liderazgos que se expresa en la coexistencia de una táctica de uso de la violencia, con la esperanza de que organismos internacionales intervengan a su favor, por un lado y, por el otro, la movilización de calle que conduzca a realización de elecciones.

El gobierno y los partidos del chavismo logran movilizar a estratos de la pequeña burguesía y a importantes sectores de la clase obrera y sectores pobres y han respondido a la oposición con argumentos legales y constitucionales. La situación de crisis ha venido debilitando el respaldo electoral del chavismo, que ha respondido con un conjunto de acciones de corte demagógico como la entrega de comida a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el Carnet de la Patria (registro de beneficiarios de las misiones) y la continuidad de las misiones (programas sociales del chavismo). El gobierno del chavismo ha invertido importantes recursos en una estrategia mediática dirigida a presentar una cara de “gobierno del pueblo” y de “logros de sus misiones o programas sociales”.

El chavismo internamente también presenta sus contradicciones como expresión de la pugna de sus liderazgos por el control de los recursos y de posiciones en el control del gobierno.

De esta manera, la crisis en Venezuela, aún teniendo como base la crisis económica capitalista, es básicamente una crisis política derivada de la disputa de dos grandes frentes o fracciones burguesas por el control del gobierno.

El chavismo ha venido desarrollando pactos en su gestión de gobierno para compartir decisiones a nivel empresarial pero si dar espacio a los partidos políticos de oposición. Ejemplo de esto es el Consejo Nacional de Economía, que reúne al empresariado y al gobierno y donde se toman diferentes decisiones de consenso, mientras en los medios el gobierno mantiene declaraciones hipócritas y altisonantes contra el empresariado.

Ante el recrudecimiento de la violencia en focos aislados en algunas ciudades y principalmente en las áreas residenciales de la pequeña burguesía, el gobierno ha respondido no solo con la movilización de sus seguidores, sino con la represión que ha arrojado saldos de muertes, heridos y detenidos.

La jugada política más reciente del gobierno fue la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Con este movimiento el gobierno presenta un mecanismo, previsto en la Constitución, que le permite reivindicar su vocación de diálogo, mientras la oposición mantiene que la Constituyente es solo una forma de ejecutar un golpe de Estado y en las primeras de cambio declaró que no participará en la Constituyente porque ésta no es necesaria para lograr el adelanto de las elecciones presidenciales. Ya el gobierno comenzó a reunirse con diferentes sectores de la sociedad para informar sobre esta convocatoria que conducirá en primera instancia a la elección de los diferentes constituyentistas. Por supuesto que con esta Asamblea Constituyente el gobierno pretende ganar tiempo para recuperar apoyo electoral, distraer a las masas con la expectativa de que de aquí se derivarán soluciones a la crisis y ampliar su espacio de conciliación y negociación con sectores empresariales que le han venido siendo adversos.

Los trabajadores asalariados se han mantenido siguiendo detrás de las consignas antiobreras y demagogicas de los dos frentes burgueses en lucha. Cuando algún sindicato o dirigente sindical ha pretendido impulsar la lucha reivindicativa al margen de estos dos frentes burgueses, el gobierno los ha reprimido con la acusación de terrorismo y ante el silencio cómplice de la oposición.

Los trabajadores asalariados solo podrán avanzar hacia una salida a la crisis cuando logren dar la espalda tanto a los chavistas y su gobierno como a los opositores, cuando reanuden la lucha de clase por sus reivindicaciones inmediatas, organizados por la base y en sindicatos de clase y asumiendo el programa revolucionario bajo la dirección del partido comunista internacional.

 

 

 

 


Contradicciones interburguesas en Venezuela
Asamblea nacional constituyente y lucha de clases

Como lo hemos expuesto insistentemente en nuestra propaganda, en Venezuela no está en curso ninguna revolución ni mucho menos de orientación socialista. En Venezuela el gobierno de Chávez y los chavistas representó y representa la continuidad de la burguesía en el poder. Con Chávez, Maduro y los diferentes grupos y partidos que se aglomeran en la llamada “revolución bolivariana” y el “socialismo del Siglo XXI”, la burguesía dio continuidad a su Dictadura de Clase, que se expresa públicamente como una Democracia Parlamentaria, la Democracia Burguesa, la Democracia que los chavistas llaman “participativa y protagónica”.

El surgimiento del chavismo como nuevo movimiento político que llegó al gobierno en 1999, le permitió a la burguesía remozar su control político sobre las masas asalariadas, luego del desgaste sufrido por los partidos AD, COPEI, MEP, CAUSA R, MAS, PCV y otros que, que a raíz de la crisis capitalista de las décadas de los ochenta y noventa, del siglo pasado, habían perdido su capacidad de controlar a las masas y de encauzar políticamente el descontento y la agitación cada vez más creciente.

El chavismo una vez en el gobierno y ante un ambiente de amplia agitación social y de expectativas en las masas, situación política exacerbada por el factor subjetivo de un imperioso deseo de cambio, convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, para “refundar la patria” y “profundizar la democracia”. De esta manera el gobierno burgués del chavismo, fue encauzando la agitación de las masas hacia la creación de una nueva Constitución Nacional (aprobada en referéndum en 1999) y hacia su control político y organizativo; iniciando un proceso de desplazamiento de sectores empresariales, políticos, militares y religiosos que conformaban la antigua cúpula que administraba los intereses de la burguesía, por una nueva capa burguesa, vinculada con sectores delincuenciales (Narcotráfico internacional), que da continuidad a la burguesía en el poder y que tomó el control del gobierno y de las diferentes instituciones del Estado, con particular crecimiento en la participación de los militares en la gestión de gobierno. Esta nueva fuerza política alternativa de la burguesía liderada por Chávez, contó con el respaldo del oportunismo internacional, organizado alrededor del régimen cubano y el Foro de Sau Paulo.

Las masas asalariadas en Venezuela, más allá de episodios puntuales y aislados, no han levantado consignas proletarias ni antes ni en lo que va del chavismo. En todo momento la burguesía ha ejercido el control político de las masas y sus organizaciones. En algunos momentos, principalmente en los ciclos de crisis capitalista, que traen consigo cierre de empresas, desempleo, agudización de la caída del salario real, acompañados de un desabastecimiento de alimentos y medicinas que agudizan la tragedia del hambre y repunte de enfermedades ya erradicadas o controladas, también la pequeña burguesía, que se resiste a su proceso de proletarización, ha impulsado sus consignas, con cierta verborrea “radical”, esencialmente democrático burguesas de defensa de la producción nacional, de freno a los monopolios y trasnacionales y otras reivindicaciones contrarrevolucionarias que han caracterizado a los movimientos que en todo el mundo se autoproclaman de izquierda y hasta comunistas, pero que no pasan de ser una opción más de recambio político para la burguesía y el imperialismo.

Como era de esperarse, luego de algunos años de recuperación económica, derivada del aumento de los precios del petróleo, Venezuela cayó en una nueva crisis que somete a las masas asalariadas a un deterioro dramático de sus condiciones de vida. Desde 1999 las contradicciones interburguesas y la confrontación entre los chavistas en el gobierno y sus opositores han estado presentes. Pero con la agudización de la crisis y el crecimiento del descontento de las masas, cada frente burgués ha venido realizando maniobras tácticas en la pugna por el control del poder. Las masas asalariadas, sin contar con una referencia revolucionaria que incida en ellas de manera efectiva, se ha nucleado en torno a uno u otro de los frentes burgueses en pugna, apartándose incluso de la lucha por sus propios intereses inmediatos.

LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 2017
DISTRACCION, ENGAÑO Y DEMAGOGIA

La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) realizada por el gobierno venezolano surge como una maniobra táctica del chavismo en respuesta a la táctica de focos de violencia adelantada por el frente burgués de oposición orientada a propiciar una crisis política y un adelanto de las elecciones presidenciales. La elección de los integrantes de la ANC se realizó el 30 de julio y una vez cumplido este proceso se instalará a deliberar sobre reformas a la Constitución.

Las maniobras tácticas de ambos frentes ocurren luego de avanzar en una confrontación de poderes; primero con el choque de la Asamblea Nacional (parlamento), controlada por la oposición desde diciembre de 2015 y más recientemente la confrontación con la Fiscalía del Ministerio Público (Poder Ciudadano), que rompió con su alineamiento con el chavismo y abrió espacios políticos a la oposición. El chavismo busca restablecer su control avanzando hacia la centralización del poder en la ANC, que se colocaría, como un supra poder, por encima de los demás poderes y específicamente por encima de los poderes controlados por la oposición. De allí que el chavismo ha venido promoviendo a la ANC no solo como un órgano que reformará la Constitución, sino como un órgano de gobierno. Y como la oposición decidió abstenerse de participar en estas elecciones, la ANC será un órgano controlado por el chavismo.

Ambos frentes burgueses desarrollan sus estrategias mediáticas y sus alianzas y respaldos internacionales. Esto indica que, como suele ocurrir, esta contradicción interburguesa es una contradicción interimperialista. El gobierno norteamericano a mostrado su apoyo a la oposición política venezolana. El gobierno de Trump ha venido anunciando medidas de represalia contra funcionarios del gobierno venezolano, pero sin tocar aspectos económicos medulares, ya que al fin y al cabo el gobierno de los chavistas les ha garantizado el suministro constante de petróleo, actividad en la que existe interdependencia entre los dos países.

Tanto para el chavismo como para la oposición esta confrontación propicia la oportunidad de apartar a las masas asalariadas de cualquier lucha por reivindicaciones como el aumento de salarios, la reducción de la jornada de trabajo, la reducción de la edad de jubilación, o el desarrollo de servicios de comedor, lavandería, cuidado de niños y salud que requieren los trabajadores en general y particularmente las mujeres trabajadoras. Los dos frentes burgueses y sus respectivas fracciones pequeñas burguesas, coinciden en la necesidad de defender la economía nacional y la productividad de las empresas. El chavismo plantea en su discurso que la Constituyente debe buscar el desarrollo de una economía productiva y la oposición plantea que para lograr esto no se requiere una ANC. Pero ambos frentes coinciden en llamar a los trabajadores a someterse a la sobre-explotación “para salir de la crisis”. El chavismo distrae a los asalariados movilizándolos hacia la Constituyente y la oposición los distrae llamándolos a no participar en la ANC, pero sin ningún asomo, ni siquiera demagógico de movilizarse por reivindicaciones obreras. Pero para los trabajadores asalariados no hay salida real a sus padecimientos: si la crisis capitalista se agudiza (que es lo más probable) aumentará el desempleo y la caída del salario real y si la economía nacional se reactiva y las principales empresas recuperan su productividad, igual la clase obrera tendrá que sufrir la sobre explotación y el desempleo. La única salida a la crisis capitalista es la revolución proletaria y ninguno de los frentes que se disputan el control del Estado en Venezuela quiere ni puede tomar esa dirección y solo son garantía de conformismo, de conservación del régimen actual y sus condiciones de explotación del trabajo asalariado y defensa de la propiedad privada de los medios de producción y de los productos del trabajo socialmente realizado. Cualquier reforma populista que ofrezcan los bandos burgueses, no cambiará el modo de producción, ni afectará la generación y apropiación de plusvalía.

Algunas variantes políticas que tienden a confluir en una propuesta de gobierno de Centro, especie de combinación entre “chavistas críticos” y “opositores moderados” igual se han sumado al rechazo de la convocatoria a la ANC e igualmente no presentan consignas obreras y mucho menos revolucionarias.

Así las cosas, la ANC se convierte en una fuente de distracción para los trabajadores, distracción que es reforzada por el sindicalismo del régimen, que no dudó en presentar candidatos y en propiciar reuniones para preparar las “propuestas de los trabajadores”. La ANC es una alternativa demagógica y engañosa porque ofrece a las masas una solución de los problemas que los agobian, derivados de la crisis capitalista; y la crisis capitalista no tiene una solución constitucional o legislativa.

Por supuesto que en esta confrontación entre frentes burgueses por el control del poder, el chavismo ha asomado la posibilidad de usar la ANC, por ser una instancia plenipotenciaria, como un instrumento para ejercer el gobierno por encima de todos los otros poderes (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano), con lo cual estaría concretando una suerte de Golpe de Estado Constitucional. La Democracia da hasta para eso.

Debido a la posición abstencionista de la oposición ante la ANC, difícilmente ésta sea un espacio para el encuentro, la negociación y los acuerdos entre ambos bandos. Sin embargo los procesos de negociación están en curso y una de las demostraciones de esto fue el paso del dirigente detenido Leopoldo López a la condición de “casa por cárcel”. Durante los últimos tres año los espacios de negociación han estado representados por “Mesas de Diálogo por la Paz”, “Consejo Nacional de Economía” y los diálogos acompañados por la iglesia y varios expresidentes de otros países. En el Consejo Nacional de Economía el gobierno ha construido consensos con el empresariado para ir tomando medidas económicas. Pero ahora se trata de llegar a acuerdos políticos que le permitan al chavismo ganar tiempo hasta llegar a las próximas elecciones presidenciales en 2018.

La burguesía tiene las opciones políticas de gobernar y manejar la crisis económica con el chavismo a través de la ANC, con el chavismo a través de los diferentes procesos electorales por venir o gobernar a través de los factores políticos de la oposición, ya sea que ganen las venideras elecciones (adelantadas o no) o que ocurra una dimisión presidencial que dé paso a un “gobierno de unidad nacional”.

El escenario de una intervención militar de EEUU en Venezuela, para “restablecer la democracia” ha venido siendo planteado por los dos frentes burgueses, uno convocándola y otro rechazándola. Pero una acción de esta magnitud pasa por ver el teatro de operaciones completo, ya que Rusia, China y otras potencias tienen intereses que defender en Venezuela. Estados Unidos ha anunciado sanciones que hasta ahora son insignificantes y tiene que tener en cuenta que Venezuela es un importante proveedor de petróleo y un boicot a la industria principal venezolana impactaría negativamente a la economía estadounidense.

Sobre la marcha la oposición convocó un Plebiscito que luego llamó “Consulta Popular”, en una fecha previa a la elección de la ANC, con la intención de mostrar el nivel de rechazo de la población al gobierno y a la convocatoria a la ANC y para solicitar el “aval” de las masas para una insurrección contra el gobierno. Pero el chavismo en el gobierno reaccionó convocando para la misma fecha (16 de julio) un simulacro de votación para los votantes a la ANC. De esta manera el 16 de Julio se convirtió en un escenario de confrontación política en la que el gobierno manifestó que logró salirle al paso a los opositores con la participación masiva de sus seguidores y, por otro lado la oposición manifestó haber logrado una alta votación que promovió con aliados internacionales para solicitar la suspensión de la convocatoria a las elecciones a la ANC.

El gobierno no dio marcha atrás y las elecciones a la ANC se realizaron el 30 de Julio como estaban previstas.

En los días previos al 30 de julio, el presidente Maduro reconoció que entre el gobierno y la oposición se venían realizando reuniones secretas de negociación. Maduro manifestó que se vio obligado a hacer pública esta información debido al error cometido por el expresidente español Zapatero, quien lo declaró a los medios de comunicación. Inmediatamente se hizo oficial la convocatoria a las elecciones de gobernadores y alcaldes para el 10 de diciembre, lo cual era uno de los puntos de acuerdos que se venían negociando entre las partes,

El 4 de agosto se instaló la ANC e inmediatamente estableció su Directiva, compuesta por notorios representantes del chavismo. El 5 de agosto la ANC tomó la decisión de destituir a la Fiscal General de la República y designó temporalmente al Defensor del Pueblo, reconocido dirigente del chavismo. La ANC adicionalmente resolvió que su tiempo de funcionamiento ya no será por un máximo de seis meses sino por un máximo de dos años. Con esta resolución el chavismo dejó claro que pretendía gobernar desde la ANC y aplastar la insubordinación de la Asamblea Nacional (parlamento) y la Fiscalía General.

LOS TRABAJADORES Y LA LUCHA DE CLASES

Hasta los momentos los trabajadores asalariados presentan una amplia desorganización y desmovilización, que en buena medida es el resultado del trabajo realizado por los sindicatos del régimen.

Esta situación de desmovilización reivindicativa de los trabajadores se ve reforzada por la acción conjunta de los patronos y el gobierno, que les ha permitido reprimir cualquier intento de organización y acción sindical de clase. Los intentos de algunos sindicatos de base o de agrupamientos de base de los trabajadores que han tratado de organizarse independientemente de los frentes burgueses en pugna, y de asumir las reivindicaciones inmediatas de los asalariados y las formas de lucha de la clase, han sido reprimidos inmediatamente y con mucha fuerza por los patronos y el gobierno utilizando como recurso adicional las acusaciones de terrorismo y conspiración antinacional y las amenazas de detención de dirigentes y su paso a tribunales militares.

Esto hace difícil no solo el surgimiento de sindicatos de clase, sino incluso de la organización clasista de base de los trabajadores.

Sin embargo, los resortes económicos y sociales que dinamizan la contradicción capital–trabajo y que propiciarán la reanudación de la lucha de clase de los asalariados, están presentes y se irán agudizando con el avance de la crisis capitalista. El factor clave pasa a ser el partido revolucionario, llamado a introducir la conciencia en el seno de la clase obrera, a promover los sindicatos de clase, la organización de base de los trabajadores y a encauzar las luchas obreras hacia su confluencia en el choque con la burguesía, para tomar el poder e instaurar la Dictadura del Proletariado para la implementación del Programa Comunista, que marcará el rumbo del proletariado para dar una salida revolucionaria a la crisis capitalista.

La Asamblea Nacional Constituyente no aportará ninguna solución a la crisis capitalista, más allá de algunas medidas populistas y demagógicas orientadas a disminuir el descontento de las masas asalariadas.

La ANC será el instrumento de centralización de la acción de gobierno que ejercerá la burguesía, con el soporte político del chavismo, para tomar decisiones políticas y económicas para afrontar su crisis y contener cualquier reacción de los trabajadores.

Los dos frentes burgueses mantendrán la realización de los procesos electorales regionales y presidenciales, como vía para resolver lo referente a la repartición de cuotas de poder, y como válvula de escape al descontento de las masas.

Las acciones violentas de un sector de la oposición política permitirán justificar la represión a cualquier levantamiento o protesta obrera que plantee la lucha reivindicativa. Otra justificación a la represión contra los trabajadores serán los escenarios mediáticos de amenaza de invasión extranjera, que le permitirán al gobierno burgués tomar acciones de militarización, y de calificación de toda protesta como conspiración antinacional.

Toda lucha reivindicativa de los asalariados que logre levantarse, tenderá a convertirse potencialmente con rapidez en lucha política contra la burguesía; siempre y cuando exista una acción de propaganda y organización del partido revolucionario que incida entre los trabajadores.

No faltarán algunos grupos, autoproclamados de izquierda, que se presenten ante los trabajadores como opciones independientes del frente del chavismo (PSUV y sus partidos aliados) y la oposición (MUD, Primero Justicia, AD, Voluntad Popular, etc.). Los trabajadores deben rechazar todas estas opciones que terminan llamando a “la defensa de la patria”, a “la recuperación de la economía nacional y de la industria petrolera”, a “el rescate del legado de Chavez”, a la “presentación de propuestas clasistas a la ANC” y a cualquier otra consigna antiproletaria y contrerevolucionaria.

 

 

 


Amenaza militar de EEUU contra Venezuela
Reflejo de un choque entre Estados capitalistas

 En los medios de comunicación se ha divulgado el anuncio del presidente Trump de que EEUU no descarta la opción militar contra Venezuela.

Con menos difusión mediática ha circulado la declaración del Pentágono: «El Pentágono no ha recibido ninguna orden referente a Venezuela», lo que indica que no necesariamente la amenaza de Trump tenga un efecto práctico (por ahora), sino que más bien pudiera ser una pieza dentro de estrategias mediáticas de confrontación interimperialista.

Rusia se pronunció en contra de estas amenazas de Trump y criticó el financiamiento que ha venido realizando el gobierno de EEUU a grupos violentos opositores al gobierno de Maduro en Venezuela.

Ante esta situación de tensión y confrontación entre los gobiernos de EEUU y Venezuela el proletariado venezolano e internacional debe tener claridad en torno a la correcta posición revolucionaria y anticapitalista a asumir.

1. Las amenazas del presidente de EEUU contra el gobierno venezolano forman parte del ajedrez internacional liderado por las grandes potencias imperialistas, que en su búsqueda de una salida a la crisis determinada por la caída de la tasa de ganancias y el colapso de los mercados, se encaminan hacia una tercera guerra mundial, que permita rejuvenecer al capitalismo a través de la destrucción de infraestructuras, mercancías excedentarias y vidas humanas. Las tensiones políticas entre los gobiernos de EEUU y Venezuela deben por tanto verse, junto al choque de EEUU con Corea del Norte y la confrontación imperialista en Siria y Ucrania. Los bloques y alianzas imperialistas que se han venido conformando a nivel internacional configuran los posibles frentes que se confrontarán en una posible tercera guerra mundial y sus motivaciones, detrás de los discursos politiqueros y demagógicos de todos los bandos, no son otros que la búsqueda del control de los mercados, de las materias primas, de las fuentes de aprovisionamiento.

2. Los gobiernos agresores y los agredidos levantan las consignas de “defensa de la patria”, de la “soberanía”, de los “derechos humanos”. El proletariado debe entender que la defensa de la patria se traduce en la defensa de la economía nacional, que se sustenta en la explotación del trabajo asalariado, en la defensa del mercado y la producción de mercancías, que se sustentan en la apropiación privada de los productos del trabajo social. “Tenemos Patria” dicen los chavistas en Venezuela, “Tenemos Patria” grita en coro la burguesía internacional; porque la patria es el espacio donde el capitalismo cumple su ciclo de extracción de plusvalía. El proletariado ni tiene ni quiere patria. La Patria es capitalismo y explotación del trabajo asalariado. Por eso los trabajadores deben enfrentar por igual a los gobiernos agresores y a los gobiernos agredidos. El proletariado debe levantar sus consignas revolucionarias y anticapitalistas y enfrentar al gobierno en cada país, sin dejarse chantajear por las amenazas de invasión extranjera.

3. El chantaje de la amenaza de guerra no debe detener la lucha reivindicativa de los trabajadores. En Venezuela los trabajadores deben apartarse de los frentes burgueses que luchan por el control del gobierno y encaminarse hacia la organización y la lucha por aumento salarial, reducción de la jornada de trabajo, por la reducción de la edad de jubilación y otras reivindicaciones, impulsando sindicatos de clase, sin compromisos con los patronos o el gobierno y comprometidos con el impulso de huelgas indefinidas y sin servicios mínimos.

4. Los gobiernos burgueses de los países agredidos usan las amenazas de agresión militar como una oportunidad para oxigenarse políticamente con discursos patrióticos, buscando ampliar el apoyo electoral y apartando a los trabajadores de la lucha por sus verdaderos intereses. A esta acción reaccionaria se suman los sindicatos del régimen.

5. La penetración de los capitales de China, Rusia, India e Irán, entre otros, en el negocio petrolero venezolano, obliga a EEUU a reaccionar para mantener su cuota de control de esta materia prima. La política del gobierno venezolano de impulsar un “mundo multipolar” se ha traducido en repartir la torta de sus reservas de petróleo entre las diferentes potencias imperialistas y entre algunos países con los que ha establecido alianzas políticas, dentro de los que destaca Cuba. Internamente también hay un reparto de la renta petrolera y en este reparto además de la participación de diferentes grupos capitalistas locales, el gobierno de los chavistas abrió espacio para la participación de los militares como agentes económicos a través de una empresa que participa en el negocio del petróleo y del gas.

Destaca el desarrollo de un esquema de financiamiento Chino pagado por Venezuela con embarques de petróleo, que ha sido un negocio redondo para el empresariado chino y para las mafias corruptas ligadas al gobierno venezolano. Y si bien EEUU adelanta algunas estrategias para reducir sus importaciones de petróleo venezolano, existe un parque industrial en Norteamérica que está diseñado solo para procesar petróleo pesado con las características del que se extrae en Venezuela. Por lo tanto EEUU defenderá su acceso y control de parte de las reservas petroleras más grandes del mundo, ubicadas en Venezuela, además por un conjunto de ventajas geopolíticas, militares y logísticas. Todo esto hace de Venezuela uno de los teatros de operaciones de las confrontaciones imperialistas.

6. En Venezuela no está presente una confrontación entre socialismo y capitalismo, como lo quieren hacer ver los frentes burgueses e imperialistas en pugna y todo el aparate mediático internacional. Se trata de una contradicción burguesa e imperialista. Los trabajadores asalariados están llamados a reanudar la lucha de clase y a presentarse ante la sociedad, junto a su partido, como la única clase revolucionaria y capaz de salvar al planeta de la destrucción a la que lo conduce el modo de producción capitalista.
 
 

 

 

 


Brasil: Avanza la reforma laboral para aumentar la explotacion de los asalariados

 Pese al rechazo de gremios obreros, movimientos sociales y sindicales, el gobierno de Michel Temer y el parlamento sancionaron el 13 de julio la reforma laboral y esta se convirtió en ley. Entre los puntos más polémicos del texto está el aumento de la edad de jubilación, la subcontratación y permitir ampliar la jornada de trabajo de 8 a 12 horas diarias.

Los sindicatos del régimen, principalmente los vinculados a los oportunistas Partido de los Trabajadores (PT) y Partido Comunista de Brasil, rechazaron la reforma laboral y otras reformas propuestas por el Gobierno de Temer, como la de jubilaciones y pensiones. De hecho, en los meses previos a julio convocaron a dos huelgas generales y varias manifestaciones de calle. Pero, como era de esperarse, tanto los sindicatos del régimen como los llamados movimientos sociales, como el Movimiento Sin Tierra (MST), terminaron encausando las energías y el descontento de los asalariados hacia la búsqueda de la salida electoral, la salida clásica de la burguesía, que pone cíclicamente a los explotados a elegir al representante de los explotadores, al administrador del Estado Burgués y del aparataje de represión, al administrador de los intereses de los capitalistas.

 Puntos principales de la reforma laboral aprobada

     1. Sube la edad mínima de jubilación
Aumenta la edad mínima de jubilación a los 65 años e iguala la edad entre hombres y mujeres, y entre trabajadores del campo y la ciudad. En Brasil, la ley permite que las mujeres puedan jubilarse con 30 años de cotización, y los hombres con 35 años de servicio público.

     2. Congelamiento de los concursos de servidores públicos
Congela por 20 años el presupuesto para la Salud y la Educación. Si es aprobada la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) no podrán crearse nuevos puestos de trabajo. El límite de gasto en las áreas de salud y educación entrará en vigor en 2018. El congelamiento del salario mínimo es el primer paso para asegurar la reforma de la Sanidad.

     3. Los derechos de los trabajadores podrán ser negociados
La empresa podrá negociar las condiciones de trabajo por una comisión no sindical de representantes de los trabajadores. Los acuerdos por sector, empresa e individuales tienen preeminencia sobre la legislación vigente. Los contratos privados pasan a ser más importantes que las convenciones colectivas.

     4. Se autoriza la tercerización (subcontratación)
El Proyecto de Ley de la Cámara (PLC 30/2015) autoriza a las empresas a contratar servicios de terceros hasta para la actividad final que prestan las propias compañías. Esto trae como consecuencia la disminución de costos de contratación pero universaliza los tipos de contratos que se relacionan con las actividades medias, como limpieza y seguridad. Una universidad podría contratar bajo ese régimen a profesores para que presten servicios de transporte o limpieza. Amplía las posibilidades de tercerizar tareas, incluso la principal de la empresa.

     5. Aumentan las horas de jornada laboral
Legaliza la contratación temporaria incluso por pocas horas y permite ampliar la jornada de trabajo de 8 horas a 12 horas diarias. Se mantendrá la jornada promedio de 44 horas semanales de trabajo pero estas horas podrán ser utilizadas en virtud de la necesidad específica de la labor, con un tope de 12 por día. No se modifican la cantidad de días de vacaciones, horas laborables por semana ni el aguinaldo. Pero se pueden fraccionar de diferentes maneras. Las vacaciones se podrán dividir hasta en tres periodos y podrá haber jornadas laborales de hasta 12 horas (aunque luego con 36 horas de descanso) sin superar las 44 horas semanales del límite establecido. Se autoriza la "jornada intermitente", con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual. Podrá haber contratos parciales de hasta 30 horas semanales o 26 horas y 6 horas extras.

     6. Contribución Sindical
La contribución sindical, hasta ahora obligatoria y equivalente a un día de salario al año, pasa a ser voluntaria.

     7. Trabajo desde el Hogar
Se reglamenta el trabajo desde el hogar (homeworking) con reembolso para los gastos del empleado.

     8. Trabajo de mujeres embarazadas
Se permite que las embarazadas trabajen en ambientes no del todo salubres si presentan un certificado médico que asegure que no hay riesgo para ella o el feto.

     9. Condiciones de despido
El monto de las indemnizaciones no estará atado por el salario del trabajador y el preaviso baja de 30 a 15 días.

     10. Condiciones para los litigios laborales
Se ponen condiciones para los litigios laborales. El litigante debe establecer a comienzo del juicio cuánto dinero desea recibir de compensación al término del proceso, deberá comparecer a todas las audiencias judiciales (salvo fuerza mayor) y pagar las costas del juicio si pierde (a menos que no tenga recursos suficientes).

 Los trabajadores brasileños tienen por delante el reto de romper con la dirección política del los partidos en el gobierno y de los partidos en la oposición. Ambos frentes políticos representan los intereses de la burguesía. La lucha de los trabajadores contra la reforma laboral debe cumplirse fuera del parlamento y dando la espalda a los llamados a respaldar a las diferentes candidaturas presidenciales. Los trabajadores deberán acumular fuerzas a través de la organización por la base y de sindicatos de clase, retomando la huelga como principal forma de lucha, indefinida y sin servicios mínimos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

El curso catastrófico del capitalismo mundial
La Producción y el Comercio

Informe presentado en la Reunión General en Enero 2017

A. LA PRODUCCIÓN

 El modo de producción capitalista ha trastornado las antiguas relaciones de producción de la economía mercantil basada en la economía familiar y campesina y en la pequeña producción artesanal de las ciudades y de las villas. Ha arruinado y expropiado a los viejos productores y los ha proletarizado obligándolos a vender el único bien que les quedó, la fuerza de trabajo, a cambio de un salario. Al hacer esto, y sustituyendo la producción independiente y dispersa de los campesinos y de los artesanos por la producción colectiva y centralizada de la economía mecanizada de la gran industria, el capitalismo ha minado los cimientos de la producción mercantil y ha socializado las fuerzas productivas.

 En las sociedades precapitalistas la producción, tanto agrícola como artesanal, se apoyaba en los conocimientos adquiridos en la sucesión de generaciones. A diferencia del mundo antiguo, que había recurrido casi exclusivamente al trabajo muscular del esclavo, la sociedad feudal y el antiguo régimen siempre habían tratado de mecanizar la producción. Pero esta seguía limitada por la angustia de la producción familiar del campesino y del límite de la empresa artesanal y del bajo nivel de conocimientos en que se encontraban. La naturaleza misma de las fuentes naturales de energía (agua, el viento y la tracción animal) se constituyó en otro límite.

La gran agricultura capitalista mecanizada y la gran industria, movilizando inmensos ejércitos de trabajadores, que trabajan colectivamente y de manera centralizada, utilizando los últimos conocimientos técnicos y científicos, han hecho superar las limitaciones de los antiguos modos de producción y han liberado las fuerzas productivas, y la acumulación frenética del capital han exaltado el desarrollo a una escala sin precedentes.

Sin embargo, el capitalismo se ha convertido, a su vez, después de la aparición de los monopolios, hoy llamados “multinacionales”, al final del siglo XIX, en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas. Por una parte la acumulación mortal de capital -de por sí incontrolada- conduce a una socialización cada vez mayor de la producción, mientras por otra parte la apropiación sigue siendo privada. Esta contradicción fundamental conduce periódicamente al capital a crisis de sobreproducción.

 La acumulación de capital se basa en la apropiación, en el acto de la producción, del trabajo no pagado al trabajador: el plusvalor. El capital proviene de una gigantesca acumulación de plusvalor, es decir de valor, el valor que no es otra cosa que la cristalización del trabajo en el objeto producido, ya sea agrícola o industrial.

 Mientras más crece la productividad del trabajo social, mayor es la caída de la tasa de ganancia, y por lo tanto disminuye el rendimiento del capital invertido. Para tratar de resolver este dilema el capital busca, cuando puede, ubicarse en nuevos sectores de la producción en los cuales la composición orgánica del capital es más baja.

 La composición orgánica del capital expresa la relación entre el valor del capital constante y el del capital variable. Es una medida de la productividad social del trabajo. Mientras mayor es la productividad del trabajo del obrero, gracias a las máquinas y a la mejor organización del trabajo, mayor es la masa del capital constante transformada en una unidad de tiempo, es decir, mayor es la masa del capital constante en relación a la del capital variable, los salarios de los trabajadores. De esta manera, cuando la composición orgánica es más alta también la cuota de plusvalía resulta más elevada.

O trasladándose a otros países, en donde la composición orgánica del capital es más baja, pero donde los salarios y las cotizaciones sociales, cuando existen, son netamente inferiores, y donde, por tanto, la cuota de plusvalía es mucho mayor. Entonces también la cuota de ganancia se eleva. Esto es lo que sucede por ejemplo en México, donde los salarios de los trabajadores son inferiores en un 80% que en los Estados Unidos. De ahí la concurrencia de la industria automotriz multinacional. Esto ha determinado que hoy, además de Alemania, cuarto productor mundial de automóviles después de Japón, México en el 2015 ha producido más automóviles que cualquier país europeo: Una y media vez la producción francesa y el triple de la de Italia. Delante de China, con 24,5 millones de vehículos y los Estados Unidos con 12.1. Inglaterra e Italia ocupan respectivamente el decimosegundo y decimotercer lugar a nivel mundial.

Pero se pueden dar muchos otros ejemplos de países que ofrecen condiciones más propicias a la acumulación, como en particular China. Los grandes grupos han estado invirtiendo menos en sus países de origen. Sólo las pequeñas y medianas empresas tienden a invertir para modernizar el aparato productivo y aumentar la productividad, ya que no tienen otra opción. La otra “subcontratando” y permaneciendo en el lugar tan poco como sea posible.

Para ilustrar esta disminución de la tasa de ganancia, presentamos tres tablas sobre el comportamiento de la producción industrial en los grandes países imperialistas, entre los años 1900 y 2007. Este largo período es dividido en cinco ciclos.

El antagonismo entre las fuerzas productivas desatadas por la acumulación de capital y las mismas relaciones de producción capitalistas condujo a las crisis cíclicas de sobreproducción. Esta es la forma a través de la cual el capital se descarga y resuelve temporalmente sus propias contradicciones. La acumulación de capital es sobre todo una inmensa acumulación de mercancías, y la crisis aparece en la circulación de las mercancías cuando la caída de las ventas desencadena la insolvencia.

En los almacenes se acumulan las mercancías no vendidas, desatando las protestas y balances de los bancos se incrementan las facturas cuyo pago se retrasa o no pagadas. Los fracasos financieros e industriales ya no son evitables. La economía está paralizada: es la crisis. Las empresas se “reestructuran” y despiden en masa, el desempleo asume dimensiones gigantescas. El capital ficticio, resultado de la especulación desenfrenada que ha precedido a la crisis, ve caer sus cotizaciones. El capital constante de numerosas empresas industriales pierde valor. Las instituciones financieras mismas fracasan y la mayor parte de sus cuentas se hacen incobrables, previamente mantenidas ocultas, se venden a empresas especializadas en la recuperación por cualquier medio de lo poco que queda. Las mercancías en existencia terminan por ser liquidadas, el capital constante en parte se devalúa, los salarios toman el nivel más bajo, el desempleo alcanza el máximo al igual que la inseguridad.

En este punto la tasa de ganancia empieza a subir, la tensión cede y poco a poco se reanuda la actividad. En seguida el desempleo afloja y el consumo se reanuda. Las producciones pasan del trote al galope por un cierto período, hasta que la acumulación termina de nuevo por embalarse. La especulación, que ha comenzado a establecerse, a continuación, alcanza su punto culminante, el coste de las materias primas, bajo los efectos de la fuerte demanda y de la especulación, sube a las estrellas, los salarios son a su vez aumentados y, para forzar al mercado a absorber la gigantesca cantidad de mercancías, el crédito se impulsa al máximo. Bajo el efecto combinado de la especulación y del crédito, que son el resultado de la enorme acumulación de capital, las tasas de interés, que con la recuperación habían comenzado a subir suavemente, alcanzan de nuevo los máximos.

Entonces retorna de nuevo la crisis.

Así cada 7-10 años se repite este ciclo en el cual se alternan expansiones y recesiones repentinas. Pero de un ciclo al otro la tasa de ganancia cae inexorablemente, y esto se traduce en una desaceleración del crecimiento de la producción, que tiende a cero. Al mismo tiempo, si la tasa de ganancia cae, la masa de plusvalía aumenta cada vez más, de manera tal que la acumulación de capital se hace gigantesca.

CICLOS DE ACUMULACION DEL CAPITAL
Incrementos medios anuales de la Producción Industrial (fuente ONU)
  1900-1913 1913-1929 1929-1937 1937-1973 1973-2007
Reino Unido 2,3% 0,8% 2,0% 2,5% 0,8%
Francia 3,6% 0,7% -4,0% 3,0% 1,2%
Alemania 4,1% 0,2% 0,8% 4,3% 1,8%
Italia - 2,7% 2,3% 5,1% 1,4%
Estados Unidos 6,7% 4,6% 0,9% 4,6% 2,5%
Rusia - 19,5% 7,1% -1,2%
Japón - 7,6% 6,0% 8,6% 1,9%
China - - - 12,7% 10,7%
Corea del Sur - - - 17,6% 8,7%

Las tablas aquí presentadas presentan el crecimiento industrial en los 9 principales países industriales, que son al mismo tiempo naciones imperialistas en el sentido indicado por Lenin. El crecimiento industrial está determinado por la tasa de ganancia, porque de hecho es ésta la que determina las inversiones en capital fijo y circulante.

En la teoría marxista se denomina Capital fijo a las máquinas, las herramientas, los edificios, que se consumen sólo parcialmente durante la producción, y el valor añadido a los productos corresponde a su desgaste, la depreciación, el Capital circulante es la materia prima, que pueden ser productos semi-elaborados o componentes, y los productos auxiliares, como los lubricantes, los combustibles, la electricidad, etc. Este capital circulante se consume por completo en el proceso productivo y su valor pasa totalmente al producto final. La parte del capital fijo que pasa al producto y el capital circulante forman el Capital constante.

El crecimiento de la producción es un reflejo de la tasa de ganancia. Cuando la tasa de ganancia es elevada, el crecimiento también es robusto, mientras que cuando, por el contrario, la tasa de ganancia es baja, como en el caso de los antiguos países imperialistas, a causa de una elevada composición orgánica del capital, el crecimiento de la producción es igualmente bajo.

Aquí hemos deducido las tasas de crecimiento, o incrementos medios anuales, a partir de los índices de producción industrial proporcionados por la ONU en su Anuario Estadístico. La ONU lo calcula a partir del volumen de la producción de las fábricas. Después de calcular un índice para cada rama de producción, debe entonces calcular el índice para el conjunto de todos los grandes sectores económicos. Esto se hace atribuyendo un coeficiente de ponderación a cada sector y en cada tipo de industria en cada sector, en función de su peso en el conjunto. Para determinar el peso de cada industria y cada sector se utiliza el valor añadido, añadido por los trabajadores en el proceso productivo, el trabajo pagado y no pagado, es decir, el salario más el plusvalor.

Dado que en el curso del tiempo cambia el peso de los componentes dentro de la misma industria o de un sector en relación al conjunto de la industria, de esta manera, aproximadamente cada cinco años, los coeficientes se actualizan. Esto puede esconder fenómenos de desindustrialización, como en Occidente la desaparición de la industria textil, el colapso de la industria siderúrgica, o la fuerte caída de la industria automotriz, por no hablar de los astilleros. Sin embargo estas investigaciones, aunque sea aproximadas, de las instituciones burguesas nos permiten seguir el curso del capital a escala mundial.

Las estadísticas del Estado Chino no siguen la metodología adoptada por la ONU: sus índices se basan en el valor y no en el volumen la producción. Pero estos no son publicados por la ONU y los encontramos en el anuario publicado por Pekín. Para obtener una visión más realista reportamos también los datos de la producción en unidades físicas, como la electricidad, el cemento, el acero, bienes inmuebles, etc.

Las tablas se leen verticalmente y horizontalmente. Verticalmente los países se ordenan por los índices de menor a mayor, lo que corresponde a la antigüedad decreciente, ya que los países con el capitalismo más viejo, aquellos con composición orgánica más elevada, tienen las tasas de ganancia más bajas.

Horizontalmente, de ciclo a ciclo, se puede ver la tendencia a la disminución de la tasa de crecimiento industrial, que corresponde a una desaceleración de la tasa de ganancia.

Es de notar la inversión de esta tendencia después de la Segunda Guerra Mundial: el ciclo 1937-1973 ha marcado una elevación del incremento gracias a la destrucción masiva de la guerra, un baño de juventud para el capitalismo mundial. Esto se puede ver aún mejor, en la segunda tabla, partiendo no de 1937 sino de 1950, año en el que los diversos países han recuperado el nivel de 1937, que fue el nivel más alto alcanzado justo antes de la guerra. Inglaterra alcanzó un incremento casi juvenil, con un promedio de 3%. Alemania, que había conocido la destrucción atroz, tiene un crecimiento cercano al de la URSS, el 7,2% frente al 8,2% de la URSS, que era un capitalismo más joven. Recordemos que el capitalismo ruso, tras la destrucción de la guerra civil, casi había desaparecido y tuvo que renacer en los años 20, con la política económica de la NEP.

Pero este ciclo de la posguerra, que ha visto una acumulación de capital vigorosa y casi prodigiosa, y en el plano material un formidable desarrollo de las fuerzas productivas, se ha cerrado definitivamente en el bienio 1973-1974 con la primera grave crisis mundial posterior al conflicto. Posteriormente, de ciclo en ciclo, los incrementos disminuyeron constantemente. Mientras en el período 1950-1973 prácticamente no se conoció recesiones, o se limitaron a fenómenos nacionales, el ciclo 1973-2007 se subdivide en cinco ciclos cortos: 1973-1979, 1979-1989, 1989-2000, 2000-2007, el último, desde el 2007, aún no ha concluido. Cada uno de estos ciclos cortos corresponde a un período de expansión seguido de una recesión internacional.

CLASIFICACION DE PAISES
1950-1973 1973-2007
Reino Unido 3,0% Rusia -1,2%
Estados Unidos 4,2% Reino Unido 0,8%
Francia 5,9% Francia 1,2%
Alemania 7,2% Italia 1,4%
Italia 7,3% Alemania 1,8%
URSS 8,2%  Japón 1,9%
China 12,7% Estados Unidos 2,5%
 Japón 13,5% Corea del Sur 8,7%
Corea del Sur 17,6% China 10,7%

 Se puede observar que la clasificación de los países cambia cuando se pasa de los “Treinta Gloriosos” al ciclo siguiente. La URSS, que corrió entre los primeros con un incremento del 8,2%, se derrumbó y Rusia quedó entonces última con un descenso de -1,2%. Los EE.UU., que estaban justo detrás de Inglaterra con un 4,2%, lo hicieron mejor que todos los otros viejos países imperialistas con un 2,5%. Ni siquiera Japón corre más, con el 1,9%.

China pasa por delante de Corea con el 10,7% contra el 8,7%. Sin embargo, como hemos señalado anteriormente, deben ser tomados con precaución los índices industriales calculados por el Estado Chino. Si se refiere a la producción total de energía utilizada por la industria china en el período de 1978-2007 (período para el cual disponemos de datos) se obtiene un incremento promedio del 5,1%. Y si tomamos el consumo total de energía que para el mismo período fue de 5,6%! casi la mitad del incremento alardeado de la producción industrial.

Observamos el fracaso de la reanudación de los incrementos en Alemania, los EE.UU. y en particular de Francia en el ciclo 1929-1937, que precedió a la Segunda Guerra Mundial, a pesar del esfuerzo para rearmarse. En cambio Italia e Inglaterra se mantuvieron en niveles próximos a los de los ciclos precedentes.

Los Estados Unidos durante los años de guerra produjeron en un gigantesco esfuerzo militar. La guerra permitió al capitalismo mundial recomenzar un nuevo largo ciclo de acumulación y fue un gran negocio para el capitalismo estadounidense, mientras que en el campo de batalla, “sus” proletarios en uniforme fueron masacrados.

Queda un punto por aclarar: el rejuvenecimiento del capitalismo por medio de la guerra imperialista. La guerra imperialista produce una gigantesca destrucción y terribles masacres. Estas destrucciones masivas, como en la crisis de sobreproducción, pero a escala muy superior, implicarían una destrucción significativa de capital y la desvalorización general del capital constante. Se añade una considerable reducción de los salarios, ligada al desempleo masivo y a la gran inestabilidad, que trae consigo un fuerte aumento de la tasa de plusvalía. Estos dos factores provocan un notable aumento de la tasa de ganancia, como en los tiempos de las primeras épocas del capitalismo, especialmente en el período de reconstrucción. Incluso durante esta, años 1946-1950 en la Segunda Guerra Mundial, y cuando las producciones han recuperado su nivel anterior a la guerra, el nuevo aumento de la productividad, ligada a la introducción de nuevas tecnologías, abarata los costos de producción del capital constante, reduciendo momentáneamente la composición orgánica del capital.

Un ejemplo numérico. Supongamos que la relación de valor entre el capital constante y el capital variable para un país X sea de 99.000 de capital constante y 1.000 de capital variable y que la tasa de plusvalía sea del 100%. La plusvalía, el trabajo no pagado, será entonces de 1.000, como el capital variable. La tasa de ganancia, es decir P/(C+V) = 1.000/(99.000 + 1.000) = 1%. Más tarde, en la postguerra, el propio capital constante ve su valor dividido por 3. Por lo tanto, tiene 33.000 de capital constante por 1.000 de capital variable. La tasa de ganancia es, pues, de 1.000/(33.000+1.000) = 2,9%. Ahora bien, si la tasa de plusvalía ha pasado del 100% al 200%, la tasa de ganancia se eleva al 5,9% !

La tasa de ganancia cae pero la masa de plusvalía crece exponencialmente.

La tasa de ganancia cae constantemente y tiende hacia cero, y esto condena a muerte al capitalismo. Puede temporalmente elevarla, en una nueva ola de crecimiento por algunas décadas, sólo a través de las guerras imperialistas cada vez más devastadoras. Pero si la tasa de ganancia cae, al contrario la masa de plusvalor aumenta constantemente y con ella la masa de capital y la producción física. A excepción de los períodos de crisis, que ven colapsar la producción y el valor de los capitales, de un ciclo al otro la masa de plusvalor y la producción continúan creciendo. “La caída de la tasa y la aceleración de la acumulación no son sino expresiones diferentes del mismo proceso, en este sentido expresan el desarrollo de la productividad” (“El Capital”, Libro III, Volumen I, Capítulo XV).

Esto que mostramos aquí se refiere a la curva de la producción industrial alemana. Nos hubiéramos podido referir a la de los Estados Unidos o de cualquier otro país, el resultado sería el mismo. El índice de la producción industrial allí pasa de 100 en 1950 a 947 en 2015, lo mismo que decir que desde 1950 la masa de la producción de la industria se ha multiplicado por 9,47.

Observando la curva, se notan los puntos de mínimo, que corresponden a contracciones de la producción debido a la crisis de sobreproducción: 1967, 1975, 1982, 1987, 1993, 2002 - 2003 y sobretodo 2009 - 2010.



B. EL ESTRANGULAMIENTO DEL MERCADO

El propósito de la producción, en el modo de producción capitalista, no es la satisfacción de las necesidades humanas, sino la acumulación de capital: cada capital invertido debe producir un beneficio.

Esto se presenta como una masa de mercancías cuyo valor debe realizarse, al venderse en el mercado.

El hecho es que no se puede tener equilibrio entre la producción y el mercado, porque estas dos fases de la circulación del capital se rigen por leyes en contraste. La producción no está determinada por las necesidades, por la demanda, pero sucede lo contrario: la producción en el capitalismo, a diferencia de los modos de producción anteriores, precede a la demanda, y luego tiene que colocar la producción de mercancías, una condición para poder recomenzar un nuevo ciclo.

La Sección I de El Capital comprende el conjunto de los sectores que producen los medios de producción, las máquinas herramientas, las materias primas y los materiales semielaborados, que son utilizados por la Sección II, la cual produce los bienes de consumo, alimentos, ropa, etc.

La producción capitalista está en un desequilibrio constante: desequilibrio entre la sección I y II de El Capital, desequilibrios locales, a nivel regional, etc. Estas tensiones a la larga se traducen en la quiebra de empresas y periódicamente en sobreproducción.

Es por lo tanto vital para el capitalismo expandir el mercado, cueste lo que cueste, con el fin de enajenar la cada vez más la gigantesca producción de mercancías. El aumento de los salarios aumenta la venta, pero si aumentan los salarios el plusvalor disminuye: este es el tornillo que aprieta el capitalismo. Dado que el mercado nacional se satura pronto, tiene que encontrar mercados externos: de ahí la importancia del comercio internacional. El otro medio para sortear el limitado poder adquisitivo de los individuos y de las empresas es el crédito. Pero tarde o temprano las cuentas deben equilibrar.

Así como con la caída de la tasa de ganancia el crecimiento de la producción se desacelera, también el mercado, nacional e internacional, se encoge. Sobre todo porque el principal mercado para el capital está representado por la Sección I, la que trata sobre los medios de producción. La desaceleración del crecimiento de las inversiones, desacelera a su vez el mercado de los medios de producción, así como desacelera el de los medios de consumo.

 Presentamos aquí tres tablas sobre el comercio internacional. Como fuente hacemos referencia a la Organización Mundial del Comercio, la cual ofrece una serie de datos sobre el comercio internacional para todos los países, en dólares corrientes, a partir de 1948. Serie que nosotros convertimos a dólares constantes del 2005. Para esta conversión debíamos tener el índice de los precios de los productos importados y de los exportados, en moneda local, por cada país, para después convertirlo a dólares estadounidenses. En su ausencia se calculó un coeficiente de conversión para cada año basándose en la relación entre el PIB de Estados Unidos en dólares corrientes y en dólares constantes de 2005, con datos de la ONU. La serie del Banco Mundial, expresada en dólares constantes inició de hecho solamente desde 1960, y no hemos podido conectarla con el trabajo sobre el comercio internacional que el partido en aquella época ya había realizado. Sin embargo la precisión de las mediciones de la ciencia económica no es como la requerida en la física o la química; lo esencial es que no sea invertida la tendencia general. Sin embargo, la diferencia entre los resultados obtenidos por medio de este método y los datos del Banco Mundial es seguramente despreciable.

Para la construcción de las tablas nos referimos al intercambio comercial mundial, sumando exportaciones e importaciones. A nivel mundial las importaciones y las exportaciones se entrelazan.

INCREMENTO MEDIO ANUAL
DEL COMERCIO MUNDIAL

1836-2008 (fuente Kuscynsky y OMC)
1836-1890 1890-1913 1913-1949 1949-1974 1974-2008
4,3% 3,3% 0,5% 8,3% 5,1%
Se pasa del 4,3% para el ciclo 1836-1890, al 3,3% del ciclo 1890-1913, al 0,5% para el ciclo que abarca las dos guerras mundiales. Luego una fuerte recuperación después de la Segunda Guerra Mundial con el 8,3% de los “Treinta gloriosos”, y una fuerte desaceleración hasta el 5,1% en el ciclo 1974-2008.

Sin embargo, el incremento es todavía elevado, como se puede ver en la siguiente tabla. En esta el ciclo de 1974-2008 es dividido siguiendo los ciclos cortos correspondientes a las crisis comerciales internacionales. No hemos subdividido el ciclo 1949-1974 porque en este las crisis comerciales no han afectado a todos los países y no fueron sincrónicas.

En los períodos que siguieron a 1980 ocurre una primera caída espectacular del incremento hasta 1992, aunque luego una clara, aunque discontinua, elevación hasta el año 2008, seguida de una fuerte desaceleración en el siguiente ciclo, del cual todavía no estamos fuera.

INCREMENTOS DE MEDIAS ANUALES
DEL COMERCIO MUNDIAL

1949-2008 (fuente ONU)
1949-
1974
1974-
1980
1980-
1990
1990-
1992
1992-
1997
1997-
2000
2000-
2008
2008-
2014
8,3% 7,6% 1,2% 1,5% 6,0% 3,4% 9,4% 1,0%
Se evidencia una desaceleración en el breve ciclo 1997-2000. Esta disminución corresponde a la crisis monetaria y financiera que afectó a los países del sudeste asiático en 1997, que comenzó desde Hong Kong, antes de extenderse a Corea del Sur y de allí a Rusia, cuyo Estado se declaró insolvente, y que finalmente llegó a la países de América Latina, como México, Brasil y sobre todo Argentina, que experimentaron una terrible recesión y cuyo Estado se vio obligado a declararse en bancarrota.

Qué es lo que explica la fuerte subida de los incrementos del comercio mundial desde 1992 hasta 2008? Dos factores: en primer lugar la reubicación y la externalización que han hecho crecer la transferencia de mercancías, y en segundo lugar el formidable desarrollo del capitalismo en China y en el Sudeste asiático.

Hoy en día las mercancías sólo en raras ocasiones se producen enteramente en un solo país. Para reducir sus costos de producción las grandes empresas han “externalizado” una parte de su producción y han recurrido a subcontratistas. Aprovechando la significativa reducción de los fletes del transporte, sobre todo en el transporte marítimo, poniendo en competencia a las pequeñas y medianas empresas entre sí en todo el mundo. Es así como el mismo producto, antes de ser vendible, puede viajar numerosas veces de ida y vuelta entre diferentes países. Hoy en día los bienes intermedios representan entre el 40 y el 60% del comercio internacional. En Alemania el 45% de su comercio, ya que una parte considerable de su producción es realizada en los países de Europa Central (Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa), donde la mano de obra es calificada y los salarios son muy bajos. Es así como la gran Alemania entre el 2003 y el 2009, se ha convertido en el principal exportador mundial.
 Posteriormente los Estados Unido regresaron al primer lugar, pero luego China superó a ambos, convirtiéndose en el 2009 en el primer exportador mundial.

Grupos como Renault en Francia o GM en los EE.UU. están fabricando partes enteras de su producción en el extranjero, que luego reimportan para venderlas en su territorio nacional. Según la OMC el 49% de los intercambios mundiales de mercancías y servicios en 2011 se llevaron a cabo encuadrados en las cadenas verticales de ensamblaje, en comparación con 36% en 1995.

Esto tiene como efecto que la devaluación de la moneda nacional hoy en día no aumenta la competitividad del país, ya que hace encarecer los productos intermedios producidos en el exterior. Esto se puede ver muy bien con Japón que, a pesar de varias devaluaciones sucesivas, no logró reactivar las exportaciones: en el período 2007-2015 el incremento medio de sus exportaciones fue del -0,2% en comparación con el + 2,7% de los Estados Unidos y el + 2,1% de Alemania. Esto es evidente también en Gran Bretaña: después de que anunciara su intención de abandonar la Unión Europea la libra esterlina cayó fuertemente, sin embargo sus exportaciones no han mejorado, precisamente a causa del encarecimiento de los componentes intermedios que debe importar.

Estos resultados no complacerán a algunos partidos nacionalistas y populistas que florecen en todas partes, pero no se puede cambiar en nada este aspecto de la cuestión.

El peso creciente de Asia

El desarrollo fulgurante del capitalismo en China y en el Sudeste Asiático ha ofrecido un nuevo mercado, en primer lugar para las mercancías del sector manufacturero, luego para los capitales de los grandes monopolios, grupos industriales, como General Motors, Honda, Siemens, Renault, etc., conectados a la banca de inversión, que controlan, directa e indirectamente, miles de empresas esparcidas por el mundo. Mientras los mercados norteamericano, Japonés y europeo están creciendo a pasos de tortuga, los del Sudeste asiático y de China van al galope.
INCREMENTOS MEDIOS ANUALES
DEL VOLUMEN DE LOS INTERCAMBIOS

(fuente ONU)
EUROPA + JAPON + USA
1949‑2008 1949‑2008
1949-
1974
1974-
2008
1974-
1980
1980-
1990
1990-
2000
2000-
2008
2008-
2014
8,5% 4,4% 7,1% 2,4% 3,3% 6,4% -0,9%
ASIA, menos Japon
1960-2008 1974-2013
1960-
1974
1974-
2008
1974-
1980
1980-
1997
1997-
2000
2000-
2008
2008-
2014
8,2% 8,3% 8,3% 7,1% 3,4% 11,6% 4,8%
CHINA
1959-
2008
1959-2014
1959-
1966
1966-
1974
1974-
1981
1981-
1997
1997-
2008
2008-
2014
9,1% -3,6% 8,6% 8,2% 9,9% 18,0% 7,4%

Un simple vistazo a la tabla muestra que el crecimiento del volumen de los intercambios de los grandes países imperialistas se ha reducido a la mitad en el ciclo 1974-2008 respecto al anterior 1949-1974. Si se observa en detalle los ciclos cortos se puede ver claramente la caída de los incrementos pasando de 1974-1980 al siguiente. Un pequeño ascenso para el ciclo 1990-2000 es seguido por un aumento notablemente más sostenido, prácticamente el doble entre 2000 y 2008, debido a las subcontrataciones y en parte, aproximadamente por la mitad, el desarrollo del mercado asiático, en particular el chino.

La segunda parte de la tabla trata de Asia, Japón excluido. Comprende a la India, pero en el 2014 el volumen comercial de este gigante asiático era inferior al de Bélgica, aunque se está reduciendo la distancia. Para Pakistán, Irán y los países del Oriente Medio, la situación es aún peor. Por lo que el crecimiento del mercado asiático viene en primer lugar de China, auténtico gigante, pero también de Corea del Sur, un gran país industrial, de Taiwán, y de todos los países asiáticos entre los cuales está Vietnam, que en el futuro podría convertirse en un nuevo Japón.

 En Asia, el incremento sigue siendo elevado y estable en los dos ciclos. En los ciclos cortos hay una pequeña disminución pasando del primero al segundo y una fuerte caída para el ciclo 1997-2000, vinculada a la crisis del Sudeste asiático y que muestra bien el peso de estos países en el comercio asiático. Luego hubo un aumento en el ciclo 2000-2008, período durante el cual fluyeron los capitales en exceso hacia los grandes países imperialistas.

 Tuvo lugar entonces una fuerte contracción a un tercio en el ciclo siguiente, que corresponde a la crisis de sobreproducción internacional. Pero este incremento promedio anual del 4,8% debe ser comparado con el -0,9% de los grandes países imperialistas. El comercio mundial está por lo tanto impulsado por los países asiáticos y en general por los países emergentes que continúan atrayendo los capitales de los monopolios. Sin embargo todavía en el 2015, varios de estos países entraron en recesión, como Brasil, o su crecimiento se ralentizó considerablemente.

China. Entre 1959 y 2008 su comercio internacional ha crecido a un ritmo promedio de 9,1%, más del contemporáneo 8,5% de los países occidentales. Los ciclos cortos comienzan con 1959-1966, que vio en China la terrible crisis de 1961-1962, en el que la producción industrial se redujo en un 48%. Esta crisis estuvo acompañada por una grave crisis agrícola que provocó millones de muertes. Esto explica el colapso del comercio internacional chino. Esta recesión fue seguida por otra en el período 1967-1968, después que en 1966 había superado el máximo de 1960: 1.043 contra 924 en el índice de la producción industrial. La crisis no fue menos terrible, pero la caída de la producción alcanzó el 22%. Esto explica la crisis política en el seno del aparato del partido y del Estado, y el reclutamiento de una parte de la juventud en la llamada “revolución cultural”, con el fin de combatir la agitación social y movilizar las energías para la recuperación. Sin embargo esta crisis no aparece en el incremento promedio de todo el ciclo, al contrario su ritmo muy elevado corresponde a un capitalismo en una fase juvenil de crecimiento sostenido.

PESO PORCENTUAL DE LAS EXPORTACIONES
EN LOS CICLOS SIGUIENTES
(datos de Banca Mundial)
  1973-
1979
1979-
1989
1989-
2000
2000-
2007
2007-
2015
Estados Unidos 4,6% 4,7% 5,6% 4,5% 4,4%
Alemania 5,3% 5,6% 4,7% 4,7% 4,4%
Japón 2,5% 3,3% 3,2% 2,8% 2,5%
Francia 2,4% 2,5% 2,6% 2,3% 1,8%
Reino Unido 2,9% 2,8% 2,4% 1,9% 1,5%
Italia 2,4% 2,4% 2,3% 1,9% 1,5%
Belgica 1,7% 1,7% 1,6% 1,6% 1,4%
China 0,0% 0,8% 1,5% 3,4% 5,1%
Corea del Sur 0,2% 0,4% 0,8% 1,3% 1,6%
Rusia 1,5% 1,8% - 1,1% 1,1%
Mundo 100 100 100 100 100

China se aprovechó por completo de la “globalización”, como se puede ver por el ascenso de sus incrementos, de ciclo a ciclo, hasta llegar al 18% promedio anual en el ciclo 1997-2008. Las mercancías fluyeron por todas partes, pero también y sobre todo capitales, y las exportaciones chinas se dispararon.

En la siguiente tabla mostramos el peso relativo mundial de las exportaciones de los principales países industriales.

Luego llegó el final de la embriaguez: la recesión mundial de 2008-2009, con una caída del comercio mundial en dólares constantes del 14%. Las exportaciones disminuyeron un 28% en Asia, 21% en Europa, 18% en América del Norte y 9,3% en China.

Esta caída de las exportaciones chinas fue seguida por una fuerte recuperación en 2010. Sin embargo, al investigar sobre el comercio exterior de China, veremos que se desaceleró fuertemente en el 2014, en el 2015 y en el 2016, anunciando una recesión de notable amplitud.
Un notable e inexorable descenso en Francia, el Reino Unido e Italia. Estos dos últimos se encuentran en el mismo nivel de Bélgica, cuyo retroceso es mucho más débil, pero es superado por Corea del Sur. Alemania retrocede también, pero más lentamente y Japón retorna a su cuota de participación de 1973-1979. Los Estados Unidos marcan un lento declive y se encontraban en los ciclos 2000-2007 y 2007-2015 en un nivel ligeramente inferior al del ciclo 1973-1979.

En sentido inverso se puede observar el fulgurante ascenso de China que pasa de un valor insignificante en el ciclo 1973-1979, al 5,1% en 2007-2015, el máximo mundial, después de haber superado a los Estados Unidos. En las exportaciones China ha superado a Estados Unidos desde el 2006 y en el volumen del comercio desde 2013. Corea del Sur continúa su lento pero no menos evidente ascenso.

PESO EN EL COMERCIO MUNDIAL
DE LOS PRODUCTOS MANUFACTURADOS
 (datos Banca Mundial)
  2000-2007 2007-2015
Rusia 0,7% 1,0%
Suiza 1,3% 1.2%
Hemos reportado los datos sobre Rusia con el fin de poner las cosas en la justa perspectiva. Rusia es una gran potencia industrial, comparable a Japón, pero en un año comercial. Si se excluyen las materias primas y si se toma en consideración los productos manufacturados, entonces incluso la pequeña Suiza le pasa por delante. Esto significa que todos los países europeos como Alemania, Francia, Bélgica, Reino Unido, etc., excepto Italia, realizaron un intercambio comercial mayor con Suiza que con Rusia. Sólo Italia comercia más con Turquía y con Rusia, que con la vecina Suiza.

Para concluir este capítulo, se confirma que la disminución relativa del comercio de los países occidentales va de la mano con su declive industrial, de su peso en la producción industrial mundial, y confirma el ascenso inexorable de Asia, especialmente del Sudeste asiático y de China, presentado en dos gráficos.

En la primera curva representada en cuadrados se muestra el peso comercial de los Estados Unidos, de Europa y de Japón reunidos, la curva con puntos claros representa a Asia sin Japón, la curva con triángulos con el vértice hacia arriba los EE.UU. la curva con triángulos con vértices hacia abajo a China.

La decadencia comercial relativa de los grandes Estados imperialistas es evidente. Su cuota pasa del 55% al 38% mientras que Asia pasa del 8% al 30%. Se ve que las dos curvas tienden a cruzarse entre sí, y también se puede predecir cuándo.

La curva de China ha cruzado la de los Estados Unidos en el 2012 y la ha superado en el 2013. Nació un nuevo gran imperialismo, que se prepara para tomar el lugar de los Estados Unidos en el mundo. Al comienzo del siglo XXI China se encuentra al frente de los EE.UU. en la misma posición donde estos se encontraron con Inglaterra a principios del siglo XX. Se necesitaron dos guerras mundiales para que los Estados Unidos reemplacen definitivamente a Inglaterra. Pero en nuestros días la productividad es tal que el crecimiento del capitalismo es mucho más rápido, y envejece también mucho más rápidamente. Esto significa que, en el caso que el proletariado no pueda detener la loca carrera del capitalismo mundial, bastará sólo una guerra mundial.

Si se prolonga la curva que representa al grupo de los viejos imperialismos y la que representa a Asia, se puede predecir su punto de intersección. La fecha varía según el tipo de la función de aproximación utilizada. La curva de Asia es prácticamente una línea recta, y por lo tanto puede ser representada por una función lineal (ax + b). La de los Estados occidentales, Japón incluido, es más compleja. Si se presenta como una función lineal, el punto de intersección se produce en 2033, mientras que si se utiliza una función de segundo grado (ax² + bx + c) el punto de intersección se anticipa al 2019.

En el entretiempo vamos a tener otra crisis de sobreproducción, que prevemos para 2018-2019. Entre estos gigantescos choques de la historia surgirá la alternativa: la Revolución comunista internacional o la Tercera guerra mundial.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Necesidad de una organización sindacal internacional de los trabajadores portuarios

El capitalismo intenta realizar la circulación de las mercancías, de manera similar a la de su producción, lo más rápido posible, para que las mercancías regresen, a través de la venta, en la forma de dinero, realizando así la plusvalía. Con el fin de reducir los tiempos de transporte la cantidad de capital invertido en el sector marítimo es enorme.

Igualmente grande es el ataque a la clase obrera, porqué la automatización implica un choque con los intereses inmediatos y vitales del proletariado. La automatización permite al capital conseguir el objetivo de trabajar 24 horas al día por 7 días a la semana: la máquina poco se lesiona, no se enferma, pero en cambio en los puertos o en las embarcaciones paradas o bloqueadas, incluso de modestas dimensiones, pueden causar grandes pérdidas a las compañías navieras.

Así que en los próximos años los economistas burgueses estiman – o sueñan – reducciones del 40-50% de la fuerza de trabajo en los puertos.

Compañías navieras y operadores de terminales marítimos no disimulan sus intenciones en esto. El objetivo de la destrucción de toda fuerza obrera organizada es perseguido con dureza y en una creciente coordinación internacional, resultado de la concentración y centralización del capital, particularmente elevada en esta rama de la industria. Por ejemplo, la danesa APM Terminal (AMPT), el tercer operador mundial en los muelles, es propiedad de Maersk, la primera compañía de navegación en el mundo.

En este escenario los trabajadores portuarios trataron de levantar la cabeza, aplastados por la presión de los patronos, de sus gobiernos, y de la insuficiencia del frente sindical, débil, fragmentado, corrupto. Tal vez en ninguna otra categoría de la clase trabajadora más que en la de los portuarios es evidente la necesidad de una organización sindical internacional de los trabajadores, capaz de desplegar huelgas simultáneas en los puertos de diferentes países en un área suficientemente amplia para impedir el desvío de las mercancías de un puerto a otro.

Los portuarios españoles -organizados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar- gracias a una ola de huelgas efectuadas en febrero y principios de marzo, ganaron una dura batalla. El gobierno nacional había presentado al Parlamento una radical reforma laboral en los puertos españoles, para cumplir con una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo en 2014, que exigía la retirada de las autoridades portuarias de la gestión del trabajo en los muelles, encomendándola a las compañías de terminales. El 16 de marzo, el Parlamento se vio obligado por las huelgas a votar en contra de esta ley. Es digna de elogio la importante acción de los portuarios portugueses, que en algunos puertos se han negado a descargar barcos desviados a puertos españoles.

También los portuarios suecos estuvieron en huelga en Gotemburgo, el puerto más grande de Escandinavia, en el terminal de APM-Maersk en contra de un acuerdo nacional firmado por un sindicato minoritario.

En el 2016 el gobierno griego privatizó los puertos más importantes del país. Cosco, el mayor grupo Chino de transporte marítimo, compró el 67% del Puerto de Pireo. El gobierno griego fijó el 24 de marzo la fecha tope de presentación de ofertas de adquisición para el puerto de Tesalónica. Todos los puestos de trabajo se convertirán en puestos de trabajo precarios con un impacto devastador por las condiciones de de vida y de trabajo de esta parte de la clase.

En Italia, en el Puerto de Gioia Tauro, una huelga de cinco días, organizada por el sindicato SUL, en el mes de marzo, incorporó 1.200 trabajadores para protestar contra los 400 despidos declarados por la MCT, la sociedad que gestiona el puerto de contenedores. La huelga se suspendió momentáneamente, reagrupando el frente sindical que pide, en las negociaciones, que el número de despidos descienda a 274.

En los Estados Unidos, en la costa atlántica las autoridades portuarias están tratando de reducir el número de los sindicatos entre los portuarios: en la mayor parte de los lugares de trabajo en los EE.UU existe un solo sindicato. Esto porque en el puerto de Nueva York una serie de huelgas salvajes fueron organizadas por los sindicatos más pequeños.

En la costa del Pacífico el principal sindicato de los portuarios, el Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes (ILWU), en los últimos años ha bloqueado repetidamente los puertos. Merece la pena mencionar en particular la lucha en el terminal de Longview el cual, después de numerosas huelgas, se vio obligado a aceptar a los trabajadores inscritos en el ILWU. Por otra parte, siempre en la costa oeste, ha habido muchas huelgas llevadas a cabo por los manejadores de contenedores, huelgas coordinadas por organizaciones no oficiales que han bloqueado durante varios días a los puertos.

Fue en el 2014 la durísima huelga en Costa Rica que duró del 22 de octubre al 5 de noviembre, que terminó victoriosamente para los trabajadores impidiendo la concesión del Terminal de Contenedores de Moín a la danesa APM.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Vida de Partido
Reunión General del Partido en Florencia

27 a 29 enero 2017

 Los temas tratados en esta reunión fueron los siguientes:

1. India: El movimiento nacional
2. Curso del Capitalismo: Producción y Comercio
3. Lecciones de la fallida revolución en Alemania
4. La cuestión militar: la primera guerra en el frente italiano
5. Los Arditi del Popolo
6. La Revolución Húngara
7. Informe de los compañeros venezolanos

La reunión se realizó de manera óptima, según nuestra práctica, en pleno orden y atención, tanto en la parte organizativa, en la evaluación de las situaciones y de los planes a realizar, como en la exposición de los numerosos informes. Aquí, como de costumbre, damos a los lectores una primera síntesis breve.

Aquellos que sostenemos que el embrión del gran partido de la revolución comunista, destructor internacional del capitalismo, está vivo hoy en la determinación de nuestro pequeño grupo de militantes disciplinados en torno al programa histórico y conocedores de nuestra ciencia de clase y la tradición de la guerra social.

En la útil superposición de beneficio y sana sucesión de las generaciones de comunistas, se trata para el partido de trasmitir los modelos interpretativos ya sea del mundo o de si mismo que son la dialéctica y drástica negación de la burguesía.

El capitalismo en su agigantamiento y su enfermedad tiende inexorablemente a imponer cada vez más extensa y urgente la premisa de su destrucción y su derrocamiento por el comunismo, y el partido en la sociedad actual representa esa superación, anti-individualista y anti-mercantil.

Si la clase obrera sigue viviendo en la sociedad de la mercantilización del hombre y la guerra interespecífica, su partido revolucionario está en condiciones de valorarla y combatir contra ella desde el exterior. El sindicato está inmerso en el ambiente de competencia, y el regateo del precio de la fuerza de trabajo es su propósito esencial, pero el partido no es el sindicato, sólo se propone dirigirlo desde el exterior. También los soviets, el Estado de la dictadura proletaria, el Ejército Rojo, son instrumentos indispensables, órganos de la clase obrera, en los cuales es inevitable la influencia, minoritaria, de otras direcciones no comunistas. Pero el partido no es el soviet, no es el Estado, no es el ejército, y es incompatible con su naturaleza y con sus fines adoptar en su interior los métodos del sindicato, de los soviets, del Estado, del ejército.

No en el sentido de que en el partido se abrirá un espacio de libertad policéntrico y de disciplina floja: por el contrario, sólo en el Partido Comunista, a diferencia de otros cuerpos intermedios funcionales entre el partido y la clase, es posible una superior forma histórica de convergencia de intención y de trabajo, una disciplina (que significa “aprender”), negadora de la democracia, histórica bandera burguesa.

En este espíritu ordenamos también el trabajo en nuestras reuniones, y en las reuniones generales del partido en particular, un método, por cierto, apreciado y tendencialmente aplicado en todas las formas históricas precedentes del partido, desde la Liga de los Comunistas a la Primera Internacional a la Tercera en sus primeros años.

En las reuniones trabajamos para alcanzar este resultado, para recibir la riqueza de las contribuciones provenientes de la periferia en los diferentes idiomas y en su parcialidad, para hacerlas converger y entrar en el grande y complejo cuerpo unitario de la doctrina de nuestra corriente de Izquierda Comunista, en el bagaje interpretativo común y en la dirección que el partido establece a la guerra social permanente de la clase obrera.


Historia de la India: el movimiento nacional

El compañero continuó la exposición del informe sobre la historia de la India describiendo las organizaciones hindúes y musulmanas que se opusieron al régimen colonial hasta la primera década de los años 1900. Durante la primera sesión del Congreso Nacional Indio, celebrado en Bombay en 1885, poco representadas, además del componente bengalí, fue la musulmana, con poca presencia en las nuevas profesiones de las cuales provenía la mayoría de los delegados, abogados, médicos, periodistas y profesores. Sin embargo, algunos grandes príncipes vasallos, un cierto número de la aristocracia maratha y algunos industriales dieron una valiosa contribución financiera.

A ´partir del Congreso de 1887, celebrado en Madrás, afluyó un número de grandes terratenientes, comerciantes y banqueros e incluso pequeños y medianos propietarios de tierras, líderes de aldeas y líderes religiosos musulmanes, cambio que fue resultado de la creciente presión a la que fueron sometidas estas clases después del proceso de centralización iniciado por el Estado colonial.

Fue elaborada una moderna ideología nacionalista. Las críticas a los lazos de dependencia económica colonial de la India a Gran Bretaña: el reverso de los grandes méritos políticos y sociales del Raj eran el ininterrumpido drenaje de riqueza.

Se crea una moderna concepción de una nación india, con reivindicaciones políticas no como ciudadanos del imperio sino como parte de una nación. Aunque en un territorio tan extenso como la India casi todos los elementos objetivos parecían estar ausentes, de acuerdo con la ideología de la época, se habrían debido caracterizar como una identidad nacional. La India, en efecto, como no se cansaba de repetir la burguesía británica, no era uniforme como raza, religión, cultura y lengua. La respuesta dada por los primeros teóricos indianos, obviamente, no era materialista, sino subjetiva: para Surendranath Baneijea, influenciado por los escritos de Giuseppe Mazzini, una nación surgía cuando los miembros de una comunidad reivindicaban una membrecía en un determinado territorio.

La benévola neutralidad en la confrontación del Congreso por los líderes coloniales se transformó a la vuelta de pocos años en una explícita hostilidad y las demandas del Congreso, a pesar de su moderación, pronto fueron interpretadas como cercanas a la sedición.

Sin embargo, después de que el Congreso fue tomado por los nobles indios era necesario dar una respuesta: en el curso del último decenio del siglo XIX se produjo una serie de reformas administrativas. Tales medidas fueron juzgadas del todo inadecuadas por el Congreso, pero alcanzaron el objetivo de abrir nuevos canales de conexión entre los vértices coloniales y los nobles. Estos últimos se dieron cuenta de que podían tratar en un plano de casi paridad con la clase colonial. En consecuencia, en la segunda mitad de los años noventa, gran parte de los nobles abandonó el Congreso.

Para el Congreso el único remedio posible era una estrategia que movilizara detrás de los ideales del nacionalismo sectores más amplios de las masas indias. Oposiciones objetivas de clase lo hicieron difícil. Las masas indias eran predominantemente rurales y generalmente muy pobres. Ciertamente esto fue también el resultado de la explotación colonial, pero había clases privilegiadas, en particular latifundistas y grandes comerciantes, sólo excepcionalmente ingleses, entre los beneficiarios del sistema colonial, y muchos de los nobles con cuyo apoyo el Congreso había contado y con cuyas demandas políticas estaba comprometido. Para el Congreso interpretar las exigencias de las masas campesinas significaba contraponerse a las clases privilegiadas indias.

La lucha de clases sin embargo, no estaba en absoluto en el programa de esta organización, al contrario los intelectuales nacionalistas, que conocían bien la miseria y la discriminación social, pensaban, sin embargo, que la movilización de las masas debilitaría el movimiento nacionalista, contraponiendo una parte del pueblo, los explotados, con las clases dominantes indias. Al no alinearse con los desfavorecidos, el Congreso prefirió, en la segunda mitad de los años noventa, perder su influencia política.

Se intensificaron algunas tensiones internas, la vieja dirigencia moderada fue desafiada por una nueva corriente más radical, “extremista”, pero socialmente conservadora. Su intransigencia política fue acompañada por una timidez hacia las reformas socioeconómicas, no muy diferente de la de los moderados. Ellos lograron abrirse paso sólo recurriendo a la utilización política del Hinduismo, un lenguaje de metáforas y figuraciones de la tradición religiosa hindú. En cuanto al Hinduismo político, se hacía cada vez más popular en esos años entre pequeña burguesía urbana hindú y los estudiantes, no dándose un seguimiento de las masas al nacionalismo. El Hinduismo se volvió hacia los campesinos golpeados por la grave carestía en el Deccan en 1896, pero también al naciente proletariado de Bombay, mostrando que deseaba proteger los derechos sindicales de los trabajadores, pero sólo aquellos que no dependían de los patronos de la India, con los cuales el hinduismo buscó establecer buenas relaciones.

Mientras tanto crecía la tensión incluso dentro de los llamados musulmanes occidentalizados, parte de los sectores supervivientes de la aristocracia moghul, cuya dirigencia política estaba, sin embargo, estrechamente ligada a los ingleses.

En esta compleja situación, las corrientes anti-británicas, tanto en el ámbito del Congreso como entre los jóvenes musulmanes occidentalizados, fueron alimentadas por la política británica que puso en marcha una serie de medidas con miras a la reducción de los costos.

En el Congreso la lucha se focalizó en dos peticiones adelantadas por los “extremistas”: una forma de auto-gobierno idéntica a la que ya gozaban la dominios “blancos” y ampliar el movimiento de boicot a toda la India. En 1907, en Surat, las obras del Congreso se resolvieron con la mayoría moderada que formalizó la expulsión de los extremistas.

La división del Congreso dio a las autoridades coloniales la posibilidad de intervenir con mano dura. Los principales líderes y los más activos militantes de la corriente extremista fueron arrestados y, en general, condenados a duras penas de prisión. En la primavera de 1908, el Nuevo Partido extremista se dispersó y se redujo a la impotencia. Todavía estaba activo un movimiento terrorista, que pronto fue infiltrado por el Departamento Central de Inteligencia de la policía india y, aunque podría ser peligroso para algunas personas británicas, estaba lejos de representar una amenaza real para el Estado colonial.


Curso del Capitalismo Mundial

El informe sobre el curso de la crisis económica mundial ya aparece en las páginas de este mismo número.


Lecciones de la fallida revolución en Alemania

Se continuó con el estudio y la reexposición de los trabajos del partido dedicados a la fallida revolución en Alemania.

Después de haber expuesto en la reunión general de mayo de 2016, el examen de “Revolución y contrarrevolución en Alemania”, pasamos al artículo “Inmadurez del despliegue revolucionario en Europa en los eventos en Alemania en 1920-1921”, dedicado a la particular situación en Alemania y en el más amplio tratado “Il proceso de degeneración de la Tercera Internacional”. Este artículo está conectado al trabajo expuesto anteriormente, que describe los hechos acaecidos hasta la semana espartaquista de principios de 1919, y cubre los años 1919, 1920, 1921.

Formado el 1 de enero de 1919, el Partido Comunista de Alemania contiene ya en sí mismo todas las deficiencias teóricas y tácticas que lo acompañarán en sus futuras derrotas. El defecto consejista no perdonó ni a Rosa Luxemburgo ni a Carlo Liebknecht. Rosa propone salir de los sindicatos, que eran feudos del oportunismo, asumiendo la tarea de la creación de los consejos obreros. Carlo el 5 de enero de 1919 aceptó participar en un plan insurreccional, junto con los Independientes de izquierda y los Capitanes Revolucionarios, pero al día siguiente los Independientes retiraron su apoyo al Comité Revolucionario de Berlín, preparando el terreno a los esbirros de Noske. Rosa y Carlo fueron asesinados el 15 de enero.

En febrero, se abre en el Ruhr la campaña por la “socialización” de las minas: de nuevo la dirigieron en conjunto los espartaquistas, independientes y la mayoría. A la que seguirá, después de la enésima traición socialdemócrata, un baño de sangre. La misma suerte se correrá pocos días después en la zona de Halle en la campaña por la “socialización desde abajo” de las empresas. Una nueva edición del “Comité de Huelga de tres” en marzo en Berlín también resultará en una nueva derrota trágica, con 1.500 / 3.000 masacrados, entre los cuales una de las figuras más importantes de la izquierda alemana, Leo Jogiches.

En abril en Mónaco se escenifica la farsa atroz de la proclamación de la República de los Consejos de Baviera, solicitada por los independientes y la mayoría, que logran involucrar también a los comunistas, para entregarlos de inmediato a las fuerzas de la represión.

A finales de 1919 el KPD entra en contacto más estrecho con la Tercera Internacional, que en aquel momento logra romper el aislamiento al cual la obligó la guerra civil en Rusia. A partir de entonces, la Internacional elaborará todas las resoluciones políticas y tácticas relativas a Occidente en función de la Revolución Alemana. Inicia un influenciamiento recíproco entre el KPD y la IC que será una de las causas de la degeneración de la propia Internacional.

La prueba más evidente de que el KPD estaba fuera del camino del marxismo se hizo evidente en el episodio del golpe de Estado de Kapp. A pesar del nacimiento de la República de hecho, la burguesía no dormía tranquila ya que el proletariado alemán había sido golpeado pero no derrotado. Además el Tratado de Versalles había sido un duro golpe para la nación. En esta situación, se decidió el golpe de Estado de Kapp. Los aparentes artífices principales fueron el comandante de las tropas en Berlín, Von Lüttwitz, y Wolfgang Kapp, un hombre de los Junker y de los altos funcionarios estatales. El 13 de marzo de 1920 Lüttwitz ocupa Berlín destituyendo el gobierno de Ebert.

Inmediata fue la reacción del proletariado alemán después de lo cual se instaura un Comité de Acción que comprende al SPD, USPD y los sindicatos: es proclamada la huelga general, toda Alemania se detiene.

En un primer momento el KPD declaró que el choque entre la república y la monarquía no interesaba directamente a los trabajadores y que el partido iba a invitar a los trabajadores a una huelga general sólo en la perspectiva de tomar el poder, no para salvar a Ebert y Noske. Tal posición hubiera sido justa si la de Kapp no hubiera sido sino reminiscencias de guglielmine. Pero, más allá de las formas, Kapp representó a la burguesía que quería acabar con la insubordinación del proletariado. Esto, incluso antes de que el KPD, fuera notado por los trabajadores, que bloquearon en un día toda Alemania. Sólo en este punto el KPD cambia completamente la posición y proclama: “Por la huelga general! Abajo la dictadura militar! Abajo la democracia burguesa! Todo el poder para los consejos obreros!”.

El 17 de marzo Kapp y Lüttwitz se dan a la fuga, pero la huelga no se apacigua. SPD, USPD y los sindicatos deciden continuar con el intento de controlar la situación. La socialdemocracia, acorralada, idea la perspectiva del “gobierno de los trabajadores”, formado por “partidos obreros”. En este punto, las organizaciones sindicales, dadas las “buenas intenciones” del nuevo gobierno de Mueller, deciden poner fin a la huelga. El proletariado muerde el anzuelo, pero lo que es mucho más grave es que el KPD muerde el anzuelo. Escribe “Rote Fahne” el 26 de marzo: “El KPD piensa que la constitución de un gobierno socialista creará condiciones extremadamente favorables a la acción enérgica de las masas”.

El episodio plantea el fantasma del Gobierno Obrero mucho antes que lo haga la Tercera Internacional y se pone de manifiesto en el KPD el alma legalista. Es expulsada del Partido el ala conciliadora. El 5 de abril, una conferencia de la oposición al centro de Levi, que había asumido la dirección del KPD después de los acontecimientos de 1919, da lugar a la fundación del KAPD, Partido Comunista Obrero alemán.

El resultado de una profunda confusión de la dirección política del mismo Ejecutivo de la Internacional será su invitación, durante el Segundo Congreso, a los tres partidos “obreros” (a la izquierda USPD, KPD, KAPD) a fundirse en un único partido sobre la base de las 21 condiciones de admisión. El problema de fondo para la Internacional era crear en Alemania un partido numeroso, que tuviera peso organizativo y seguidores entre los trabajadores. Así mismo Zinoviev intervendrá en octubre directamente en el Congreso USPD en Halle auspiciando una escisión del Partido Independiente. Efectivamente el USPD se escindió en dos y más de la mitad de sus adherentes siguió en la Internacional. El Comité Central del KPD saludó benévolamente la ruptura ocurrida en Halle auspiciando la más pronta fusión. En diciembre en Berlín la unificación se producirá, sin embargo, sólo entre los Independientes de izquierda y los Espartaquistas. El KAPD no adherirá al nuevo Partido, prefiriendo permanecer como partido simpatizante de la Tercera Internacional.

El Partido Comunista Alemán Unificado (VKPD) es un partido de masas, tiene 400.000 inscritos y una dirección paritaria entre los ex Espartaquistas y ex Independientes, Levi y Däumig son los dos presidentes.

Levi fue el precursor del Frente Unido Político. El 8 de enero de 1921 publica, en estrecha colaboración con Radek, una Carta Abierta dirigida a las centrales sindicales, al SPD, al la USPD y al KAPD, en la cual se invitaba a las “organizaciones obreras” alemanas a unirse en una plataforma unitaria para la defensa inmediata de los trabajadores. El momento y la forma en que se colocó sembraron gran confusión en el partido: en Mónaco se realizarán manifestaciones del nacional-bolchevismo; los comunistas se mezclaron con las manifestaciones de la burguesía contra el Entente; en el Landtag los diputados comunistas presentaron una moción de protesta en conjunto con los diputados burgueses; en el órgano del VKPD de Baviera que preconiza el “Frente Unico de la juventud”, se invitará a los estudiantes, que se habían distinguido en la represión de la República de los Consejos de Baviera, a unirse a los trabajadores en un “nuevo sentimiento nacional” ...

Las repercusiones en el seno de la Internacional son de no poca importancia y el partido se debate en una grave crisis. A principios de marzo de 1921 el Ejecutivo de la I.C. empuja al VKPD a la acción. El 16 de marzo Brandler presenta un informe en el cual sintetiza las exigencias del momento: debemos movilizar a las masas. Encontramos la nota “teoría de la ofensiva”.

Pero el 19 de marzo el socialdemócrata Hörsing, jefe de la policía de la Sajonia prusiana, hace ocupar la guarnición de Mansfeld con la clara intención de desarmar a los obreros, ahora en armas después del golpe de Kapp. El VKPD proclama una huelga general e invita a todos los trabajadores a las armas. El llamamiento, sin embargo, es sólo realizado en el centro de Alemania. Enfrentamientos entre manifestantes y la policía tienen lugar en Halle, Berlín, Dresde y Leipzig, pero ya el 28 de marzo es evidente que la acción ha fallado. El 31 de marzo el propio Partido revoca la acción. Una vez más el proletariado y el Partido Comunista sufrieron una dura represión. El VKPD es duramente debilitado y rápidamente disminuye sus miembros.

Todo el Tercer Congreso de la I.C. se enfoca en su crítica a la Acción de Marzo. Son conocidos los argumentos de Lenin, que se resumen en la fórmula: antes de llamar al proletariado a la acción decisiva se debe estar seguro de haber conquistado la “mayoría” a los principios del comunismo.

La Internacional no fue capaz de comprender la crítica de la Izquierda Italiana a la fórmula de la “conquista de la mayoría”, que en occidente, en la situación de retroceso del movimiento, no podrá más que ser interpretada como una invitación a levantarse en el plano legalista y parlamentario. No es buen método buscar a tientas enderezar un error por medio de un error de signo opuesto. Se debilita al Partido y se siembra confusión en el proletariado. No por casualidad después del Tercer Congreso la Internacional se coloca sobre una pendiente de la cual no se recuperará.


La cuestión militar - La Primera Guerra Mundial en el frente italiano

En cuando a la exposición de la cuestión militar, ´para la Primera Guerra Mundial, antes de presentar los movimientos en los diversos frentes, se aclaró la novedad y la diferencia respecto a las guerras anteriores desde un punto de vista militar y estratégico: un verdadero y propio sistema industrial que destruye recursos y vidas humanas para la renovación del capitalismo. Un proceso que inicialmente no fue bien comprendido por los jefes militares ni por los políticos, que fueron, a su pesar o no, participes en un vórtice del cual no tenían una idea clara, y que pensaban poder resolver sólo con organización, las reservas razonables, voluntad de victoria y consumo fatalista del material bélico menos costoso, el humano.

Los términos de este tema se aclararon mediante la lectura de pasajes esclarecedores de exponentes del alto mando austro-húngaro y prusiano, que anticiparon la teorización de la Segunda Guerra mundial. Esta, que explotó después de sólo 20 años de la primera, constituye prácticamente una continuación de la solución definitiva de problemas no cerrados, incluso gangrenados, con la paz y las consecuencias políticas de la Primera, que no había resuelto nada en el ámbito europeo en el plano de la dinámica imperialista de los Estados y habían puesto materialmente a la orden del día la solución revolucionaria en Europa. La Segunda Guerra concluyó las cuestiones entre los Estados los cuales, enseñaron, a perdedores y vencedores, de los errores al cierre de la Primera, impidiendo cualquier posibilidad revolucionaria, destruyendo los fundamentos del partido internacional de clase.

 Todo esto garantizó entonces una larguísima paz capitalista bajo el control de la potencia dos veces vencedora, confinando las guerras y los conflictos en las áreas del considerado Tercer Mundo, o en la periferia de los grandes países capitalistas.

La Primera Guerra Mundial fue signada por el fracaso y la traición de las socialdemocracias nacionales, del vergonzoso colapso de la Segunda Internacional, cuyos partidos se manifestaron a favor de los frentes bélicos nacionales. La segundo fue el desastre total para el proletariado internacional, traicionado por el falso mito del socialismo “en un solo país” y el mito de la guerra “contra el fascismo” para la defensa de los Estados democráticos.

Las dos guerras tienen en común la destrucción industrializada de recursos y vidas humanas, aunque de manera diferente: de “trincheras” la primera, al menos para los frentes europeos al oeste y al sur, de “movimientos” la segunda. En el plano militar incluso la corrección “corta” del plan de Moltke respecto al original de Schlieffen para la invasión de Francia, obligó a la comprensión del alto mando alemán de la lentitud de los desplazamientos y la consiguiente dificultad de sostener adecuadamente frentes en rápido avance, llevados a la aniquilación en el frente occidental de los ejércitos Aliados, pero se convirtió en un terrible y agotador choque estático de guerra de trincheras; también la súbita avanzada para la ruptura de los frentes, por ejemplo, en el frente italiano, la derrota de Caporetto y la posterior invasión de la región de Veneto, se atascaron a continuación, en enfrentamientos estáticos, sangrientos pero estériles (resistencia italiana en el frente del Grappa).

En la Segunda Guerra Mundial Alemania, que había hecho propia la lección sobre el empleo de las fuerzas acorazadas, teorizada por el compañero Mariscal Tukachewskij, ejecutada de manera diferente con los medios técnicos disponibles, y con un concepto claro de cómo utilizarlos contra una fuerza militar organizada según los criterios de la guerra anterior. Guerra, la segunda, que se caracterizó como “consumo dinámico” y fue ganada por la potencia industrial de Estados Unidos, exactamente como la Primera.

Para el Imperio Austrohúngaro la guerra representó el último intento de contener la desintegración irresistible del complejo estatal de la doble monarquía, minado por las fuerzas nacionalistas de las diferentes burguesías; sólo el ejército, en una peculiar forma compuesta austro-croata-bosnio-checa y húngara, se mantuvo firme en el frente; al menos hasta 1918, cuando las condiciones de consumo desproporcionado de recursos bélicos, de víveres, de la capacidad industrial fue fatal tanto para el Imperio austríaco como para el alemán. Y esto provocó la desintegración a lo largo de las líneas de trincheras nacionales del ejército imperial, por primera vez en la parte checa, y luego en la húngara. La victoria fue de la parte industrialmente más fuerte.

A un año del estallido de la guerra, para la burguesía italiana el pretexto de la ampliación de las fronteras nacionales condujo a una negociación levantina del campo de alianza, a pesar de que el alto mando austro-húngaro fue siempre claro sobre la forma en que se determinaría y, a pesar de las dificultades relacionadas con la intervención en el frente ruso-serbio, no dejó la planificación de la defensa en el frente italiano. Alemania intentó una mediación improbable.

El Tratado de Londres, con las increíbles promesas territoriales a Italia, abrió otro frente contra los Imperios Centrales. Pero las llanuras del frente occidental, al sur, en la frontera entre Italia y Austria, se convirtieron en un accidentado y complejo frente montañoso en el cual la teoría de maniobra “a lo Napoleón” y una organización del ejército totalmente inadecuada en todos los niveles, fracasaron miserablemente en una guerra de trincheras con una terrible falta de preparación militar, de recursos y de armamentos que con once ofensivas sangrientas rindieron un tributo desproporcionado de vidas humanas y recursos materiales.

Todo por conquistas territoriales que no permitieron al ejército italiano, conducido con criterios de implacable y criminal disciplina en contra de sus propios soldados, lograr una ruptura estratégica del frente enemigo. Ni en la quinta ofensiva, que permitió la conquista de Gorizia, objetivo solo propagandístico y de ningún valor militar, ni en la undécima, la más cercana al éxito, con la avanzada italiana en el desolado árido altiplano de la Bainsizza, detenida con una providencial retirada austríaca a sus posiciones mucho más defendibles y en mejores condiciones para permitir una vigorosa y tremenda contraofensiva.

En que medida fue superior la estrategia de defensa elástica y contraofensivas locales, se mostró en la ofensiva austro-húngara en junio de 1916 en el frente del Altiplano de Asiago (considerado “de Trento”) que plantó en las líneas italianas una cuña que la trágica contraofensiva de junio de 1917, sustancialmente fallida pero sangrienta, no pudo eliminar, pero que ni el ejército, ya no guiado por Cadorna, logró romper hasta después del colapso del ejército adversario.

Sustancialmente la guerra en el frente oriental, del Isonzo, se desarrolló en cuatro fases. La primera, desde el comienzo de 1915 (el “Mayo Radiante”) hasta el invierno de 1915-16, que mostró en cuatro inútiles ofensivas el efectivo y extraordinario desgaste de hombres y equipos sin ningún resultado. La segunda fase, de marzo a agosto de 1916, con la quinta ofensiva, desplegada en campo para sostener al ejército francés comprometido en el ciclo ofensivo de Verdún, y la sexta, con la “conquista” de Gorizia, continuó en el sistema de desgaste como criterio estratégico. La tercera fase en septiembre-octubre-noviembre del mismo año, en la séptima, octava y novena ofensiva, marcó el cambio de paradigma con el concepto cadorniano de “carga”. Suspender el esfuerzo ofensivo no significó menos muertes, pero si más concentradas en el tiempo de duración de la “carga”, un golpe más concentrado y decisivo contra el frente adversario. La cuarta fase, por último, en la primavera del 17 vio la reintroducción de la maniobra clásica (en estilo “napoleónico”) con la décima y undécima ofensiva, solamente, esta, para permitir una verdadera ganancia territorial y poner en crisis al ejército austrohúngaro.

La crisis llega hasta el punto de obligar al emperador Carlo de Asburgo a buscar la ayuda de Alemania, que intervendrá con un concepto ofensivo estratégico completamente nuevo y letal, facilitado por una absurda, en términos militares, disposición estratégico-defensiva del ejército italiano.


El PCd’I y la guerra civil en Italia: Los Arditi del Pópolo

En la precedente reunión hemos descrito el nacimiento y el desarrollo del arditismo en época de guerra y su sucesiva reorganización; habíamos puesto en evidencia la ideología pequeña burguesa dominante en aquel movimiento: indefinible y contradictoria, oscilando entre la abierta reacción antiproletaria y un nacionalismo ultraizquierdista.

La continuidad de los Arditi del Pópolo con el arditismo de guerra fue confirmada por el mismo fundador, Argo Secondari, en la entrevista aparecida en el “Orden Nuevo”. Los Arditi del Pópolo nacieron como una rama de aquel movimiento y sus dirigentes durante la guerra no habían formado parte.

Ya en noviembre de 1920, el terror fascista había caído sobre organizaciones políticas y sindicales del proletariado y de las administraciones comunales socialistas. Habían cometido innumerables asesinatos de dirigentes y simples militantes, etc.; y a pesar de estos hechos dramáticos, los Arditis no salieron con las armas a enfrentar los fascistas. Y sin embargo después de los acontecimientos en Boloña, su acción hubiera tenido buena resonancia y conquistado más el favor entre las víctimas del terror blanco, cuando los socialistas inmovilizaron al proletariado y el partido comunista todavía no había salido a la palestra.

Al año siguiente, en enero, se distinguía el Partido Comunista con un neto programa revolucionario e internacionalista. Aquel partido ya en los primeros días de marzo lanzaba al proletariado las directrices de aceptar la lucha sobre el mismo terreno que la burguesía planteaba, respondiendo a la preparación con la preparación, a la organización con la organización, al encuadramiento con el encuadramiento, a la disciplina con la disciplina, con la fuerza a la fuerza, con las armas a las armas. Y la prueba de que esto no se mostraba solamente de palabras era la organización militar del partido preparada, que en varias ocasiones había respondido a las armas con las armas, defendiéndose e incluso atacando.

Así pues los Arditi del Pópolo nacieron en julio de 1921, no tanto porque sintieran la necesidad de conjurar la violencia fascista, o alejar la dirección comunista de la reconquista proletaria. Mas cuando el Partido Socialista predicaba y practicaba la resignación, los Arditi no tenían el problema de la defensa proletaria.

Los mismos fundadores de los Arditis del Pópolo confesaban que un primer momento, el fascismo les parecía inspirado en el patriotismo y a contener la llamada violencia roja.

Más allá de los enfrentamientos entre bandas burguesas rivales, un solo objetivo juntaba a fascistas, arditi, Arditi del Pópolo, danunzianos y socialistas de todas las tintes, el de impedir la dirección del movimiento revolucionario de las masas obreras por parte del Partido Comunista. Que algunos frente al terror blanco, predicaran la paz y la resignación y otros la respuesta violenta no cambiaba en absoluto sus motivos: restaurar y mantener la “paz interna”, es decir el orden burgués.

Así que ninguna veleidad revolucionaria albergaba en los Arditi del Pópolo, de hecho, en el caso de una decidida lucha obrera, no dudarían en dar un fuerte apoyo al fascismo, “inspirado en el patriotismo” para detener la violencia roja.

Los Arditi del Pópolo nacieron improvisadamente y con impresionante rapidez, se organizaron y se extendieron en toda Italia. Se calcula que en el verano de 1921 tenían 144 secciones con unos veinte mil miembros.

Muchos no estaban dispuestos a asumir pasivamente la violencia fascista, e intentaron oponerse con la fuerza e impulsivamente promovieron formaciones de secciones locales; donde se incorporaron comunistas, republicanos, anarquistas, católicos, socialistas y sin partido.

El que proletarios hayan adherido voluntariamente a esta organización fue un hecho, pero no es absolutamente posible que una estructura militar de tal magnitud pueda surgir en apenas días, por la iniciativa de una fracción de las más devastadas de las secciones de los Arditis de Italia, y espontáneamente se haya podido difundir y afirmar a nivel nacional. Para realizar un aparato así era necesario que tomara la iniciativa un organismo bien estructurado, y bien implantado en el interior de la estructura estatal a nivel nacional. Todo esto se mostraba pero muy sospechoso, y más sospechoso aún el hecho que esta milicia armada, así como repentinamente surgió, igualmente desapareció.

Pero vayamos por orden. El centro del Partido Comunista de Italia, decidió claramente que el órgano militar del partido debía permanecer completamente independiente de los Arditi del Pópolo, mientras luchaba junto a ellos, como lo hacían muchas veces, cuando se enfrentaban a las fuerzas del Fascismo y la reacción. Las razones de esta actitud eran esencialmente prácticas, dictadas por un cuidadoso examen de la situación y de las eventualidades que el partido se podía encontrar.

Más aún cuando se manejaban informaciones confidenciales, tomadas por el partido de los medios a su alcance, que mostraban a esa organización no moviéndose desde abajo, sino dirigida de un centro político bien definido: un sector sustancial de la burguesía, del cual Nitti era representante, quienes consideraron conveniente frenar el fascismo, que por su enorme desarrollo amenazaba con ir más allá de los límites que la democracia le había asignado.

Además, los objetivos de la organización de los Arditi del Pópolo eran comunes al socialpacifismo: llegar a un gobierno que respetara la libertad de las organizaciones proletarias sobre la base del derecho común, evitando la etapa de la lucha contra el Estado, de hecho tomando posición contra quien perturbara la llamada lucha civil de ideas entre los partidos.

Entonces, si se hubiese formado un gobierno en el marco de la línea política seguida hasta unos meses atrás por Francesco Nitti, los Arditi del Pópolo se convertirían en una fuerza ilegal al servicio del gobierno legal, no para controlar las fuerzas fascistas, sino para actuar contra el proletariado cuando hubiese emprendido una acción revolucionaria contra el estado dirigido por el gobierno de izquierda, y posiblemente en colaboración con los socialistas.

Muy opuestos a los de los Arditi del Pópolo eran los propósitos de los comunistas. Tendiendo a liderar la lucha proletaria hasta la victoria revolucionaria. Los comunistas negaban (y niegan) que en el régimen de la burguesía pueda haber una vida social normal y pacífica, y plantean la antítesis clara entre la dictadura de la reacción burguesa y la dictadura de la revolución proletaria.

Durante la exposición del informe, entre otros documentos presentados, se leyó un artículo escrito por Umberto Terracini para la publicación “Correspondance Internationale” del 31 de diciembre de 1921, titulada: “Los Arditi del Popolo, una audaz maniobra de la burguesía italiana”. Aquí sólo podemos citarlo brevemente: “El país” (...) El órgano de Nitti, duplicando sus ataques contra el gobierno acusándolo de fomentar la guerra civil. Mientras tanto, el misterio de la formación de los primeros Ardites (del Pópolo) se aclara. Finalmente se supo que era nada más que una maniobra directa de Nitti, quien tenía la intención de tener un movimiento antifascista, dirigido principalmente contra Giolitti (...) por lo que no era de extrañar que si caía Giolitti, los Arditi del Popolo se desintegraran rápidamente. No creado para luchar contra el fascismo, sino para influir en la opinión pública en contra de la política de Giolitti, esa era la razón de su existencia (...) La creación de los Arditi del Popolo no era más que una maniobra de ciertos elementos de la burguesía, interesados en aprovechar en su favor parte de las energías proletarias despertadas por los ataques fascistas (...) Fue la prensa burguesa quien creó la leyenda que ponía a los Arditi del Pópolo como una organización proletaria. Cosa que confundía con los Arditi del Pópolo, a cualquier organización que tuviera enfrentamientos con los fascistas”.

La directiva del centro del partido era que los comunistas no podían ni debían participar en iniciativas fuera del propio partido, porque la preparación y la acción militar requerían una disciplina al menos igual a la del Partido Comunista. No habría sido posible obedecer dos disciplinas distintas, una política y otra militar. Los comunistas por lo tanto, no podían aceptar ser dependientes de otras organizaciones en el encuadramiento de tipo militar, ni mucho menos político.

El encuadre militar proletario, fue justamente considerado como la extrema y más delicada forma de organizar la lucha de clases en la que se iba a lograr la máxima disciplina. Y esto significaba que era estrictamente dependiente de la política del partido de clase, que por definición aspira a enmarcar y dirigir la acción revolucionaria de las masas. De ahí la evidente incompatibilidad.

En esos años cruciales de la primera posguerra, hubo tantos movimientos que llegaron con el estatus de “revolucionarios” y tantos fueron sus programas de "revolución". Pero como señaló el partido, fue precisamente la existencia de demasiadas especies de revolucionarios lo que hizo difícil la revolución, exigiendo un enfoque claro de la lucha. La conclusión a la que llegó el Partido Comunista fue que todos esos proyectos "revolucionarios" no eran más que planes para una mejor defensa y preservación de las instituciones burguesas: introducir modificaciones externas para permitir la existencia de contenidos esenciales, es decir, el capitalismo y el mecanismo democrático del Estado, es decir el parlamentarismo. Cada intento de lograr que la atención y el esfuerzo proletario se convirtieran en convergencia en esos programas, debía ser considerado contrarrevolucionario para los comunistas.

El partido puso en guardia a sus militantes y al proletariado en todo, desde la impaciencia revolucionaria, la manía de batir los récord del extremismo, y la peligrosa tesis simplista y facilona, según la cual para actuar rápido hace falta aceptar que todas las alianzas, sin mirar demasiado las sutiles diferencias con los aliados temporales.

El excluir los acuerdos organizativos no les impedía desarrollar acciones, pues las fuerzas comunistas y los Arditis del Pópolo estaban en el mismo lado del frente de combate. Sin embargo, el partido reiteró la necesidad de mantener el control total de sus fuerzas en el momento que se impuso el problema revolucionario, y las alianzas del período anterior habrían sido trágicamente rotas. La simple acción de defender al proletariado contra la reacción no se puede concebir como un acto del proletariado para derrocar al régimen. Por esta razón, los comunistas se negaron categóricamente a participar en acciones políticas de carácter “defensivo” contra los crímenes del fascismo, y que tenían el objetivo de restaurar el “orden”. Para los comunistas esto no era más que una farsa. Los mismos fascistas también tenían el objetivo de “restaurar el orden”.

El Partido planteaba que el problema de la preparación revolucionaria debía ser expuesto sobre las siguientes bases: Afianzar, enmarcar, organizar, también militarmente, la fuerza que tienen como objetivo mover los cimientos del Estado, pero viendo este cambio como una antítesis entre dos eventualidades históricas: es decir la preservación de la sociedad burguesa, democrática y reaccionaria al mismo tiempo, o la constitución del estado proletario basado en la dictadura de clase. Otras soluciones lanzadas por un millar de pequeños grupos (...) solo alimentaban la confusión, tan perniciosa para la revolución (...) La tarea específica del Partido Comunista de actuar como un coeficiente de orientación, y enderezamiento, para asegurar la continuidad en el pensamiento y la acción, en medio del caos de las miles de corrientes “revolucionarias” (...) Otros podrán creer que tienen un camino más corto. Pero no siempre el camino que parece más fácil es el más corto, y mucho merece la revolución para creer que se puede hacer tan de prisa. (" El Comunista", 7 de Agosto, 1921).


La revolución húngara de 1919

Continuamos la exposición del trabajo con el capítulo: La revolución de las rosas y la división de Hungría.

Contemporáneamente a la derrota en el terreno de la armada austro-húngara de octubre de 1918, a partir de junio estallaron numerosas huelgas en toda Hungría: en Petrozseny las minas casi paradas, en Budapest la huelga en poco tiempo se hizo general, paros de los tranviarios, carteros y metalúrgicos solidarizados con los trabajadores en huelga que se niegan abiertamente a obedecer las órdenes de las direcciones militarizadas. Amenazan a los comandantes y oficiales de una suerte similar a la del Coronel de Pecs, que los soldados mataron a golpes de fusil. Algunos trabajadores fueron arrestados, y esto provoca una huelga en la cuenca carbonífera más importante de Hungría. En seguida ante un tiroteo en un taller de los ferrocarriles los trabajadores saquearon las oficinas y entre sus reivindicaciones se destaca la de eliminar a los policías de los talleres.

Con este clima en Hungría se levanta la revolución democrático-burguesa, esencialmente pacífica. Se forma un gobierno provisional, en un principio Carlos IV, a pesar de las protestas del conde Karolyi, instruye a Hadik formar el gobierno, pero sólo 24 horas más tarde, como resultado de la creciente agitación entre las tropas y los trabajadores en Budapest –el PSDU había dado la palabra de ordenar la huelga general en apoyo del Consejo Nacional- la situación cambia y el Archiduque Giuseppe convoca a Karolyi para definir la transferencia del poder de Handik el Consejo Nacional. Forman el gobierno del Partido de la Independencia y del ’48, de tradición liberal-resurgimental y el PSDU, a los cuales están reservados dos ministerios secundarios: Seguridad y Comercio.

El protagonista de la revolución, una vez más, es la clase obrera, aunque no organizada y aún sin su partido, que puede, con las masas campesinas en el ejército, derribar el viejo poder de 4 siglos de los Asburgo. Pese a la derrota en la guerra y en toda la nación, la burguesía permaneció bajo las ruinas de la antigua Hungría junto todos los estratos semifeudales. Con la derrota se vino a menos no sólo la oportunidad para oprimir a los pueblos extranjeros, pero era totalmente previsible que una parte significativa de la población húngara cayera bajo la dominación extranjera. Hungría tuvo que soportar la rendición incondicional en Villa Giusti, mientras que 47 divisiones del ejército oriental francés están marchaban a Budapest.

Los acuerdos apenas suscritos fueron violados y los imperialismos vencedores de la Entente repartieron los territorios históricamente húngaros. Algunos mapas expuestos muestran cómo Hungría perdió dos tercios de sus territorios y varios millones de magiares (húngaros) su ciudadanía.

A principios de diciembre, tres ministros del gobierno Karolyi, exponentes del ala moderada de su partido, intentaron con sus dimisiones de forzar el momento para un retorno a la plataforma original del Consejo Nacional: estaban en contra de la presencia de los socialdemócratas en el gobierno y en contra de los consejos obreros y de soldados, considerados organismos “bolcheviques” influenciados por los comunistas, que estaban organizándose. El intento fallido no encontró el apoyo esperado de los líderes militares y políticos del régimen anterior y, sobre todo, la misión militar aliada en Budapest.

Un mes después una reorganización del Gobierno refuerza el poder de Karolyi, el cual dimite como primer ministro para asumir el cargo de jefe de Estado provisorio vacante en espera de las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente. Los socialdemócratas llevan dos de cuatro de sus ministros.

El informe continuó con la ilustración de los acontecimientos que llevaron al nacimiento del Partido Comunista húngaro.

Al inicio de la primera masacre mundial Bela Kun había sido enviado al frente como oficial del ejército, y en 1916 fue capturado y retenido por los rusos. En un campo de prisioneros se pone inmediatamente en contacto con la organización del partido de Tomsk y se convirtió en un miembro del partido bolchevique. Entre los prisioneros un grupo hace la agitación contra la monarquía y la guerra, al cual Kun dio una dirección decididamente marxista.

A finales de 1917 Kun fue a Petersburgo, donde conoció a Lenin y otros compañeros, comenzó a escribir en “Pravda” artículos sobre la revolución rusa, sobre el movimiento internacional, sobre ex prisioneros de guerra, pero también sobre la clase obrera y los campesinos húngaros. Redacta el periódico “Nemeztkozi Szocialista” y la propaganda entre los soldados húngaros que estaban en el frente y entre los prisioneros de guerra que se habían establecido en Rusia. Incita al proletariado y los soldados a volver las armas contra sus opresores, siguiendo el ejemplo de la revolución rusa, a los trabajadores a ocupar las fábricas, a los campesinos a tomar la tierra de los terratenientes.

El 24 de marzo de 1918, siempre en Moscú, Kun y los compañeros húngaros fundan el Grupo Húngaro del Partido Comunista Bolchevique.

Lenin en el VIII Congreso del PC(b)R a propósito de la Federación de los grupos extranjeros dijo «Decenas de miembros de estos grupos fueron informados sobre los proyectos fundamentales y los objetivos políticos generales con el fin de darles una orientación indicativa. Cientos de miles de prisioneros (...) que vuelven a Hungría, en Alemania, en Austria han hecho que estos países estén ahora completamente contaminados por el virus del bolchevismo. Y si se dominan los grupos o partidos solidarios con nosotros, es gracias al trabajo (...) de estos grupos extranjeros en Rusia, trabajo que ha sido una de las páginas más importantes de la actividad del Partido comunista ruso como la célula del Partido comunista mundial». Presidente de la Federación de los grupos extranjeros y Bela Kun que, junto con Lenin, Marchlewsky, Liebknecht y Luxemburgo firmaron el manifiesto preparatorio del Congreso de fundación de la Tercera Internacional.

«Los internacionalistas -ochenta, ochenta y cinco por ciento son húngaros- combaten bien, entre decenas de miles de personas han dado su vida por el poder soviético» dice Sergej Lazo, comandante de los partisanos en el Lejano Oriente. Participan en numerosas batallas en la guerra civil en todos los frentes: en el ejército a caballo de Budyonny, en Turkestán, en Crimea, a lo largo del Volga y en Siberia.

El Grupo húngaro estaba bien organizado y estructurado: su periódico se publicaba dos veces a la semana en treinta a cuarenta mil copias, además de numerosos panfletos revolucionarios, con la organización del curso de propagandistas, con los libros publicados de la Biblioteca Comunista.

Con un artículo publicado en “Szociális forradalom” el 23 de octubre de 1918 Bela Kun toma definitivamente distancia del Partido Socialdemócrata Húngaro, partido en cual se había formado y había militado desde joven, y le atacó en términos muy claros en su política oportunista y reformista al servicio de la burguesía, de los terratenientes y de la Iglesia en el poder contra el proletariado. Enuncia la necesidad para la clase obrera húngara de un partido comunista revolucionario, que verá su fundación unos días más tarde, exactamente el 4 de noviembre de 1918 en Moscú.

En la conferencia de fundación del Partido, Kun remarca con fuerza el hecho de «no poder colaborar con el PSDU; una colaboración de clase sería imposible, incluso si los dirigentes del PSDU no hubieran ocupado puestos ministeriales y no hubieran concertado compromisos con los partidos burgueses. Nuestras reivindicaciones no podrían ser satisfechas ni siquiera por la democracia más radical y el gobierno más popular. No queremos de la burguesía concesiones particulares. Lo que queremos es el poder, porque sólo su posesión proporciona los medios para liberar al proletariado. La dictadura del proletariado existente en Rusia por más de un año no deja más dudas al respecto (...)

«Riunita en la tarde del 4 de noviembre de 1918 en el Hotel Dresden de Moscú, la conferencia de los comunistas originales del territorio del antiguo Estado húngaro declara que, confirmanda la declaración de principios contenida en el llamamiento aprobado el 25 de octubre del año pasado, se fundó la sección húngara del Partido Comunista Internacional. El nombre de esta sección y Partido de los Comunistas de Hungría. Se adoptará los estatutos del Partido Comunista de Rusia. La Conferencia declara que, en espera de la fundación de la Tercera Internacional de la clase obrera y de la República Internacional de los Consejos, el C.C. del PCR es considerado el representante de la clase obrera internacional y que, para la política general, se atiene a las resoluciones y decisiones de este Comité (...)

«Cada miembro del PCR que sea originario de Hungría dejar tan pronto como sea posible (según las posibilidades) el territorio de la República de los Soviet de Rusia, para ponerse al servicio de la revolución internacional en Hungría. Se crea una oficina extranjera (...) A los miembros del PCR húngaro se les indica transferir sus actividades en Hungría y, de conformidad con los principios del partido, servir a la causa de la revolución proletaria».

El 6 de noviembre de 1918 Bela Kun junto con Karoly Vantus y otros dos compañeros deja Moscú para volver a Budapest.