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N. 10 - septiembre 2017
Indice
Numero precedente - sucesivo
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órgano del partido comunista internacional |
Lo que distingue a nuestro partido: – la línea
de Marx a Lenin a la fundación
de la III Internacional
y del Partido Comunista
de Italia a Livorno 1921, a la lucha
de la Izquierda Comunista Italiana
contra la degeneración de Moscú,
al rechazo de los Frentes Populares
y de los bloques partisanos – la dura obra
de restauración de la doctrina
y del órgano revolucionario, en contacto
con la clase obrera, fuera del politiqueo personal
y electorero |
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– Venezuela: La confrontacion politica interburguesa aparta al proletariado de la lucha por sus verdaderos objetivos historicos
– Contradicciones interburguesas en Venezuela: Asamblea nacional constituyente y lucha de clases
– Amenaza militar de EEUU contra Venezuela reflejo de un choque entre Estados capitalistas
– Brasil: Avanza la reforma laboral. Para aumentar la explotacion de los
asalariados
– El curso catatrofico del capitalismo mundial. La produccion y el comercio
– Necesidad de una organización sindacal internacional de los trabajadores portuarios
– Vida de Partido: Reunion General del partido en Florencia, 27 - 29 de enero 2017: India. El movimiento nacional - Curso del Capitalismo, Producción y Comercio - Lecciones de la fallida revolución en Alemania - La cuestión militar: La primera guerra en frente italiano - Itapia, Los Arditi del Popolo - La Revolución Hungara |
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Venezuela
La confrontacion politica interburguesa
aparta al proletariado de la lucha
por sus verdaderos objetivos historicos
La
confrontación política entre el gobierno y los partidos y
movimientos que lo apoyan, por un lado, y la oposición y los
diferentes partidos y movimientos que allí se agrupan, por el otro,
se ha agudizando hasta retomar los niveles de violencia que se
presentaron hace pocos años con las llamadas “guarimbas”,
barricadas y cierre de calles y avenidas, así como ataque y quema de
unidades de transporte y sede de diferentes instituciones. Durante
los últimos dos años han venido realizando ensayos de diálogo
político entre ambos bandos burgueses, con la intermediación de
expresidentes y luego también del Vaticano.
La
oposición
ha movilizado a masas nutridas principalmente por sectores de la
pequeña burguesía y ha planteado la exigencia de la realización
inmediata de elecciones presidenciales como supuesta salida a la
crisis económica que tiene como efectos más palpables la inflación
y caída del salario real, el desabastecimiento de productos básicos
y el desempleo o inestabilidad del empleo. La jugada de la oposición
crear un ambiente de presión política que propicie o fuerce el
adelanto de las elecciones antes de que el gobierno controlado por el
chavismo tenga tiempo para recuperarse y rescatar la preferencia en
el voto de los electores. La oposición también tiene influencia en
sectores de la clase obrera y en estratos pobres de la población,
pero es la “clase media” la que asume de manera más radical y
firme sus consignas.
La
oposición
se debate en una lucha interna de liderazgos que se expresa en la
coexistencia de una táctica de uso de la violencia, con la esperanza
de que organismos internacionales intervengan a su favor, por un lado
y, por el otro, la movilización de calle que conduzca a realización
de elecciones.
El
gobierno
y los partidos del chavismo logran movilizar a estratos de la pequeña
burguesía y a importantes sectores de la clase obrera y sectores
pobres y han respondido a la oposición con argumentos legales y
constitucionales. La situación de crisis ha venido debilitando el
respaldo electoral del chavismo, que ha respondido con un conjunto de
acciones de corte demagógico como la entrega de comida a través de
los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el
Carnet de la Patria (registro de beneficiarios de las misiones) y la
continuidad de las misiones (programas sociales del chavismo). El
gobierno del chavismo ha invertido importantes recursos en una
estrategia mediática dirigida a presentar una cara de “gobierno
del pueblo” y de “logros de sus misiones o programas sociales”.
El
chavismo internamente también presenta sus contradicciones como
expresión de la pugna de sus liderazgos por el control de los
recursos y de posiciones en el control del gobierno.
De
esta manera, la crisis en Venezuela, aún teniendo como base la
crisis económica capitalista, es básicamente una crisis política
derivada de la disputa de dos grandes frentes o fracciones burguesas
por el control del gobierno.
El
chavismo ha venido desarrollando pactos en su gestión de gobierno
para compartir decisiones a nivel empresarial pero si dar espacio a
los partidos políticos de oposición. Ejemplo de esto es el Consejo
Nacional de Economía, que reúne al empresariado y al gobierno y
donde se toman diferentes decisiones de consenso, mientras en los
medios el gobierno mantiene declaraciones hipócritas y altisonantes
contra el empresariado.
Ante
el recrudecimiento de la violencia en focos aislados en algunas
ciudades y principalmente en las áreas residenciales de la pequeña
burguesía, el gobierno ha respondido no solo con la movilización de
sus seguidores, sino con la represión que ha arrojado saldos de
muertes, heridos y detenidos.
La
jugada política más reciente del gobierno fue la convocatoria a una
Asamblea Nacional Constituyente. Con este movimiento el gobierno
presenta un mecanismo, previsto en la Constitución, que le permite
reivindicar su vocación de diálogo, mientras la oposición mantiene
que la Constituyente es solo una forma de ejecutar un golpe de Estado
y en las primeras de cambio declaró que no participará en la
Constituyente porque ésta no es necesaria para lograr el adelanto de
las elecciones presidenciales. Ya el gobierno comenzó a reunirse con
diferentes sectores de la sociedad para informar sobre esta
convocatoria que conducirá en primera instancia a la elección de
los diferentes constituyentistas. Por supuesto que con esta Asamblea
Constituyente el gobierno pretende ganar tiempo para recuperar apoyo
electoral, distraer a las masas con la expectativa de que de aquí se
derivarán soluciones a la crisis y ampliar su espacio de
conciliación y negociación con sectores empresariales que le han
venido siendo adversos.
Los
trabajadores asalariados se han mantenido siguiendo detrás de las
consignas antiobreras y demagogicas de los dos frentes burgueses en
lucha. Cuando algún sindicato o dirigente sindical ha pretendido
impulsar la lucha reivindicativa al margen de estos dos frentes
burgueses, el gobierno los ha reprimido con la acusación de
terrorismo y ante el silencio cómplice de la oposición.
Los
trabajadores asalariados solo podrán avanzar hacia una salida a la
crisis cuando logren dar la espalda tanto a los chavistas y su
gobierno como a los opositores, cuando reanuden la lucha de clase por
sus reivindicaciones inmediatas, organizados por la base y en
sindicatos de clase y asumiendo el programa revolucionario bajo la
dirección del partido comunista internacional.
Contradicciones interburguesas en Venezuela
Asamblea nacional constituyente y lucha de clases
Como lo hemos expuesto insistentemente en nuestra propaganda, en Venezuela
no está en curso ninguna revolución ni mucho menos de orientación
socialista. En Venezuela el gobierno de Chávez y los chavistas
representó y representa la continuidad de la burguesía en el poder.
Con Chávez, Maduro y los diferentes grupos y partidos que se
aglomeran en la llamada “revolución bolivariana” y el
“socialismo del Siglo XXI”, la burguesía dio continuidad a su
Dictadura de Clase, que se expresa públicamente como una Democracia
Parlamentaria, la Democracia Burguesa, la Democracia que los
chavistas llaman “participativa y protagónica”.
El
surgimiento del chavismo como nuevo movimiento político que llegó
al gobierno en 1999, le permitió a la burguesía remozar su control
político sobre las masas asalariadas, luego del desgaste sufrido por
los partidos AD, COPEI, MEP, CAUSA R, MAS, PCV y otros que, que a
raíz de la crisis capitalista de las décadas de los ochenta y
noventa, del siglo pasado, habían perdido su capacidad de controlar
a las masas y de encauzar políticamente el descontento y la
agitación cada vez más creciente.
El
chavismo una vez en el gobierno y ante un ambiente de amplia
agitación social y de expectativas en las masas, situación política
exacerbada por el factor subjetivo de un imperioso deseo de cambio,
convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, para “refundar la
patria” y “profundizar la democracia”. De esta manera el
gobierno burgués del chavismo, fue encauzando la agitación de las
masas hacia la creación de una nueva Constitución Nacional
(aprobada en referéndum en 1999) y hacia su control político y
organizativo; iniciando un proceso de desplazamiento de sectores
empresariales, políticos, militares y religiosos que conformaban la
antigua cúpula que administraba los intereses de la burguesía, por
una nueva capa burguesa, vinculada
con sectores delincuenciales (Narcotráfico internacional), que da
continuidad a la burguesía en el poder
y que tomó el control del gobierno y de las diferentes instituciones
del Estado, con particular crecimiento en la participación de los
militares en la gestión de gobierno. Esta nueva fuerza política
alternativa de la burguesía liderada por Chávez,
contó con el respaldo del oportunismo internacional, organizado
alrededor del régimen cubano y el Foro de Sau Paulo.
Las
masas asalariadas en Venezuela, más allá de episodios puntuales y
aislados, no han levantado consignas proletarias ni antes ni en lo
que va del chavismo. En todo momento la burguesía ha ejercido el
control político de las masas y sus organizaciones. En algunos
momentos, principalmente en los ciclos de crisis capitalista, que
traen consigo cierre de empresas, desempleo, agudización de la caída
del salario real, acompañados de
un desabastecimiento de alimentos y medicinas que agudizan la
tragedia del hambre y repunte de enfermedades ya erradicadas o
controladas,
también la pequeña burguesía, que se resiste a su proceso de
proletarización, ha impulsado sus consignas, con cierta verborrea
“radical”, esencialmente democrático burguesas de defensa de la
producción nacional, de freno a los monopolios y trasnacionales y
otras reivindicaciones contrarrevolucionarias que han caracterizado a
los movimientos que en todo el mundo se autoproclaman de izquierda y
hasta comunistas, pero que no pasan de ser una opción más de
recambio político para la burguesía y el imperialismo.
Como
era de esperarse, luego de algunos años de recuperación económica,
derivada del aumento de los precios del petróleo, Venezuela cayó en
una nueva crisis que somete a las masas asalariadas a un deterioro
dramático de sus condiciones de vida. Desde 1999 las contradicciones
interburguesas y la confrontación entre los chavistas en el gobierno
y sus opositores han estado presentes. Pero con la agudización de la
crisis y el crecimiento del descontento de las masas, cada frente
burgués ha venido realizando maniobras tácticas en la pugna por el
control del poder. Las masas asalariadas, sin contar con una
referencia revolucionaria que incida en ellas de manera efectiva, se
ha nucleado en torno a uno u otro de los frentes burgueses en pugna,
apartándose incluso de la lucha por sus propios intereses
inmediatos.
LA
ASAMBLEA CONSTITUYENTE DE 2017
DISTRACCION, ENGAÑO Y DEMAGOGIA
La
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) realizada
por el gobierno venezolano surge como una maniobra táctica del
chavismo en respuesta a la táctica de focos de violencia adelantada
por el frente burgués de oposición orientada a propiciar una crisis
política y un adelanto de las elecciones presidenciales. La elección
de los integrantes de la ANC se realizó el 30 de julio y una vez
cumplido este proceso se instalará a deliberar sobre reformas a la
Constitución.
Las
maniobras tácticas de ambos frentes ocurren luego de avanzar en una
confrontación de poderes; primero con el choque de la Asamblea
Nacional (parlamento), controlada por la oposición desde diciembre
de 2015 y más recientemente la confrontación con la Fiscalía del
Ministerio Público (Poder Ciudadano), que rompió con su
alineamiento con el chavismo y abrió espacios políticos a la
oposición. El chavismo busca restablecer su control avanzando hacia
la centralización del poder en la ANC, que se colocaría, como un
supra poder, por encima de los demás poderes y específicamente por
encima de los poderes controlados por la oposición. De allí que el
chavismo ha venido promoviendo a la ANC no solo como un órgano que
reformará la Constitución, sino como un órgano de gobierno. Y como
la oposición decidió abstenerse de participar en estas elecciones,
la ANC será un órgano controlado por el chavismo.
Ambos
frentes burgueses desarrollan sus estrategias mediáticas y sus
alianzas y respaldos internacionales. Esto indica que, como suele
ocurrir, esta contradicción interburguesa es una contradicción
interimperialista. El gobierno norteamericano a mostrado su apoyo a
la oposición política venezolana. El gobierno de Trump ha venido
anunciando medidas de represalia contra funcionarios del gobierno
venezolano, pero sin tocar aspectos económicos medulares, ya que al
fin y al cabo el gobierno de los chavistas les ha garantizado el
suministro constante de petróleo, actividad en la que existe
interdependencia entre los dos países.
Tanto
para el chavismo como para la oposición esta confrontación propicia
la oportunidad de apartar a las masas asalariadas de cualquier lucha
por reivindicaciones como el aumento de salarios, la reducción de la
jornada de trabajo, la reducción de la edad de jubilación, o el
desarrollo de servicios de comedor, lavandería, cuidado de niños y
salud que requieren los trabajadores en general y particularmente las
mujeres trabajadoras. Los dos frentes burgueses y sus respectivas
fracciones pequeñas burguesas, coinciden en la necesidad de defender
la economía nacional y la productividad de las empresas. El chavismo
plantea en su discurso que la Constituyente debe buscar el desarrollo
de una economía productiva y la oposición plantea que para lograr
esto no se requiere una ANC. Pero ambos frentes coinciden en llamar a
los trabajadores a someterse a la sobre-explotación “para salir de
la crisis”. El chavismo distrae a los asalariados movilizándolos
hacia la Constituyente y la oposición los distrae llamándolos a no
participar en la ANC, pero sin ningún asomo, ni siquiera demagógico
de movilizarse por reivindicaciones obreras. Pero para los
trabajadores asalariados no hay salida real a sus padecimientos: si
la crisis capitalista se agudiza (que es lo más probable) aumentará
el desempleo y la caída del salario real y si la economía nacional
se reactiva y las principales empresas recuperan su productividad,
igual la clase obrera tendrá que sufrir la sobre explotación y el
desempleo. La única salida a la crisis capitalista es la revolución
proletaria y ninguno de los frentes que se disputan el control del
Estado en Venezuela quiere ni puede tomar esa dirección y solo son
garantía de conformismo, de conservación del régimen actual y sus
condiciones de explotación del trabajo asalariado y defensa de la
propiedad privada de los medios de producción y de los productos del
trabajo socialmente realizado. Cualquier reforma populista que
ofrezcan los bandos burgueses, no cambiará el modo de producción,
ni afectará la generación y apropiación de plusvalía.
Algunas
variantes políticas que tienden a confluir en una propuesta de
gobierno de Centro, especie de combinación entre “chavistas
críticos” y “opositores moderados” igual se han sumado al
rechazo de la convocatoria a la ANC e igualmente no presentan
consignas obreras y mucho menos revolucionarias.
Así
las cosas, la ANC se convierte en una fuente de distracción para los
trabajadores, distracción que es reforzada por el sindicalismo del
régimen, que no dudó en presentar candidatos y en propiciar
reuniones para preparar las “propuestas de los trabajadores”. La
ANC es una alternativa demagógica y engañosa porque ofrece a las
masas una solución de los problemas que los agobian, derivados de la
crisis capitalista; y la crisis capitalista no tiene una solución
constitucional o legislativa.
Por
supuesto que en esta confrontación entre frentes burgueses por el
control del poder, el chavismo ha asomado la posibilidad de usar la
ANC, por ser una instancia plenipotenciaria, como un instrumento para
ejercer el gobierno por encima de todos los otros poderes (Ejecutivo,
Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano), con lo cual estaría
concretando una suerte de Golpe de Estado Constitucional. La
Democracia da hasta para eso.
Debido
a la posición abstencionista de la oposición ante la ANC,
difícilmente ésta sea un espacio para el encuentro, la negociación
y los acuerdos entre ambos bandos. Sin embargo los procesos de
negociación están en curso y una de las demostraciones de esto fue
el paso del dirigente detenido Leopoldo López a la condición de
“casa por cárcel”. Durante los últimos tres año los espacios
de negociación han estado representados por “Mesas de Diálogo por
la Paz”, “Consejo Nacional de Economía” y los diálogos
acompañados por la iglesia y varios expresidentes de otros países.
En el Consejo Nacional de Economía el gobierno ha construido
consensos con el empresariado para ir tomando medidas económicas.
Pero ahora se trata de llegar a acuerdos políticos que le permitan
al chavismo ganar tiempo hasta llegar a las próximas elecciones
presidenciales en 2018.
La
burguesía tiene las opciones políticas de gobernar y manejar la
crisis económica con el chavismo a través de la ANC, con el
chavismo a través de los diferentes procesos electorales por venir o
gobernar a través de los factores políticos de la oposición, ya
sea que ganen las venideras elecciones (adelantadas o no) o que
ocurra una dimisión presidencial que dé paso a un “gobierno de
unidad nacional”.
El
escenario de una intervención militar de EEUU en Venezuela, para
“restablecer la democracia” ha venido siendo planteado por los
dos frentes burgueses, uno convocándola y otro rechazándola. Pero
una acción de esta magnitud pasa por ver el teatro de operaciones
completo, ya que Rusia, China y otras potencias tienen intereses que
defender en Venezuela. Estados Unidos ha anunciado sanciones que
hasta ahora son insignificantes y tiene que tener en cuenta que
Venezuela es un importante proveedor de petróleo y un boicot a la
industria principal venezolana impactaría negativamente a la
economía estadounidense.
Sobre
la marcha la oposición convocó un Plebiscito que luego llamó
“Consulta Popular”, en una fecha previa a la elección de la ANC,
con la intención de mostrar el nivel de rechazo de la población al
gobierno y a la convocatoria a la ANC y para solicitar el “aval”
de las masas para una insurrección contra el gobierno. Pero el
chavismo en el gobierno reaccionó convocando para la misma fecha (16
de julio) un simulacro de votación para los votantes a la ANC. De
esta manera el 16 de Julio se convirtió en un escenario de
confrontación política en la que el gobierno manifestó que logró
salirle al paso a los opositores con la participación masiva de sus
seguidores y, por otro lado la oposición manifestó haber logrado
una alta votación que promovió con aliados internacionales para
solicitar la suspensión de la convocatoria a las elecciones a la
ANC.
El
gobierno no dio marcha atrás y las elecciones a la ANC se realizaron
el 30 de Julio como estaban previstas.
En
los días previos al 30 de julio, el presidente Maduro reconoció que
entre el gobierno y la oposición se venían realizando reuniones
secretas de negociación. Maduro manifestó que se vio obligado a
hacer pública esta información debido al error cometido por el
expresidente español Zapatero, quien lo declaró a los medios de
comunicación. Inmediatamente se hizo oficial la convocatoria a las
elecciones de gobernadores y alcaldes para el 10 de diciembre, lo
cual era uno de los puntos de acuerdos que se venían negociando
entre las partes,
El
4 de agosto se instaló la ANC e inmediatamente estableció su
Directiva, compuesta por notorios representantes del chavismo. El 5
de agosto la ANC tomó la decisión de destituir a la Fiscal General
de la República y designó temporalmente al Defensor del Pueblo,
reconocido dirigente del chavismo. La ANC adicionalmente resolvió
que su tiempo de funcionamiento ya no será por un máximo de seis
meses sino por un máximo de dos años. Con esta resolución el
chavismo dejó claro que pretendía gobernar desde la ANC y aplastar
la insubordinación de la Asamblea Nacional (parlamento) y la
Fiscalía General.
LOS
TRABAJADORES Y LA LUCHA DE CLASES
Hasta
los momentos los trabajadores asalariados presentan una amplia
desorganización y desmovilización, que en buena medida es el
resultado del trabajo realizado por los sindicatos del régimen.
Esta
situación de desmovilización reivindicativa de los trabajadores se
ve reforzada por la acción conjunta de los patronos y el gobierno,
que les ha permitido reprimir cualquier intento de organización y
acción sindical de clase. Los intentos de algunos sindicatos de base
o de agrupamientos de base de los trabajadores que han tratado de
organizarse independientemente de los frentes burgueses en pugna, y
de asumir las reivindicaciones inmediatas de los asalariados y las
formas de lucha de la clase, han sido reprimidos inmediatamente y con
mucha fuerza por los patronos y el gobierno utilizando como recurso
adicional las acusaciones de terrorismo y conspiración antinacional
y las amenazas de detención de dirigentes y su paso a tribunales
militares.
Esto
hace difícil no solo el surgimiento de sindicatos de clase, sino
incluso de la organización clasista de base de los trabajadores.
Sin
embargo, los resortes económicos y sociales que dinamizan la
contradicción capital–trabajo y que propiciarán la reanudación
de la lucha de clase de los asalariados, están presentes y se irán
agudizando con el avance de la crisis capitalista. El factor clave
pasa a ser el partido revolucionario, llamado a introducir la
conciencia en el seno de la clase obrera, a promover los sindicatos
de clase, la organización de base de los trabajadores y a encauzar
las luchas obreras hacia su confluencia en el choque con la
burguesía, para tomar el poder e instaurar la Dictadura del
Proletariado para la implementación del Programa Comunista, que
marcará el rumbo del proletariado para dar una salida revolucionaria
a la crisis capitalista.
La
Asamblea Nacional Constituyente no aportará ninguna solución a la
crisis capitalista, más allá de algunas medidas populistas y
demagógicas orientadas a disminuir el descontento de las masas
asalariadas.
La
ANC será el instrumento de centralización de la acción de gobierno
que ejercerá la burguesía, con el soporte político del chavismo,
para tomar decisiones políticas y económicas para afrontar su
crisis y contener cualquier reacción de los trabajadores.
Los
dos frentes burgueses mantendrán la realización de los procesos
electorales regionales y presidenciales, como vía para resolver lo
referente a la repartición de cuotas de poder, y como válvula de
escape al descontento de las masas.
Las
acciones violentas de un sector de la oposición política permitirán
justificar la represión a cualquier levantamiento o protesta obrera
que plantee la lucha reivindicativa. Otra justificación a la
represión contra los trabajadores serán los escenarios mediáticos
de amenaza de invasión extranjera, que le permitirán al gobierno
burgués tomar acciones de militarización, y de calificación de
toda protesta como conspiración antinacional.
Toda
lucha reivindicativa de los asalariados que logre levantarse, tenderá
a convertirse potencialmente con rapidez en lucha política contra la
burguesía; siempre y cuando exista una acción de propaganda y
organización del partido revolucionario que incida entre los
trabajadores.
No
faltarán algunos grupos, autoproclamados de izquierda, que se
presenten ante los trabajadores como opciones independientes del
frente del chavismo (PSUV y sus partidos aliados) y la oposición
(MUD, Primero Justicia, AD, Voluntad Popular, etc.). Los trabajadores
deben rechazar todas estas opciones que terminan llamando a “la
defensa de la patria”, a “la recuperación de la economía
nacional y de la industria petrolera”, a “el rescate del legado
de Chavez”, a la “presentación de propuestas clasistas a la ANC”
y a cualquier otra consigna antiproletaria y contrerevolucionaria.
Amenaza militar de EEUU contra Venezuela
Reflejo de un choque entre Estados capitalistas
En
los medios de comunicación se ha divulgado el anuncio del presidente
Trump de que EEUU no descarta la opción militar contra Venezuela.
Con
menos difusión mediática ha circulado la declaración del
Pentágono: «El Pentágono no ha
recibido ninguna orden referente a Venezuela», lo que indica que no
necesariamente la amenaza de Trump tenga un efecto práctico (por
ahora), sino que más bien pudiera ser una pieza dentro de
estrategias mediáticas de confrontación interimperialista.
Rusia
se pronunció en contra de estas amenazas de Trump y criticó el
financiamiento que ha venido realizando el gobierno de EEUU a grupos
violentos opositores al gobierno de Maduro en Venezuela.
Ante
esta situación de tensión y confrontación entre los gobiernos de
EEUU y Venezuela el proletariado venezolano e internacional debe
tener claridad en torno a la correcta posición revolucionaria y
anticapitalista a asumir.
1.
Las amenazas del presidente de EEUU contra el gobierno venezolano
forman parte del ajedrez internacional liderado por las grandes
potencias imperialistas, que en su búsqueda de una salida a la
crisis determinada por la caída de la tasa de ganancias y el colapso
de los mercados, se encaminan hacia una tercera guerra mundial, que
permita rejuvenecer al capitalismo a través de la destrucción de
infraestructuras, mercancías excedentarias y vidas humanas. Las
tensiones políticas entre los gobiernos de EEUU y Venezuela deben
por tanto verse, junto al choque de EEUU con Corea del Norte y la
confrontación imperialista en Siria y Ucrania. Los bloques y
alianzas imperialistas que se han venido conformando a nivel
internacional configuran los posibles frentes que se confrontarán en
una posible tercera guerra mundial y sus motivaciones, detrás de los
discursos politiqueros y demagógicos de todos los bandos, no son
otros que la búsqueda del control de los mercados, de las materias
primas, de las fuentes de aprovisionamiento.
2.
Los gobiernos agresores y los agredidos levantan las consignas de
“defensa de la patria”, de la “soberanía”, de los “derechos
humanos”. El proletariado debe entender que la defensa de la patria
se traduce en la defensa de la economía nacional, que se sustenta en
la explotación del trabajo asalariado, en la defensa del mercado y
la producción de mercancías, que se sustentan en la apropiación
privada de los productos del trabajo social. “Tenemos Patria”
dicen los chavistas en Venezuela, “Tenemos Patria” grita en coro
la burguesía internacional; porque la patria es el espacio donde el
capitalismo cumple su ciclo de extracción de plusvalía. El
proletariado ni tiene ni quiere patria. La Patria es capitalismo y
explotación del trabajo asalariado. Por eso los trabajadores deben
enfrentar por igual a los gobiernos agresores y a los gobiernos
agredidos. El proletariado debe levantar sus consignas
revolucionarias y anticapitalistas y enfrentar al gobierno en cada
país, sin dejarse chantajear por las amenazas de invasión
extranjera.
3.
El chantaje de la amenaza de guerra no debe detener la lucha
reivindicativa de los trabajadores. En Venezuela los trabajadores
deben apartarse de los frentes burgueses que luchan por el control
del gobierno y encaminarse hacia la organización y la lucha por
aumento salarial, reducción de la jornada de trabajo, por la
reducción de la edad de jubilación y otras reivindicaciones,
impulsando sindicatos de clase, sin compromisos con los patronos o el
gobierno y comprometidos con el impulso de huelgas indefinidas y sin
servicios mínimos.
4.
Los gobiernos burgueses de los países agredidos usan las amenazas de
agresión militar como una oportunidad para oxigenarse políticamente
con discursos patrióticos, buscando ampliar el apoyo electoral y
apartando a los trabajadores de la lucha por sus verdaderos
intereses. A esta acción reaccionaria se suman los sindicatos del
régimen.
5.
La penetración de los capitales de China, Rusia, India e Irán,
entre otros, en el negocio petrolero venezolano, obliga a EEUU a
reaccionar para mantener su cuota de control de esta materia prima.
La política del gobierno venezolano de impulsar un “mundo
multipolar” se ha traducido en repartir la torta de sus reservas de
petróleo entre las diferentes potencias imperialistas y entre
algunos países con los que ha establecido alianzas políticas,
dentro de los que destaca Cuba. Internamente también hay un reparto
de la renta petrolera y en este reparto además de la participación
de diferentes grupos capitalistas locales, el gobierno de los
chavistas abrió espacio para la participación de los militares como
agentes económicos a través de una empresa que participa en el
negocio del petróleo y del gas.
Destaca
el desarrollo de un esquema de financiamiento Chino pagado por
Venezuela con embarques de petróleo, que ha sido un negocio redondo
para el empresariado chino y para las mafias corruptas ligadas al
gobierno venezolano. Y si bien EEUU adelanta algunas estrategias para
reducir sus importaciones de petróleo venezolano, existe un parque
industrial en Norteamérica que está diseñado solo para procesar
petróleo pesado con las características del que se extrae en
Venezuela. Por lo tanto EEUU defenderá su acceso y control de parte
de las reservas petroleras más grandes del mundo, ubicadas en
Venezuela, además por un conjunto de ventajas geopolíticas,
militares y logísticas. Todo esto hace de Venezuela uno de los
teatros de operaciones de las confrontaciones imperialistas.
6.
En Venezuela no está presente una confrontación entre socialismo y
capitalismo, como lo quieren hacer ver los frentes burgueses e
imperialistas en pugna y todo el aparate mediático internacional. Se
trata de una contradicción burguesa e imperialista. Los trabajadores
asalariados están llamados a reanudar la lucha de clase y a
presentarse ante la sociedad, junto a su partido, como la única
clase revolucionaria y capaz de salvar al planeta de la destrucción
a la que lo conduce el modo de producción capitalista.
Brasil: Avanza la reforma laboral para aumentar la explotacion de los asalariados
Pese al rechazo de gremios obreros, movimientos sociales y
sindicales, el gobierno de Michel Temer y el parlamento sancionaron el
13 de julio la reforma laboral y esta se convirtió en ley. Entre los
puntos más polémicos del texto está el aumento de la edad de
jubilación, la subcontratación y permitir ampliar la jornada de trabajo
de 8 a 12 horas diarias.
Los sindicatos del régimen, principalmente los vinculados a los
oportunistas Partido de los Trabajadores (PT) y Partido Comunista de
Brasil, rechazaron la reforma laboral y otras reformas propuestas por
el Gobierno de Temer, como la de jubilaciones y pensiones. De hecho, en
los meses previos a julio convocaron a dos huelgas generales y varias
manifestaciones de calle. Pero, como era de esperarse, tanto los
sindicatos del régimen como los llamados movimientos sociales, como el
Movimiento Sin Tierra (MST), terminaron encausando las energías y el
descontento de los asalariados hacia la búsqueda de la salida
electoral, la salida clásica de la burguesía, que pone cíclicamente a
los explotados a elegir al representante de los explotadores, al
administrador del Estado Burgués y del aparataje de represión, al
administrador de los intereses de los capitalistas.
Puntos principales de la reforma laboral aprobada
1. Sube la edad mínima de jubilación
Aumenta la edad mínima de jubilación a los 65 años e iguala la edad
entre hombres y mujeres, y entre trabajadores del campo y la ciudad. En
Brasil, la ley permite que las mujeres puedan jubilarse con 30 años de
cotización, y los hombres con 35 años de servicio público.
2. Congelamiento de los concursos de servidores públicos
Congela por 20 años el presupuesto para la Salud y la Educación. Si
es aprobada la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) no podrán
crearse nuevos puestos de trabajo. El límite de gasto en las áreas de
salud y educación entrará en vigor en 2018. El congelamiento del
salario mínimo es el primer paso para asegurar la reforma de la
Sanidad.
3. Los derechos de los trabajadores podrán ser negociados
La empresa podrá negociar las condiciones de trabajo por una
comisión no sindical de representantes de los trabajadores. Los
acuerdos por sector, empresa e individuales tienen preeminencia sobre
la legislación vigente. Los contratos privados pasan a ser más
importantes que las convenciones colectivas.
4. Se autoriza la tercerización (subcontratación)
El Proyecto de Ley de la Cámara (PLC 30/2015) autoriza a las
empresas a contratar servicios de terceros hasta para la actividad
final que prestan las propias compañías. Esto trae como consecuencia la
disminución de costos de contratación pero universaliza los tipos de
contratos que se relacionan con las actividades medias, como limpieza y
seguridad. Una universidad podría contratar bajo ese régimen a
profesores para que presten servicios de transporte o limpieza. Amplía
las posibilidades de tercerizar tareas, incluso la principal de la
empresa.
5. Aumentan las horas de jornada laboral
Legaliza
la contratación temporaria incluso por pocas horas y permite ampliar la
jornada de trabajo de 8 horas a 12 horas diarias. Se mantendrá la
jornada promedio de 44 horas semanales de trabajo pero estas horas
podrán ser utilizadas en virtud de la necesidad específica de la labor,
con un tope de 12 por día. No se modifican la cantidad de días de
vacaciones, horas laborables por semana ni el aguinaldo. Pero se pueden
fraccionar de diferentes maneras. Las vacaciones se podrán dividir
hasta en tres periodos y podrá haber jornadas laborales de hasta 12
horas (aunque luego con 36 horas de descanso) sin superar las 44 horas
semanales del límite establecido. Se autoriza la "jornada
intermitente", con el pago de salarios sobre una base horaria o por
jornada, y no mensual. Podrá haber contratos parciales de hasta 30
horas semanales o 26 horas y 6 horas extras.
6. Contribución Sindical
La contribución sindical, hasta ahora obligatoria y equivalente a un día de salario al año, pasa a ser voluntaria.
7. Trabajo desde el Hogar
Se reglamenta el trabajo desde el hogar (homeworking) con reembolso para los gastos del empleado.
8. Trabajo de mujeres embarazadas
Se
permite que las embarazadas trabajen en ambientes no del todo salubres
si presentan un certificado médico que asegure que no hay riesgo para
ella o el feto.
9. Condiciones de despido
El monto de las indemnizaciones no estará atado por el salario del trabajador y el preaviso baja de 30 a 15 días.
10. Condiciones para los litigios laborales
Se
ponen condiciones para los litigios laborales. El litigante debe
establecer a comienzo del juicio cuánto dinero desea recibir de
compensación al término del proceso, deberá comparecer a todas las
audiencias judiciales (salvo fuerza mayor) y pagar las costas del
juicio si pierde (a menos que no tenga recursos suficientes).
Los trabajadores brasileños tienen por delante el reto de romper
con la dirección política del los partidos en el gobierno y de los
partidos en la oposición. Ambos frentes políticos representan los
intereses de la burguesía. La lucha de los trabajadores contra la
reforma laboral debe cumplirse fuera del parlamento y dando la espalda
a los llamados a respaldar a las diferentes candidaturas
presidenciales. Los trabajadores deberán acumular fuerzas a través de
la organización por la base y de sindicatos de clase, retomando la
huelga como principal forma de lucha, indefinida y sin servicios
mínimos.
El curso catastrófico del capitalismo mundial
La Producción y el Comercio
Informe presentado en la Reunión General en Enero 2017
A. LA PRODUCCIÓN
El modo de producción capitalista ha trastornado las
antiguas relaciones de producción de la economía mercantil basada en la
economía familiar y campesina y en la pequeña producción artesanal de
las ciudades y de las villas. Ha arruinado y expropiado a los viejos
productores y los ha proletarizado obligándolos a vender el único bien
que les quedó, la fuerza de trabajo, a cambio de un salario. Al hacer
esto, y sustituyendo la producción independiente y dispersa de los
campesinos y de los artesanos por la producción colectiva y
centralizada de la economía mecanizada de la gran industria, el
capitalismo ha minado los cimientos de la producción mercantil y ha
socializado las fuerzas productivas.
En las sociedades precapitalistas la producción, tanto agrícola
como artesanal, se apoyaba en los conocimientos adquiridos en la
sucesión de generaciones. A diferencia del mundo antiguo, que había
recurrido casi exclusivamente al trabajo muscular del esclavo, la
sociedad feudal y el antiguo régimen siempre habían tratado de
mecanizar la producción. Pero esta seguía limitada por la angustia de
la producción familiar del campesino y del límite de la empresa
artesanal y del bajo nivel de conocimientos en que se encontraban. La
naturaleza misma de las fuentes naturales de energía (agua, el viento y
la tracción animal) se constituyó en otro límite.
La gran agricultura capitalista mecanizada y la gran industria,
movilizando inmensos ejércitos de trabajadores, que trabajan
colectivamente y de manera centralizada, utilizando los últimos
conocimientos técnicos y científicos, han hecho superar las
limitaciones de los antiguos modos de producción y han liberado las
fuerzas productivas, y la acumulación frenética del capital han
exaltado el desarrollo a una escala sin precedentes.
Sin embargo, el capitalismo se ha convertido, a su vez, después de
la aparición de los monopolios, hoy llamados “multinacionales”, al
final del siglo XIX, en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas
productivas. Por una parte la acumulación mortal de capital -de por sí
incontrolada- conduce a una socialización cada vez mayor de la
producción, mientras por otra parte la apropiación sigue siendo
privada. Esta contradicción fundamental conduce periódicamente al
capital a crisis de sobreproducción.
La acumulación de capital se basa en la apropiación, en el acto
de la producción, del trabajo no pagado al trabajador: el plusvalor. El
capital proviene de una gigantesca acumulación de plusvalor, es decir
de valor, el valor que no es otra cosa que la cristalización del
trabajo en el objeto producido, ya sea agrícola o industrial.
Mientras más crece la productividad del trabajo social, mayor es
la caída de la tasa de ganancia, y por lo tanto disminuye el
rendimiento del capital invertido. Para tratar de resolver este dilema
el capital busca, cuando puede, ubicarse en nuevos sectores de la
producción en los cuales la composición orgánica del capital es más
baja.
La composición orgánica del capital expresa la relación entre el
valor del capital constante y el del capital variable. Es una medida de
la productividad social del trabajo. Mientras mayor es la productividad
del trabajo del obrero, gracias a las máquinas y a la mejor
organización del trabajo, mayor es la masa del capital constante
transformada en una unidad de tiempo, es decir, mayor es la masa del
capital constante en relación a la del capital variable, los salarios
de los trabajadores. De esta manera, cuando la composición orgánica es
más alta también la cuota de plusvalía resulta más elevada.
O trasladándose a otros países, en donde la composición orgánica del
capital es más baja, pero donde los salarios y las cotizaciones
sociales, cuando existen, son netamente inferiores, y donde, por tanto,
la cuota de plusvalía es mucho mayor. Entonces también la cuota de
ganancia se eleva. Esto es lo que sucede por ejemplo en México, donde
los salarios de los trabajadores son inferiores en un 80% que en los
Estados Unidos. De ahí la concurrencia de la industria automotriz
multinacional. Esto ha determinado que hoy, además de Alemania, cuarto
productor mundial de automóviles después de Japón, México en el 2015 ha
producido más automóviles que cualquier país europeo: Una y media vez
la producción francesa y el triple de la de Italia. Delante de China,
con 24,5 millones de vehículos y los Estados Unidos con 12.1.
Inglaterra e Italia ocupan respectivamente el decimosegundo y
decimotercer lugar a nivel mundial.
Pero se pueden dar muchos otros ejemplos de países que ofrecen
condiciones más propicias a la acumulación, como en particular China.
Los grandes grupos han estado invirtiendo menos en sus países de
origen. Sólo las pequeñas y medianas empresas tienden a invertir para
modernizar el aparato productivo y aumentar la productividad, ya que no
tienen otra opción. La otra “subcontratando” y permaneciendo en el
lugar tan poco como sea posible.
Para ilustrar esta disminución de la tasa de ganancia, presentamos
tres tablas sobre el comportamiento de la producción industrial en los
grandes países imperialistas, entre los años 1900 y 2007. Este largo
período es dividido en cinco ciclos.
El antagonismo entre las fuerzas productivas desatadas por la
acumulación de capital y las mismas relaciones de producción
capitalistas condujo a las crisis cíclicas de sobreproducción. Esta es
la forma a través de la cual el capital se descarga y resuelve
temporalmente sus propias contradicciones. La acumulación de capital es
sobre todo una inmensa acumulación de mercancías, y la crisis aparece
en la circulación de las mercancías cuando la caída de las ventas
desencadena la insolvencia.
En los almacenes se acumulan las mercancías no vendidas, desatando las
protestas y balances de los bancos se incrementan las facturas cuyo
pago se retrasa o no pagadas. Los fracasos financieros e industriales
ya no son evitables. La economía está paralizada: es la crisis. Las
empresas se “reestructuran” y despiden en masa, el desempleo asume
dimensiones gigantescas. El capital ficticio, resultado de la
especulación desenfrenada que ha precedido a la crisis, ve caer sus
cotizaciones. El capital constante de numerosas empresas industriales
pierde valor. Las instituciones financieras mismas fracasan y la mayor
parte de sus cuentas se hacen incobrables, previamente mantenidas
ocultas, se venden a empresas especializadas en la recuperación por
cualquier medio de lo poco que queda. Las mercancías en existencia
terminan por ser liquidadas, el capital constante en parte se devalúa,
los salarios toman el nivel más bajo, el desempleo alcanza el máximo al
igual que la inseguridad.
En este punto la tasa de ganancia empieza a subir, la tensión cede y
poco a poco se reanuda la actividad. En seguida el desempleo afloja y
el consumo se reanuda. Las producciones pasan del trote al galope por
un cierto período, hasta que la acumulación termina de nuevo por
embalarse. La especulación, que ha comenzado a establecerse, a
continuación, alcanza su punto culminante, el coste de las materias
primas, bajo los efectos de la fuerte demanda y de la especulación,
sube a las estrellas, los salarios son a su vez aumentados y, para
forzar al mercado a absorber la gigantesca cantidad de mercancías, el
crédito se impulsa al máximo. Bajo el efecto combinado de la
especulación y del crédito, que son el resultado de la enorme
acumulación de capital, las tasas de interés, que con la recuperación
habían comenzado a subir suavemente, alcanzan de nuevo los máximos.
Entonces retorna de nuevo la crisis.
Así cada 7-10 años se repite este ciclo en el cual se alternan
expansiones y recesiones repentinas. Pero de un ciclo al otro la tasa
de ganancia cae inexorablemente, y esto se traduce en una
desaceleración del crecimiento de la producción, que tiende a cero. Al
mismo tiempo, si la tasa de ganancia cae, la masa de plusvalía aumenta
cada vez más, de manera tal que la acumulación de capital se hace
gigantesca.
CICLOS DE ACUMULACION DEL CAPITAL
Incrementos medios anuales de la Producción Industrial (fuente ONU) |
|
1900-1913 |
1913-1929 |
1929-1937 |
1937-1973 |
1973-2007 |
Reino Unido |
2,3% |
0,8% |
2,0% |
2,5% |
0,8% |
Francia |
3,6% |
0,7% |
-4,0% |
3,0% |
1,2% |
Alemania |
4,1% |
0,2% |
0,8% |
4,3% |
1,8% |
Italia |
- |
2,7% |
2,3% |
5,1% |
1,4% |
Estados Unidos |
6,7% |
4,6% |
0,9% |
4,6% |
2,5% |
Rusia |
- |
19,5% |
7,1% |
-1,2% |
Japón |
- |
7,6% |
6,0% |
8,6% |
1,9% |
China |
- |
- |
- |
12,7% |
10,7% |
Corea del Sur |
- |
- |
- |
17,6% |
8,7% |
Las tablas aquí presentadas presentan el crecimiento industrial en los
9 principales países industriales, que son al mismo tiempo naciones
imperialistas en el sentido indicado por Lenin. El crecimiento
industrial está determinado por la tasa de ganancia, porque de hecho es
ésta la que determina las inversiones en capital fijo y circulante.
En la teoría marxista se denomina Capital fijo a las máquinas, las
herramientas, los edificios, que se consumen sólo parcialmente durante
la producción, y el valor añadido a los productos corresponde a su
desgaste, la depreciación, el Capital circulante es la materia prima,
que pueden ser productos semi-elaborados o componentes, y los productos
auxiliares, como los lubricantes, los combustibles, la electricidad,
etc. Este capital circulante se consume por completo en el proceso
productivo y su valor pasa totalmente al producto final. La parte del
capital fijo que pasa al producto y el capital circulante forman el
Capital constante.
El crecimiento de la producción es un reflejo de la tasa de
ganancia. Cuando la tasa de ganancia es elevada, el crecimiento también
es robusto, mientras que cuando, por el contrario, la tasa de ganancia
es baja, como en el caso de los antiguos países imperialistas, a causa
de una elevada composición orgánica del capital, el crecimiento de la
producción es igualmente bajo.
Aquí hemos deducido las tasas de crecimiento, o incrementos medios
anuales, a partir de los índices de producción industrial
proporcionados por la ONU en su Anuario Estadístico. La ONU lo calcula
a partir del volumen de la producción de las fábricas. Después de
calcular un índice para cada rama de producción, debe entonces calcular
el índice para el conjunto de todos los grandes sectores económicos.
Esto se hace atribuyendo un coeficiente de ponderación a cada sector y
en cada tipo de industria en cada sector, en función de su peso en el
conjunto. Para determinar el peso de cada industria y cada sector se
utiliza el valor añadido, añadido por los trabajadores en el proceso
productivo, el trabajo pagado y no pagado, es decir, el salario más el
plusvalor.
Dado que en el curso del tiempo cambia el peso de los componentes
dentro de la misma industria o de un sector en relación al conjunto de
la industria, de esta manera, aproximadamente cada cinco años, los
coeficientes se actualizan. Esto puede esconder fenómenos de
desindustrialización, como en Occidente la desaparición de la industria
textil, el colapso de la industria siderúrgica, o la fuerte caída de la
industria automotriz, por no hablar de los astilleros. Sin embargo
estas investigaciones, aunque sea aproximadas, de las instituciones
burguesas nos permiten seguir el curso del capital a escala mundial.
Las estadísticas del Estado Chino no siguen la metodología adoptada
por la ONU: sus índices se basan en el valor y no en el volumen la
producción. Pero estos no son publicados por la ONU y los encontramos
en el anuario publicado por Pekín. Para obtener una visión más realista
reportamos también los datos de la producción en unidades físicas, como
la electricidad, el cemento, el acero, bienes inmuebles, etc.
Las tablas se leen verticalmente y horizontalmente. Verticalmente
los países se ordenan por los índices de menor a mayor, lo que
corresponde a la antigüedad decreciente, ya que los países con el
capitalismo más viejo, aquellos con composición orgánica más elevada,
tienen las tasas de ganancia más bajas.
Horizontalmente, de ciclo a ciclo, se puede ver la tendencia a la
disminución de la tasa de crecimiento industrial, que corresponde a una
desaceleración de la tasa de ganancia.
Es de notar la inversión de esta tendencia después de la Segunda Guerra
Mundial: el ciclo 1937-1973 ha marcado una elevación del incremento
gracias a la destrucción masiva de la guerra, un baño de juventud para
el capitalismo mundial. Esto se puede ver aún mejor, en la segunda
tabla, partiendo no de 1937 sino de 1950, año en el que los diversos
países han recuperado el nivel de 1937, que fue el nivel más alto
alcanzado justo antes de la guerra. Inglaterra alcanzó un incremento
casi juvenil, con un promedio de 3%. Alemania, que había conocido la
destrucción atroz, tiene un crecimiento cercano al de la URSS, el 7,2%
frente al 8,2% de la URSS, que era un capitalismo más joven. Recordemos
que el capitalismo ruso, tras la destrucción de la guerra civil, casi
había desaparecido y tuvo que renacer en los años 20, con la política
económica de la NEP.
Pero este ciclo de la posguerra, que ha visto una acumulación de
capital vigorosa y casi prodigiosa, y en el plano material un
formidable desarrollo de las fuerzas productivas, se ha cerrado
definitivamente en el bienio 1973-1974 con la primera grave crisis
mundial posterior al conflicto. Posteriormente, de ciclo en ciclo, los
incrementos disminuyeron constantemente. Mientras en el período
1950-1973 prácticamente no se conoció recesiones, o se limitaron a
fenómenos nacionales, el ciclo 1973-2007 se subdivide en cinco ciclos
cortos: 1973-1979, 1979-1989, 1989-2000, 2000-2007, el último, desde el
2007, aún no ha concluido. Cada uno de estos ciclos cortos corresponde
a un período de expansión seguido de una recesión internacional.
CLASIFICACION DE PAISES |
1950-1973 |
1973-2007 |
Reino Unido |
3,0% |
Rusia |
-1,2% |
Estados Unidos |
4,2% |
Reino Unido |
0,8% |
Francia |
5,9% |
Francia |
1,2% |
Alemania |
7,2% |
Italia |
1,4% |
Italia |
7,3% |
Alemania |
1,8% |
URSS |
8,2% |
Japón |
1,9% |
China |
12,7% |
Estados Unidos |
2,5% |
Japón |
13,5% |
Corea del Sur |
8,7% |
Corea del Sur |
17,6% |
China |
10,7% |
Se puede observar que la clasificación de los países cambia
cuando se pasa de los “Treinta Gloriosos” al ciclo siguiente. La URSS,
que corrió entre los primeros con un incremento del 8,2%, se derrumbó y
Rusia quedó entonces última con un descenso de -1,2%. Los EE.UU., que
estaban justo detrás de Inglaterra con un 4,2%, lo hicieron mejor que
todos los otros viejos países imperialistas con un 2,5%. Ni siquiera
Japón corre más, con el 1,9%.
China pasa por delante de Corea con el 10,7% contra el 8,7%. Sin
embargo, como hemos señalado anteriormente, deben ser tomados con
precaución los índices industriales calculados por el Estado Chino. Si
se refiere a la producción total de energía utilizada por la industria
china en el período de 1978-2007 (período para el cual disponemos de
datos) se obtiene un incremento promedio del 5,1%. Y si tomamos el
consumo total de energía que para el mismo período fue de 5,6%! casi la
mitad del incremento alardeado de la producción industrial.
Observamos el fracaso de la reanudación de los incrementos en
Alemania, los EE.UU. y en particular de Francia en el ciclo 1929-1937,
que precedió a la Segunda Guerra Mundial, a pesar del esfuerzo para
rearmarse. En cambio Italia e Inglaterra se mantuvieron en niveles
próximos a los de los ciclos precedentes.
Los Estados Unidos durante los años de guerra produjeron en un
gigantesco esfuerzo militar. La guerra permitió al capitalismo mundial
recomenzar un nuevo largo ciclo de acumulación y fue un gran negocio
para el capitalismo estadounidense, mientras que en el campo de
batalla, “sus” proletarios en uniforme fueron masacrados.
Queda un punto por aclarar: el rejuvenecimiento del capitalismo por
medio de la guerra imperialista. La guerra imperialista produce una
gigantesca destrucción y terribles masacres. Estas destrucciones
masivas, como en la crisis de sobreproducción, pero a escala muy
superior, implicarían una destrucción significativa de capital y la
desvalorización general del capital constante. Se añade una
considerable reducción de los salarios, ligada al desempleo masivo y a
la gran inestabilidad, que trae consigo un fuerte aumento de la tasa de
plusvalía. Estos dos factores provocan un notable aumento de la tasa de
ganancia, como en los tiempos de las primeras épocas del capitalismo,
especialmente en el período de reconstrucción. Incluso durante esta,
años 1946-1950 en la Segunda Guerra Mundial, y cuando las producciones
han recuperado su nivel anterior a la guerra, el nuevo aumento de la
productividad, ligada a la introducción de nuevas tecnologías, abarata
los costos de producción del capital constante, reduciendo
momentáneamente la composición orgánica del capital.
Un ejemplo numérico. Supongamos que la relación de valor entre el
capital constante y el capital variable para un país X sea de 99.000 de
capital constante y 1.000 de capital variable y que la tasa de
plusvalía sea del 100%. La plusvalía, el trabajo no pagado, será
entonces de 1.000, como el capital variable. La tasa de ganancia, es
decir P/(C+V) = 1.000/(99.000 + 1.000) = 1%. Más tarde, en la
postguerra, el propio capital constante ve su valor dividido por 3. Por
lo tanto, tiene 33.000 de capital constante por 1.000 de capital
variable. La tasa de ganancia es, pues, de 1.000/(33.000+1.000) = 2,9%.
Ahora bien, si la tasa de plusvalía ha pasado del 100% al 200%, la tasa
de ganancia se eleva al 5,9% !
La tasa de ganancia cae pero la masa de plusvalía crece exponencialmente.
La tasa de ganancia cae constantemente y tiende hacia cero, y esto
condena a muerte al capitalismo. Puede temporalmente elevarla, en una
nueva ola de crecimiento por algunas décadas, sólo a través de las
guerras imperialistas cada vez más devastadoras. Pero si la tasa de
ganancia cae, al contrario la masa de plusvalor aumenta constantemente
y con ella la masa de capital y la producción física. A excepción de
los períodos de crisis, que ven colapsar la producción y el valor de
los capitales, de un ciclo al otro la masa de plusvalor y la producción
continúan creciendo. “La caída de la tasa y la aceleración de la
acumulación no son sino expresiones diferentes del mismo proceso, en
este sentido expresan el desarrollo de la productividad” (“El Capital”,
Libro III, Volumen I, Capítulo XV).
Esto que mostramos aquí se refiere a la curva de la producción
industrial alemana. Nos hubiéramos podido referir a la de los Estados
Unidos o de cualquier otro país, el resultado sería el mismo. El índice
de la producción industrial allí pasa de 100 en 1950 a 947 en 2015, lo
mismo que decir que desde 1950 la masa de la producción de la industria
se ha multiplicado por 9,47.
Observando la curva, se notan los puntos de mínimo, que
corresponden a contracciones de la producción debido a la crisis de
sobreproducción: 1967, 1975, 1982, 1987, 1993, 2002 - 2003 y sobretodo
2009 - 2010.
B. EL ESTRANGULAMIENTO DEL MERCADO
El propósito de la producción, en el modo de producción
capitalista, no es la satisfacción de las necesidades humanas, sino la
acumulación de capital: cada capital invertido debe producir un
beneficio.
Esto se presenta como una masa de mercancías cuyo valor debe realizarse, al venderse en el mercado.
El hecho es que no se puede tener equilibrio entre la producción y
el mercado, porque estas dos fases de la circulación del capital se
rigen por leyes en contraste. La producción no está determinada por las
necesidades, por la demanda, pero sucede lo contrario: la producción en
el capitalismo, a diferencia de los modos de producción anteriores,
precede a la demanda, y luego tiene que colocar la producción de
mercancías, una condición para poder recomenzar un nuevo ciclo.
La Sección I de El Capital comprende el conjunto de los sectores
que producen los medios de producción, las máquinas herramientas, las
materias primas y los materiales semielaborados, que son utilizados por
la Sección II, la cual produce los bienes de consumo, alimentos, ropa,
etc.
La producción capitalista está en un desequilibrio constante:
desequilibrio entre la sección I y II de El Capital, desequilibrios
locales, a nivel regional, etc. Estas tensiones a la larga se traducen
en la quiebra de empresas y periódicamente en sobreproducción.
Es por lo tanto vital para el capitalismo expandir el mercado,
cueste lo que cueste, con el fin de enajenar la cada vez más la
gigantesca producción de mercancías. El aumento de los salarios aumenta
la venta, pero si aumentan los salarios el plusvalor disminuye: este es
el tornillo que aprieta el capitalismo. Dado que el mercado nacional se
satura pronto, tiene que encontrar mercados externos: de ahí la
importancia del comercio internacional. El otro medio para sortear el
limitado poder adquisitivo de los individuos y de las empresas es el
crédito. Pero tarde o temprano las cuentas deben equilibrar.
Así como con la caída de la tasa de ganancia el crecimiento de la
producción se desacelera, también el mercado, nacional e internacional,
se encoge. Sobre todo porque el principal mercado para el capital está
representado por la Sección I, la que trata sobre los medios de
producción. La desaceleración del crecimiento de las inversiones,
desacelera a su vez el mercado de los medios de producción, así como
desacelera el de los medios de consumo.
Presentamos aquí tres tablas sobre el comercio internacional.
Como fuente hacemos referencia a la Organización Mundial del Comercio,
la cual ofrece una serie de datos sobre el comercio internacional para
todos los países, en dólares corrientes, a partir de 1948. Serie que
nosotros convertimos a dólares constantes del 2005. Para esta
conversión debíamos tener el índice de los precios de los productos
importados y de los exportados, en moneda local, por cada país, para
después convertirlo a dólares estadounidenses. En su ausencia se
calculó un coeficiente de conversión para cada año basándose en la
relación entre el PIB de Estados Unidos en dólares corrientes y en
dólares constantes de 2005, con datos de la ONU. La serie del Banco
Mundial, expresada en dólares constantes inició de hecho solamente
desde 1960, y no hemos podido conectarla con el trabajo sobre el
comercio internacional que el partido en aquella época ya había
realizado. Sin embargo la precisión de las mediciones de la ciencia
económica no es como la requerida en la física o la química; lo
esencial es que no sea invertida la tendencia general. Sin embargo, la
diferencia entre los resultados obtenidos por medio de este método y
los datos del Banco Mundial es seguramente despreciable.
Para la construcción de las tablas nos referimos al intercambio
comercial mundial, sumando exportaciones e importaciones. A nivel
mundial las importaciones y las exportaciones se entrelazan.
INCREMENTO MEDIO ANUAL
DEL COMERCIO MUNDIAL
1836-2008 (fuente Kuscynsky y OMC) |
1836-1890 |
1890-1913 |
1913-1949 |
1949-1974 |
1974-2008 |
4,3% |
3,3% |
0,5% |
8,3% |
5,1% |
Se pasa del 4,3% para el ciclo 1836-1890, al 3,3% del ciclo
1890-1913, al 0,5% para el ciclo que abarca las dos guerras mundiales.
Luego una fuerte recuperación después de la Segunda Guerra Mundial con
el 8,3% de los “Treinta gloriosos”, y una fuerte desaceleración hasta
el 5,1% en el ciclo 1974-2008.
Sin embargo, el incremento es todavía elevado, como se puede ver en
la siguiente tabla. En esta el ciclo de 1974-2008 es dividido siguiendo
los ciclos cortos correspondientes a las crisis comerciales
internacionales. No hemos subdividido el ciclo 1949-1974 porque en este
las crisis comerciales no han afectado a todos los países y no fueron
sincrónicas.
En los períodos que siguieron a 1980 ocurre una primera caída
espectacular del incremento hasta 1992, aunque luego una clara, aunque
discontinua, elevación hasta el año 2008, seguida de una fuerte
desaceleración en el siguiente ciclo, del cual todavía no estamos
fuera.
INCREMENTOS DE MEDIAS ANUALES
DEL COMERCIO MUNDIAL
1949-2008 (fuente ONU) |
1949-
1974 |
1974-
1980 |
1980-
1990 |
1990-
1992 |
1992-
1997 |
1997-
2000 |
2000-
2008 |
2008-
2014 |
8,3% |
7,6% |
1,2% |
1,5% |
6,0% |
3,4% |
9,4% |
1,0% |
Se evidencia una desaceleración en el breve ciclo 1997-2000. Esta
disminución corresponde a la crisis monetaria y financiera que afectó a
los países del sudeste asiático en 1997, que comenzó desde Hong Kong,
antes de extenderse a Corea del Sur y de allí a Rusia, cuyo Estado se
declaró insolvente, y que finalmente llegó a la países de América
Latina, como México, Brasil y sobre todo Argentina, que experimentaron
una terrible recesión y cuyo Estado se vio obligado a declararse en
bancarrota.
Qué es lo que explica la fuerte subida de los incrementos del
comercio mundial desde 1992 hasta 2008? Dos factores: en primer lugar
la reubicación y la externalización que han hecho crecer la
transferencia de mercancías, y en segundo lugar el formidable
desarrollo del capitalismo en China y en el Sudeste asiático.
Hoy en día las mercancías sólo en raras ocasiones se producen
enteramente en un solo país. Para reducir sus costos de producción las
grandes empresas han “externalizado” una parte de su producción y han
recurrido a subcontratistas. Aprovechando la significativa reducción de
los fletes del transporte, sobre todo en el transporte marítimo,
poniendo en competencia a las pequeñas y medianas empresas entre sí en
todo el mundo. Es así como el mismo producto, antes de ser vendible,
puede viajar numerosas veces de ida y vuelta entre diferentes países.
Hoy en día los bienes intermedios representan entre el 40 y el 60% del
comercio internacional. En Alemania el 45% de su comercio, ya que una
parte considerable de su producción es realizada en los países de
Europa Central (Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa), donde
la mano de obra es calificada y los salarios son muy bajos. Es así como
la gran Alemania entre el 2003 y el 2009, se ha convertido en el
principal exportador mundial.
Posteriormente los Estados Unido regresaron al primer lugar, pero
luego China superó a ambos, convirtiéndose en el 2009 en el primer
exportador mundial.
Grupos como Renault en Francia o GM en los EE.UU. están fabricando
partes enteras de su producción en el extranjero, que luego reimportan
para venderlas en su territorio nacional. Según la OMC el 49% de los
intercambios mundiales de mercancías y servicios en 2011 se llevaron a
cabo encuadrados en las cadenas verticales de ensamblaje, en
comparación con 36% en 1995.
Esto tiene como efecto que la devaluación de la moneda nacional hoy
en día no aumenta la competitividad del país, ya que hace encarecer los
productos intermedios producidos en el exterior. Esto se puede ver muy
bien con Japón que, a pesar de varias devaluaciones sucesivas, no logró
reactivar las exportaciones: en el período 2007-2015 el incremento
medio de sus exportaciones fue del -0,2% en comparación con el + 2,7%
de los Estados Unidos y el + 2,1% de Alemania. Esto es evidente también
en Gran Bretaña: después de que anunciara su intención de abandonar la
Unión Europea la libra esterlina cayó fuertemente, sin embargo sus
exportaciones no han mejorado, precisamente a causa del encarecimiento
de los componentes intermedios que debe importar.
Estos resultados no complacerán a algunos partidos nacionalistas y
populistas que florecen en todas partes, pero no se puede cambiar en
nada este aspecto de la cuestión.
El peso creciente de Asia
El desarrollo fulgurante del capitalismo en China y en el
Sudeste Asiático ha ofrecido un nuevo mercado, en primer lugar para las
mercancías del sector manufacturero, luego para los capitales de los
grandes monopolios, grupos industriales, como General Motors, Honda,
Siemens, Renault, etc., conectados a la banca de inversión, que
controlan, directa e indirectamente, miles de empresas esparcidas por
el mundo. Mientras los mercados norteamericano, Japonés y europeo están
creciendo a pasos de tortuga, los del Sudeste asiático y de China van
al galope.
INCREMENTOS MEDIOS ANUALES
DEL VOLUMEN DE LOS INTERCAMBIOS
(fuente ONU) |
EUROPA + JAPON + USA |
1949‑2008 |
1949‑2008 |
1949-
1974 |
1974-
2008 |
1974-
1980 |
1980-
1990 |
1990-
2000 |
2000-
2008 |
2008-
2014 |
8,5% |
4,4% |
7,1% |
2,4% |
3,3% |
6,4% |
-0,9% |
ASIA, menos Japon |
1960-2008 |
1974-2013 |
1960-
1974 |
1974-
2008 |
1974-
1980 |
1980-
1997 |
1997-
2000 |
2000-
2008 |
2008-
2014 |
8,2% |
8,3% |
8,3% |
7,1% |
3,4% |
11,6% |
4,8% |
CHINA |
1959-
2008 |
1959-2014 |
1959-
1966 |
1966-
1974 |
1974-
1981 |
1981-
1997 |
1997-
2008 |
2008-
2014 |
9,1% |
-3,6% |
8,6% |
8,2% |
9,9% |
18,0% |
7,4% |
Un simple vistazo a la tabla muestra que el crecimiento
del volumen de los intercambios de los grandes países imperialistas se
ha reducido a la mitad en el ciclo 1974-2008 respecto al anterior
1949-1974. Si se observa en detalle los ciclos cortos se puede ver
claramente la caída de los incrementos pasando de 1974-1980 al
siguiente. Un pequeño ascenso para el ciclo 1990-2000 es seguido por un
aumento notablemente más sostenido, prácticamente el doble entre 2000 y
2008, debido a las subcontrataciones y en parte, aproximadamente por la
mitad, el desarrollo del mercado asiático, en particular el chino.
La segunda parte de la tabla trata de Asia, Japón excluido.
Comprende a la India, pero en el 2014 el volumen comercial de este
gigante asiático era inferior al de Bélgica, aunque se está reduciendo
la distancia. Para Pakistán, Irán y los países del Oriente Medio, la
situación es aún peor. Por lo que el crecimiento del mercado asiático
viene en primer lugar de China, auténtico gigante, pero también de
Corea del Sur, un gran país industrial, de Taiwán, y de todos los
países asiáticos entre los cuales está Vietnam, que en el futuro podría
convertirse en un nuevo Japón.
En Asia, el incremento sigue siendo elevado y estable en los dos
ciclos. En los ciclos cortos hay una pequeña disminución pasando del
primero al segundo y una fuerte caída para el ciclo 1997-2000,
vinculada a la crisis del Sudeste asiático y que muestra bien el peso
de estos países en el comercio asiático. Luego hubo un aumento en el
ciclo 2000-2008, período durante el cual fluyeron los capitales en
exceso hacia los grandes países imperialistas.
Tuvo lugar entonces una fuerte contracción a un tercio en el
ciclo siguiente, que corresponde a la crisis de sobreproducción
internacional. Pero este incremento promedio anual del 4,8% debe ser
comparado con el -0,9% de los grandes países imperialistas. El comercio
mundial está por lo tanto impulsado por los países asiáticos y en
general por los países emergentes que continúan atrayendo los capitales
de los monopolios. Sin embargo todavía en el 2015, varios de estos
países entraron en recesión, como Brasil, o su crecimiento se ralentizó
considerablemente.
China. Entre 1959 y 2008 su comercio internacional ha crecido a un
ritmo promedio de 9,1%, más del contemporáneo 8,5% de los países
occidentales. Los ciclos cortos comienzan con 1959-1966, que vio en
China la terrible crisis de 1961-1962, en el que la producción
industrial se redujo en un 48%. Esta crisis estuvo acompañada por una
grave crisis agrícola que provocó millones de muertes. Esto explica el
colapso del comercio internacional chino. Esta recesión fue seguida por
otra en el período 1967-1968, después que en 1966 había superado el
máximo de 1960: 1.043 contra 924 en el índice de la producción
industrial. La crisis no fue menos terrible, pero la caída de la
producción alcanzó el 22%. Esto explica la crisis política en el seno
del aparato del partido y del Estado, y el reclutamiento de una parte
de la juventud en la llamada “revolución cultural”, con el fin de
combatir la agitación social y movilizar las energías para la
recuperación. Sin embargo esta crisis no aparece en el incremento
promedio de todo el ciclo, al contrario su ritmo muy elevado
corresponde a un capitalismo en una fase juvenil de crecimiento
sostenido.
PESO PORCENTUAL DE LAS EXPORTACIONES
EN LOS CICLOS SIGUIENTES
(datos de Banca Mundial) |
|
1973-
1979 |
1979-
1989 |
1989-
2000 |
2000-
2007 |
2007-
2015 |
Estados Unidos |
4,6% |
4,7% |
5,6% |
4,5% |
4,4% |
Alemania |
5,3% |
5,6% |
4,7% |
4,7% |
4,4% |
Japón |
2,5% |
3,3% |
3,2% |
2,8% |
2,5% |
Francia |
2,4% |
2,5% |
2,6% |
2,3% |
1,8% |
Reino Unido |
2,9% |
2,8% |
2,4% |
1,9% |
1,5% |
Italia |
2,4% |
2,4% |
2,3% |
1,9% |
1,5% |
Belgica |
1,7% |
1,7% |
1,6% |
1,6% |
1,4% |
China |
0,0% |
0,8% |
1,5% |
3,4% |
5,1% |
Corea del Sur |
0,2% |
0,4% |
0,8% |
1,3% |
1,6% |
Rusia |
1,5% |
1,8% |
- |
1,1% |
1,1% |
Mundo |
100 |
100 |
100 |
100 |
100 |
China se aprovechó por completo de la “globalización”, como se
puede ver por el ascenso de sus incrementos, de ciclo a ciclo, hasta
llegar al 18% promedio anual en el ciclo 1997-2008. Las mercancías
fluyeron por todas partes, pero también y sobre todo capitales, y las
exportaciones chinas se dispararon.
En la siguiente tabla mostramos el peso relativo mundial de las exportaciones de los principales países industriales.
Luego llegó el final de la embriaguez: la recesión mundial de
2008-2009, con una caída del comercio mundial en dólares constantes del
14%. Las exportaciones disminuyeron un 28% en Asia, 21% en Europa, 18%
en América del Norte y 9,3% en China.
Esta caída de las exportaciones chinas fue seguida por una fuerte
recuperación en 2010. Sin embargo, al investigar sobre el comercio
exterior de China, veremos que se desaceleró fuertemente en el 2014, en
el 2015 y en el 2016, anunciando una recesión de notable amplitud.
Un notable e inexorable descenso en Francia, el Reino Unido e
Italia. Estos dos últimos se encuentran en el mismo nivel de Bélgica,
cuyo retroceso es mucho más débil, pero es superado por Corea del Sur.
Alemania retrocede también, pero más lentamente y Japón retorna a su
cuota de participación de 1973-1979. Los Estados Unidos marcan un lento
declive y se encontraban en los ciclos 2000-2007 y 2007-2015 en un
nivel ligeramente inferior al del ciclo 1973-1979.
En sentido inverso se puede observar el fulgurante ascenso de China
que pasa de un valor insignificante en el ciclo 1973-1979, al 5,1% en
2007-2015, el máximo mundial, después de haber superado a los Estados
Unidos. En las exportaciones China ha superado a Estados Unidos desde
el 2006 y en el volumen del comercio desde 2013. Corea del Sur continúa
su lento pero no menos evidente ascenso.
PESO EN EL COMERCIO MUNDIAL
DE LOS PRODUCTOS MANUFACTURADOS
(datos Banca Mundial) |
|
2000-2007 |
2007-2015 |
Rusia |
0,7% |
1,0% |
Suiza |
1,3% |
1.2% |
Hemos reportado los datos sobre Rusia con el fin de poner las cosas
en la justa perspectiva. Rusia es una gran potencia industrial,
comparable a Japón, pero en un año comercial. Si se excluyen las
materias primas y si se toma en consideración los productos
manufacturados, entonces incluso la pequeña Suiza le pasa por delante.
Esto significa que todos los países europeos como Alemania, Francia,
Bélgica, Reino Unido, etc., excepto Italia, realizaron un intercambio
comercial mayor con Suiza que con Rusia. Sólo Italia comercia más con
Turquía y con Rusia, que con la vecina Suiza.
Para concluir este capítulo, se confirma que la disminución relativa
del comercio de los países occidentales va de la mano con su declive
industrial, de su peso en la producción industrial mundial, y confirma
el ascenso inexorable de Asia, especialmente del Sudeste asiático y de
China, presentado en dos gráficos.
En la primera curva representada en cuadrados se muestra el peso
comercial de los Estados Unidos, de Europa y de Japón reunidos, la
curva con puntos claros representa a Asia sin Japón, la curva con
triángulos con el vértice hacia arriba los EE.UU. la curva con
triángulos con vértices hacia abajo a China.
La decadencia comercial relativa de los grandes Estados
imperialistas es evidente. Su cuota pasa del 55% al 38% mientras que
Asia pasa del 8% al 30%. Se ve que las dos curvas tienden a cruzarse
entre sí, y también se puede predecir cuándo.
La curva de China ha cruzado la de los Estados Unidos en el 2012 y la
ha superado en el 2013. Nació un nuevo gran imperialismo, que se
prepara para tomar el lugar de los Estados Unidos en el mundo. Al
comienzo del siglo XXI China se encuentra al frente de los EE.UU. en la
misma posición donde estos se encontraron con Inglaterra a principios
del siglo XX. Se necesitaron dos guerras mundiales para que los Estados
Unidos reemplacen definitivamente a Inglaterra. Pero en nuestros días
la productividad es tal que el crecimiento del capitalismo es mucho más
rápido, y envejece también mucho más rápidamente. Esto significa que,
en el caso que el proletariado no pueda detener la loca carrera del
capitalismo mundial, bastará sólo una guerra mundial.
Si se prolonga la curva que representa al grupo de los viejos
imperialismos y la que representa a Asia, se puede predecir su punto de
intersección. La fecha varía según el tipo de la función de
aproximación utilizada. La curva de Asia es prácticamente una línea
recta, y por lo tanto puede ser representada por una función lineal (ax
+ b). La de los Estados occidentales, Japón incluido, es más compleja.
Si se presenta como una función lineal, el punto de intersección se
produce en 2033, mientras que si se utiliza una función de segundo
grado (ax² + bx + c) el punto de intersección se anticipa al 2019.
En el entretiempo vamos a tener otra crisis de sobreproducción, que
prevemos para 2018-2019.
Entre estos gigantescos choques de la historia surgirá la alternativa:
la Revolución comunista internacional o la Tercera guerra mundial.
Necesidad de una organización sindacal
internacional de los trabajadores portuarios
El capitalismo intenta realizar la circulación de las mercancías, de
manera similar a la de su producción, lo más rápido posible, para que
las mercancías regresen, a través de la venta, en la forma de dinero,
realizando así la plusvalía. Con el fin de reducir los tiempos de
transporte la cantidad de capital invertido en el sector marítimo es
enorme.
Igualmente grande es el ataque a la clase obrera, porqué la
automatización implica un choque con los intereses inmediatos y vitales
del proletariado. La automatización permite al capital conseguir el
objetivo de trabajar 24 horas al día por 7 días a la semana: la máquina
poco se lesiona, no se enferma, pero en cambio en los puertos o en las
embarcaciones paradas o bloqueadas, incluso de modestas dimensiones,
pueden causar grandes pérdidas a las compañías navieras.
Así que en los próximos años los economistas burgueses estiman – o
sueñan – reducciones del 40-50% de la fuerza de trabajo en los puertos.
Compañías navieras y operadores de terminales marítimos no
disimulan sus intenciones en esto. El objetivo de la destrucción de
toda fuerza obrera organizada es perseguido con dureza y en una
creciente coordinación internacional, resultado de la concentración y
centralización del capital, particularmente elevada en esta rama de la
industria. Por ejemplo, la danesa APM Terminal (AMPT), el tercer
operador mundial en los muelles, es propiedad de Maersk, la primera
compañía de navegación en el mundo.
En este escenario los trabajadores portuarios trataron de levantar
la cabeza, aplastados por la presión de los patronos, de sus gobiernos,
y de la insuficiencia del frente sindical, débil, fragmentado,
corrupto. Tal vez en ninguna otra categoría de la clase trabajadora más
que en la de los portuarios es evidente la necesidad de una
organización sindical internacional de los trabajadores, capaz de
desplegar huelgas simultáneas en los puertos de diferentes países en un
área suficientemente amplia para impedir el desvío de las mercancías de
un puerto a otro.
Los portuarios españoles -organizados en la Coordinadora Estatal de
Trabajadores del Mar- gracias a una ola de huelgas efectuadas en
febrero y principios de marzo, ganaron una dura batalla. El gobierno
nacional había presentado al Parlamento una radical reforma laboral en
los puertos españoles, para cumplir con una sentencia del Tribunal de
Justicia Europeo en 2014, que exigía la retirada de las autoridades
portuarias de la gestión del trabajo en los muelles, encomendándola a
las compañías de terminales. El 16 de marzo, el Parlamento se vio
obligado por las huelgas a votar en contra de esta ley. Es digna de
elogio la importante acción de los portuarios portugueses, que en
algunos puertos se han negado a descargar barcos desviados a puertos
españoles.
También los portuarios suecos estuvieron en huelga en Gotemburgo,
el puerto más grande de Escandinavia, en el terminal de APM-Maersk en
contra de un acuerdo nacional firmado por un sindicato minoritario.
En el 2016 el gobierno griego privatizó los puertos más importantes del
país. Cosco, el mayor grupo Chino de transporte marítimo, compró el 67%
del Puerto de Pireo. El gobierno griego fijó el 24 de marzo la fecha
tope de presentación de ofertas de adquisición para el puerto de
Tesalónica. Todos los puestos de trabajo se convertirán en puestos de
trabajo precarios con un impacto devastador por las condiciones de de
vida y de trabajo de esta parte de la clase.
En Italia, en el Puerto de Gioia Tauro, una huelga de cinco días,
organizada por el sindicato SUL, en el mes de marzo, incorporó 1.200
trabajadores para protestar contra los 400 despidos declarados por la
MCT, la sociedad que gestiona el puerto de contenedores. La huelga se
suspendió momentáneamente, reagrupando el frente sindical que pide, en
las negociaciones, que el número de despidos descienda a 274.
En los Estados Unidos, en la costa atlántica las autoridades
portuarias están tratando de reducir el número de los sindicatos entre
los portuarios: en la mayor parte de los lugares de trabajo en los
EE.UU existe un solo sindicato. Esto porque en el puerto de Nueva York
una serie de huelgas salvajes fueron organizadas por los sindicatos más
pequeños.
En la costa del Pacífico el principal sindicato de los portuarios,
el Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes (ILWU), en los
últimos años ha bloqueado repetidamente los puertos. Merece la pena
mencionar en particular la lucha en el terminal de Longview el cual,
después de numerosas huelgas, se vio obligado a aceptar a los
trabajadores inscritos en el ILWU. Por otra parte, siempre en la costa
oeste, ha habido muchas huelgas llevadas a cabo por los manejadores de
contenedores, huelgas coordinadas por organizaciones no oficiales que
han bloqueado durante varios días a los puertos.
Fue en el 2014 la durísima huelga en Costa Rica que duró del 22 de
octubre al 5 de noviembre, que terminó victoriosamente para los
trabajadores impidiendo la concesión del Terminal de Contenedores de
Moín a la danesa APM.
Vida de Partido
Reunión General del Partido en Florencia
27 a 29 enero 2017
Los temas tratados en esta reunión fueron los siguientes:
1. India: El movimiento nacional
2. Curso del Capitalismo: Producción y Comercio
3. Lecciones de la fallida revolución en Alemania
4. La cuestión militar: la primera guerra en el frente italiano
5. Los Arditi del Popolo
6. La Revolución Húngara
7. Informe de los compañeros venezolanos
La reunión se realizó de manera óptima, según nuestra práctica, en
pleno orden y atención, tanto en la parte organizativa, en la
evaluación de las situaciones y de los planes a realizar, como en la
exposición de los numerosos informes. Aquí, como de costumbre, damos a
los lectores una primera síntesis breve.
Aquellos que sostenemos que el embrión del gran partido de la
revolución comunista, destructor internacional del capitalismo, está
vivo hoy en la determinación de nuestro pequeño grupo de militantes
disciplinados en torno al programa histórico y conocedores de nuestra
ciencia de clase y la tradición de la guerra social.
En la útil superposición de beneficio y sana sucesión de las
generaciones de comunistas, se trata para el partido de trasmitir los
modelos interpretativos ya sea del mundo o de si mismo que son la
dialéctica y drástica negación de la burguesía.
El capitalismo en su agigantamiento y su enfermedad tiende
inexorablemente a imponer cada vez más extensa y urgente la premisa de
su destrucción y su derrocamiento por el comunismo, y el partido en la
sociedad actual representa esa superación, anti-individualista y
anti-mercantil.
Si la clase obrera sigue viviendo en la sociedad de la
mercantilización del hombre y la guerra interespecífica, su partido
revolucionario está en condiciones de valorarla y combatir contra ella
desde el exterior. El sindicato está inmerso en el ambiente de
competencia, y el regateo del precio de la fuerza de trabajo es su
propósito esencial, pero el partido no es el sindicato, sólo se propone
dirigirlo desde el exterior. También los soviets, el Estado de la
dictadura proletaria, el Ejército Rojo, son instrumentos
indispensables, órganos de la clase obrera, en los cuales es inevitable
la influencia, minoritaria, de otras direcciones no comunistas. Pero el
partido no es el soviet, no es el Estado, no es el ejército, y es
incompatible con su naturaleza y con sus fines adoptar en su interior
los métodos del sindicato, de los soviets, del Estado, del ejército.
No en el sentido de que en el partido se abrirá un espacio de
libertad policéntrico y de disciplina floja: por el contrario, sólo en
el Partido Comunista, a diferencia de otros cuerpos intermedios
funcionales entre el partido y la clase, es posible una superior forma
histórica de convergencia de intención y de trabajo, una disciplina
(que significa “aprender”), negadora de la democracia, histórica
bandera burguesa.
En este espíritu ordenamos también el trabajo en nuestras reuniones, y
en las reuniones generales del partido en particular, un método, por
cierto, apreciado y tendencialmente aplicado en todas las formas
históricas precedentes del partido, desde la Liga de los Comunistas a
la Primera Internacional a la Tercera en sus primeros años.
En las reuniones trabajamos para alcanzar este resultado, para
recibir la riqueza de las contribuciones provenientes de la periferia
en los diferentes idiomas y en su parcialidad, para hacerlas converger
y entrar en el grande y complejo cuerpo unitario de la doctrina de
nuestra corriente de Izquierda Comunista, en el bagaje interpretativo
común y en la dirección que el partido establece a la guerra social
permanente de la clase obrera.
Historia de la India: el movimiento nacional
El compañero continuó la exposición del informe sobre la historia
de la India describiendo las organizaciones hindúes y musulmanas que se
opusieron al régimen colonial hasta la primera década de los años 1900.
Durante la primera sesión del Congreso Nacional Indio, celebrado en
Bombay en 1885, poco representadas, además del componente bengalí, fue
la musulmana, con poca presencia en las nuevas profesiones de las
cuales provenía la mayoría de los delegados, abogados, médicos,
periodistas y profesores. Sin embargo, algunos grandes príncipes
vasallos, un cierto número de la aristocracia maratha y algunos
industriales dieron una valiosa contribución financiera.
A ´partir del Congreso de 1887, celebrado en Madrás, afluyó un
número de grandes terratenientes, comerciantes y banqueros e incluso
pequeños y medianos propietarios de tierras, líderes de aldeas y
líderes religiosos musulmanes, cambio que fue resultado de la creciente
presión a la que fueron sometidas estas clases después del proceso de
centralización iniciado por el Estado colonial.
Fue elaborada una moderna ideología nacionalista. Las críticas a
los lazos de dependencia económica colonial de la India a Gran Bretaña:
el reverso de los grandes méritos políticos y sociales del Raj eran el
ininterrumpido drenaje de riqueza.
Se crea una moderna concepción de una nación india, con
reivindicaciones políticas no como ciudadanos del imperio sino como
parte de una nación. Aunque en un territorio tan extenso como la India
casi todos los elementos objetivos parecían estar ausentes, de acuerdo
con la ideología de la época, se habrían debido caracterizar como una
identidad nacional. La India, en efecto, como no se cansaba de repetir
la burguesía británica, no era uniforme como raza, religión, cultura y
lengua. La respuesta dada por los primeros teóricos indianos,
obviamente, no era materialista, sino subjetiva: para Surendranath
Baneijea, influenciado por los escritos de Giuseppe Mazzini, una nación
surgía cuando los miembros de una comunidad reivindicaban una membrecía
en un determinado territorio.
La benévola neutralidad en la confrontación del Congreso por los
líderes coloniales se transformó a la vuelta de pocos años en una
explícita hostilidad y las demandas del Congreso, a pesar de su
moderación, pronto fueron interpretadas como cercanas a la sedición.
Sin embargo, después de que el Congreso fue tomado por los nobles
indios era necesario dar una respuesta: en el curso del último decenio
del siglo XIX se produjo una serie de reformas administrativas. Tales
medidas fueron juzgadas del todo inadecuadas por el Congreso, pero
alcanzaron el objetivo de abrir nuevos canales de conexión entre los
vértices coloniales y los nobles. Estos últimos se dieron cuenta de que
podían tratar en un plano de casi paridad con la clase colonial. En
consecuencia, en la segunda mitad de los años noventa, gran parte de
los nobles abandonó el Congreso.
Para el Congreso el único remedio posible era una estrategia que
movilizara detrás de los ideales del nacionalismo sectores más amplios
de las masas indias. Oposiciones objetivas de clase lo hicieron
difícil. Las masas indias eran predominantemente rurales y generalmente
muy pobres. Ciertamente esto fue también el resultado de la explotación
colonial, pero había clases privilegiadas, en particular latifundistas
y grandes comerciantes, sólo excepcionalmente ingleses, entre los
beneficiarios del sistema colonial, y muchos de los nobles con cuyo
apoyo el Congreso había contado y con cuyas demandas políticas estaba
comprometido. Para el Congreso interpretar las exigencias de las masas
campesinas significaba contraponerse a las clases privilegiadas indias.
La lucha de clases sin embargo, no estaba en absoluto en el
programa de esta organización, al contrario los intelectuales
nacionalistas, que conocían bien la miseria y la discriminación social,
pensaban, sin embargo, que la movilización de las masas debilitaría el
movimiento nacionalista, contraponiendo una parte del pueblo, los
explotados, con las clases dominantes indias. Al no alinearse con los
desfavorecidos, el Congreso prefirió, en la segunda mitad de los años
noventa, perder su influencia política.
Se intensificaron algunas tensiones internas, la vieja dirigencia
moderada fue desafiada por una nueva corriente más radical,
“extremista”, pero socialmente conservadora. Su intransigencia política
fue acompañada por una timidez hacia las reformas socioeconómicas, no
muy diferente de la de los moderados. Ellos lograron abrirse paso sólo
recurriendo a la utilización política del Hinduismo, un lenguaje de
metáforas y figuraciones de la tradición religiosa hindú. En cuanto al
Hinduismo político, se hacía cada vez más popular en esos años entre
pequeña burguesía urbana hindú y los estudiantes, no dándose un
seguimiento de las masas al nacionalismo. El Hinduismo se volvió hacia
los campesinos golpeados por la grave carestía en el Deccan en 1896,
pero también al naciente proletariado de Bombay, mostrando que deseaba
proteger los derechos sindicales de los trabajadores, pero sólo
aquellos que no dependían de los patronos de la India, con los cuales
el hinduismo buscó establecer buenas relaciones.
Mientras tanto crecía la tensión incluso dentro de los llamados
musulmanes occidentalizados, parte de los sectores supervivientes de la
aristocracia moghul, cuya dirigencia política estaba, sin embargo,
estrechamente ligada a los ingleses.
En esta compleja situación, las corrientes anti-británicas, tanto
en el ámbito del Congreso como entre los jóvenes musulmanes
occidentalizados, fueron alimentadas por la política británica que puso
en marcha una serie de medidas con miras a la reducción de los costos.
En el Congreso la lucha se focalizó en dos peticiones adelantadas
por los “extremistas”: una forma de auto-gobierno idéntica a la que ya
gozaban la dominios “blancos” y ampliar el movimiento de boicot a toda
la India. En 1907, en Surat, las obras del Congreso se resolvieron con
la mayoría moderada que formalizó la expulsión de los extremistas.
La división del Congreso dio a las autoridades coloniales la
posibilidad de intervenir con mano dura. Los principales líderes y los
más activos militantes de la corriente extremista fueron arrestados y,
en general, condenados a duras penas de prisión. En la primavera de
1908, el Nuevo Partido extremista se dispersó y se redujo a la
impotencia. Todavía estaba activo un movimiento terrorista, que pronto
fue infiltrado por el Departamento Central de Inteligencia de la
policía india y, aunque podría ser peligroso para algunas personas
británicas, estaba lejos de representar una amenaza real para el Estado
colonial.
Curso del Capitalismo Mundial
El informe sobre el curso de la crisis económica mundial ya aparece en las páginas de este mismo número.
Lecciones de la fallida revolución en Alemania
Se continuó con el estudio y la reexposición de los trabajos del partido dedicados a la fallida revolución en Alemania.
Después de haber expuesto en la reunión general de mayo de 2016, el
examen de “Revolución y contrarrevolución en Alemania”, pasamos al
artículo “Inmadurez del despliegue revolucionario en Europa en los
eventos en Alemania en 1920-1921”, dedicado a la particular situación
en Alemania y en el más amplio tratado “Il proceso de degeneración de
la Tercera Internacional”. Este artículo está conectado al trabajo
expuesto anteriormente, que describe los hechos acaecidos hasta la
semana espartaquista de principios de 1919, y cubre los años 1919,
1920, 1921.
Formado el 1 de enero de 1919, el Partido Comunista de Alemania
contiene ya en sí mismo todas las deficiencias teóricas y tácticas que
lo acompañarán en sus futuras derrotas. El defecto consejista no
perdonó ni a Rosa Luxemburgo ni a Carlo Liebknecht. Rosa propone salir
de los sindicatos, que eran feudos del oportunismo, asumiendo la tarea
de la creación de los consejos obreros. Carlo el 5 de enero de 1919
aceptó participar en un plan insurreccional, junto con los
Independientes de izquierda y los Capitanes Revolucionarios, pero al
día siguiente los Independientes retiraron su apoyo al Comité
Revolucionario de Berlín, preparando el terreno a los esbirros de
Noske. Rosa y Carlo fueron asesinados el 15 de enero.
En febrero, se abre en el Ruhr la campaña por la “socialización” de
las minas: de nuevo la dirigieron en conjunto los espartaquistas,
independientes y la mayoría. A la que seguirá, después de la enésima
traición socialdemócrata, un baño de sangre. La misma suerte se correrá
pocos días después en la zona de Halle en la campaña por la
“socialización desde abajo” de las empresas. Una nueva edición del
“Comité de Huelga de tres” en marzo en Berlín también resultará en una
nueva derrota trágica, con 1.500 / 3.000 masacrados, entre los cuales
una de las figuras más importantes de la izquierda alemana, Leo
Jogiches.
En abril en Mónaco se escenifica la farsa atroz de la proclamación
de la República de los Consejos de Baviera, solicitada por los
independientes y la mayoría, que logran involucrar también a los
comunistas, para entregarlos de inmediato a las fuerzas de la
represión.
A finales de 1919 el KPD entra en contacto más estrecho con la
Tercera Internacional, que en aquel momento logra romper el aislamiento
al cual la obligó la guerra civil en Rusia. A partir de entonces, la
Internacional elaborará todas las resoluciones políticas y tácticas
relativas a Occidente en función de la Revolución Alemana. Inicia un
influenciamiento recíproco entre el KPD y la IC que será una de las
causas de la degeneración de la propia Internacional.
La prueba más evidente de que el KPD estaba fuera del camino del
marxismo se hizo evidente en el episodio del golpe de Estado de Kapp. A
pesar del nacimiento de la República de hecho, la burguesía no dormía
tranquila ya que el proletariado alemán había sido golpeado pero no
derrotado. Además el Tratado de Versalles había sido un duro golpe para
la nación. En esta situación, se decidió el golpe de Estado de Kapp.
Los aparentes artífices principales fueron el comandante de las tropas
en Berlín, Von Lüttwitz, y Wolfgang Kapp, un hombre de los Junker y de
los altos funcionarios estatales. El 13 de marzo de 1920 Lüttwitz ocupa
Berlín destituyendo el gobierno de Ebert.
Inmediata fue la reacción del proletariado alemán después de lo
cual se instaura un Comité de Acción que comprende al SPD, USPD y los
sindicatos: es proclamada la huelga general, toda Alemania se detiene.
En un primer momento el KPD declaró que el choque entre la
república y la monarquía no interesaba directamente a los trabajadores
y que el partido iba a invitar a los trabajadores a una huelga general
sólo en la perspectiva de tomar el poder, no para salvar a Ebert y
Noske. Tal posición hubiera sido justa si la de Kapp no hubiera sido
sino reminiscencias de guglielmine. Pero, más allá de las formas, Kapp
representó a la burguesía que quería acabar con la insubordinación del
proletariado. Esto, incluso antes de que el KPD, fuera notado por los
trabajadores, que bloquearon en un día toda Alemania. Sólo en este
punto el KPD cambia completamente la posición y proclama: “Por la
huelga general! Abajo la dictadura militar! Abajo la democracia
burguesa! Todo el poder para los consejos obreros!”.
El 17 de marzo Kapp y Lüttwitz se dan a la fuga, pero la huelga no
se apacigua. SPD, USPD y los sindicatos deciden continuar con el
intento de controlar la situación. La socialdemocracia, acorralada,
idea la perspectiva del “gobierno de los trabajadores”, formado por
“partidos obreros”. En este punto, las organizaciones sindicales, dadas
las “buenas intenciones” del nuevo gobierno de Mueller, deciden poner
fin a la huelga. El proletariado muerde el anzuelo, pero lo que es
mucho más grave es que el KPD muerde el anzuelo. Escribe “Rote Fahne”
el 26 de marzo: “El KPD piensa que la constitución de un gobierno
socialista creará condiciones extremadamente favorables a la acción
enérgica de las masas”.
El episodio plantea el fantasma del Gobierno Obrero mucho antes que
lo haga la Tercera Internacional y se pone de manifiesto en el KPD el
alma legalista. Es expulsada del Partido el ala conciliadora. El 5 de
abril, una conferencia de la oposición al centro de Levi, que había
asumido la dirección del KPD después de los acontecimientos de 1919, da
lugar a la fundación del KAPD, Partido Comunista Obrero alemán.
El resultado de una profunda confusión de la dirección política del
mismo Ejecutivo de la Internacional será su invitación, durante el
Segundo Congreso, a los tres partidos “obreros” (a la izquierda USPD,
KPD, KAPD) a fundirse en un único partido sobre la base de las 21
condiciones de admisión. El problema de fondo para la Internacional era
crear en Alemania un partido numeroso, que tuviera peso organizativo y
seguidores entre los trabajadores. Así mismo Zinoviev intervendrá en
octubre directamente en el Congreso USPD en Halle auspiciando una
escisión del Partido Independiente. Efectivamente el USPD se escindió
en dos y más de la mitad de sus adherentes siguió en la Internacional.
El Comité Central del KPD saludó benévolamente la ruptura ocurrida en
Halle auspiciando la más pronta fusión. En diciembre en Berlín la
unificación se producirá, sin embargo, sólo entre los Independientes de
izquierda y los Espartaquistas. El KAPD no adherirá al nuevo Partido,
prefiriendo permanecer como partido simpatizante de la Tercera
Internacional.
El Partido Comunista Alemán Unificado (VKPD) es un partido de
masas, tiene 400.000 inscritos y una dirección paritaria entre los ex
Espartaquistas y ex Independientes, Levi y Däumig son los dos
presidentes.
Levi fue el precursor del Frente Unido Político. El 8 de enero de
1921 publica, en estrecha colaboración con Radek, una Carta Abierta
dirigida a las centrales sindicales, al SPD, al la USPD y al KAPD, en
la cual se invitaba a las “organizaciones obreras” alemanas a unirse en
una plataforma unitaria para la defensa inmediata de los trabajadores.
El momento y la forma en que se colocó sembraron gran confusión en el
partido: en Mónaco se realizarán manifestaciones del
nacional-bolchevismo; los comunistas se mezclaron con las
manifestaciones de la burguesía contra el Entente; en el Landtag los
diputados comunistas presentaron una moción de protesta en conjunto con
los diputados burgueses; en el órgano del VKPD de Baviera que preconiza
el “Frente Unico de la juventud”, se invitará a los estudiantes, que se
habían distinguido en la represión de la República de los Consejos de
Baviera, a unirse a los trabajadores en un “nuevo sentimiento nacional”
...
Las repercusiones en el seno de la Internacional son de no poca
importancia y el partido se debate en una grave crisis. A principios de
marzo de 1921 el Ejecutivo de la I.C. empuja al VKPD a la acción. El 16
de marzo Brandler presenta un informe en el cual sintetiza las
exigencias del momento: debemos movilizar a las masas. Encontramos la
nota “teoría de la ofensiva”.
Pero el 19 de marzo el socialdemócrata Hörsing, jefe de la policía
de la Sajonia prusiana, hace ocupar la guarnición de Mansfeld con la
clara intención de desarmar a los obreros, ahora en armas después del
golpe de Kapp. El VKPD proclama una huelga general e invita a todos los
trabajadores a las armas. El llamamiento, sin embargo, es sólo
realizado en el centro de Alemania. Enfrentamientos entre manifestantes
y la policía tienen lugar en Halle, Berlín, Dresde y Leipzig, pero ya
el 28 de marzo es evidente que la acción ha fallado. El 31 de marzo el
propio Partido revoca la acción. Una vez más el proletariado y el
Partido Comunista sufrieron una dura represión. El VKPD es duramente
debilitado y rápidamente disminuye sus miembros.
Todo el Tercer Congreso de la I.C. se enfoca en su crítica a la
Acción de Marzo. Son conocidos los argumentos de Lenin, que se resumen
en la fórmula: antes de llamar al proletariado a la acción decisiva se
debe estar seguro de haber conquistado la “mayoría” a los principios
del comunismo.
La Internacional no fue capaz de comprender la crítica de la
Izquierda Italiana a la fórmula de la “conquista de la mayoría”, que en
occidente, en la situación de retroceso del movimiento, no podrá más
que ser interpretada como una invitación a levantarse en el plano
legalista y parlamentario. No es buen método buscar a tientas enderezar
un error por medio de un error de signo opuesto. Se debilita al Partido
y se siembra confusión en el proletariado. No por casualidad después
del Tercer Congreso la Internacional se coloca sobre una pendiente de
la cual no se recuperará.
La cuestión militar - La Primera Guerra Mundial en el frente italiano
En cuando a la exposición de la cuestión militar, ´para la
Primera Guerra Mundial, antes de presentar los movimientos en los
diversos frentes, se aclaró la novedad y la diferencia respecto a las
guerras anteriores desde un punto de vista militar y estratégico: un
verdadero y propio sistema industrial que destruye recursos y vidas
humanas para la renovación del capitalismo. Un proceso que inicialmente
no fue bien comprendido por los jefes militares ni por los políticos,
que fueron, a su pesar o no, participes en un vórtice del cual no
tenían una idea clara, y que pensaban poder resolver sólo con
organización, las reservas razonables, voluntad de victoria y consumo
fatalista del material bélico menos costoso, el humano.
Los términos de este tema se aclararon mediante la lectura de
pasajes esclarecedores de exponentes del alto mando austro-húngaro y
prusiano, que anticiparon la teorización de la Segunda Guerra mundial.
Esta, que explotó después de sólo 20 años de la primera, constituye
prácticamente una continuación de la solución definitiva de problemas
no cerrados, incluso gangrenados, con la paz y las consecuencias
políticas de la Primera, que no había resuelto nada en el ámbito
europeo en el plano de la dinámica imperialista de los Estados y habían
puesto materialmente a la orden del día la solución revolucionaria en
Europa. La Segunda Guerra concluyó las cuestiones entre los Estados los
cuales, enseñaron, a perdedores y vencedores, de los errores al cierre
de la Primera, impidiendo cualquier posibilidad revolucionaria,
destruyendo los fundamentos del partido internacional de clase.
Todo esto garantizó entonces una larguísima paz capitalista bajo
el control de la potencia dos veces vencedora, confinando las guerras y
los conflictos en las áreas del considerado Tercer Mundo, o en la
periferia de los grandes países capitalistas.
La Primera Guerra Mundial fue signada por el fracaso y la traición
de las socialdemocracias nacionales, del vergonzoso colapso de la
Segunda Internacional, cuyos partidos se manifestaron a favor de los
frentes bélicos nacionales. La segundo fue el desastre total para el
proletariado internacional, traicionado por el falso mito del
socialismo “en un solo país” y el mito de la guerra “contra el
fascismo” para la defensa de los Estados democráticos.
Las dos guerras tienen en común la destrucción industrializada de
recursos y vidas humanas, aunque de manera diferente: de “trincheras”
la primera, al menos para los frentes europeos al oeste y al sur, de
“movimientos” la segunda. En el plano militar incluso la corrección
“corta” del plan de Moltke respecto al original de Schlieffen para la
invasión de Francia, obligó a la comprensión del alto mando alemán de
la lentitud de los desplazamientos y la consiguiente dificultad de
sostener adecuadamente frentes en rápido avance, llevados a la
aniquilación en el frente occidental de los ejércitos Aliados, pero se
convirtió en un terrible y agotador choque estático de guerra de
trincheras; también la súbita avanzada para la ruptura de los frentes,
por ejemplo, en el frente italiano, la derrota de Caporetto y la
posterior invasión de la región de Veneto, se atascaron a continuación,
en enfrentamientos estáticos, sangrientos pero estériles (resistencia
italiana en el frente del Grappa).
En la Segunda Guerra Mundial Alemania, que había hecho propia la
lección sobre el empleo de las fuerzas acorazadas, teorizada por el
compañero Mariscal Tukachewskij, ejecutada de manera diferente con los
medios técnicos disponibles, y con un concepto claro de cómo
utilizarlos contra una fuerza militar organizada según los criterios de
la guerra anterior. Guerra, la segunda, que se caracterizó como
“consumo dinámico” y fue ganada por la potencia industrial de Estados
Unidos, exactamente como la Primera.
Para el Imperio Austrohúngaro la guerra representó el último
intento de contener la desintegración irresistible del complejo estatal
de la doble monarquía, minado por las fuerzas nacionalistas de las
diferentes burguesías; sólo el ejército, en una peculiar forma
compuesta austro-croata-bosnio-checa y húngara, se mantuvo firme en el
frente; al menos hasta 1918, cuando las condiciones de consumo
desproporcionado de recursos bélicos, de víveres, de la capacidad
industrial fue fatal tanto para el Imperio austríaco como para el
alemán. Y esto provocó la desintegración a lo largo de las líneas de
trincheras nacionales del ejército imperial, por primera vez en la
parte checa, y luego en la húngara. La victoria fue de la parte
industrialmente más fuerte.
A un año del estallido de la guerra, para la burguesía italiana el
pretexto de la ampliación de las fronteras nacionales condujo a una
negociación levantina del campo de alianza, a pesar de que el alto
mando austro-húngaro fue siempre claro sobre la forma en que se
determinaría y, a pesar de las dificultades relacionadas con la
intervención en el frente ruso-serbio, no dejó la planificación de la
defensa en el frente italiano. Alemania intentó una mediación
improbable.
El Tratado de Londres, con las increíbles promesas territoriales a
Italia, abrió otro frente contra los Imperios Centrales. Pero las
llanuras del frente occidental, al sur, en la frontera entre Italia y
Austria, se convirtieron en un accidentado y complejo frente montañoso
en el cual la teoría de maniobra “a lo Napoleón” y una organización del
ejército totalmente inadecuada en todos los niveles, fracasaron
miserablemente en una guerra de trincheras con una terrible falta de
preparación militar, de recursos y de armamentos que con once ofensivas
sangrientas rindieron un tributo desproporcionado de vidas humanas y
recursos materiales.
Todo por conquistas territoriales que no permitieron al ejército
italiano, conducido con criterios de implacable y criminal disciplina
en contra de sus propios soldados, lograr una ruptura estratégica del
frente enemigo. Ni en la quinta ofensiva, que permitió la conquista de
Gorizia, objetivo solo propagandístico y de ningún valor militar, ni en
la undécima, la más cercana al éxito, con la avanzada italiana en el
desolado árido altiplano de la Bainsizza, detenida con una providencial
retirada austríaca a sus posiciones mucho más defendibles y en mejores
condiciones para permitir una vigorosa y tremenda contraofensiva.
En que medida fue superior la estrategia de defensa elástica y
contraofensivas locales, se mostró en la ofensiva austro-húngara en
junio de 1916 en el frente del Altiplano de Asiago (considerado “de
Trento”) que plantó en las líneas italianas una cuña que la trágica
contraofensiva de junio de 1917, sustancialmente fallida pero
sangrienta, no pudo eliminar, pero que ni el ejército, ya no guiado por
Cadorna, logró romper hasta después del colapso del ejército
adversario.
Sustancialmente la guerra en el frente oriental, del Isonzo, se
desarrolló en cuatro fases. La primera, desde el comienzo de 1915 (el
“Mayo Radiante”) hasta el invierno de 1915-16, que mostró en cuatro
inútiles ofensivas el efectivo y extraordinario desgaste de hombres y
equipos sin ningún resultado. La segunda fase, de marzo a agosto de
1916, con la quinta ofensiva, desplegada en campo para sostener al
ejército francés comprometido en el ciclo ofensivo de Verdún, y la
sexta, con la “conquista” de Gorizia, continuó en el sistema de
desgaste como criterio estratégico. La tercera fase en
septiembre-octubre-noviembre del mismo año, en la séptima, octava y
novena ofensiva, marcó el cambio de paradigma con el concepto
cadorniano de “carga”. Suspender el esfuerzo ofensivo no significó
menos muertes, pero si más concentradas en el tiempo de duración de la
“carga”, un golpe más concentrado y decisivo contra el frente
adversario. La cuarta fase, por último, en la primavera del 17 vio la
reintroducción de la maniobra clásica (en estilo “napoleónico”) con la
décima y undécima ofensiva, solamente, esta, para permitir una
verdadera ganancia territorial y poner en crisis al ejército
austrohúngaro.
La crisis llega hasta el punto de obligar al emperador Carlo de
Asburgo a buscar la ayuda de Alemania, que intervendrá con un concepto
ofensivo estratégico completamente nuevo y letal, facilitado por una
absurda, en términos militares, disposición estratégico-defensiva del
ejército italiano.
El PCd’I y la guerra civil en Italia: Los Arditi del Pópolo
En la precedente reunión hemos descrito el nacimiento y el
desarrollo del arditismo en época de guerra y su sucesiva
reorganización; habíamos puesto en evidencia la ideología pequeña
burguesa dominante en aquel movimiento: indefinible y contradictoria,
oscilando entre la abierta reacción antiproletaria y un nacionalismo
ultraizquierdista.
La continuidad de los Arditi del Pópolo con el arditismo de guerra
fue confirmada por el mismo fundador, Argo Secondari, en la entrevista
aparecida en el “Orden Nuevo”. Los Arditi del Pópolo nacieron como una
rama de aquel movimiento y sus dirigentes durante la guerra no habían
formado parte.
Ya en noviembre de 1920, el terror fascista había caído sobre
organizaciones políticas y sindicales del proletariado y de las
administraciones comunales socialistas. Habían cometido innumerables
asesinatos de dirigentes y simples militantes, etc.; y a pesar de estos
hechos dramáticos, los Arditis no salieron con las armas a enfrentar
los fascistas. Y sin embargo después de los acontecimientos en Boloña,
su acción hubiera tenido buena resonancia y conquistado más el favor
entre las víctimas del terror blanco, cuando los socialistas
inmovilizaron al proletariado y el partido comunista todavía no había
salido a la palestra.
Al año siguiente, en enero, se distinguía el Partido Comunista con
un neto programa revolucionario e internacionalista. Aquel partido ya
en los primeros días de marzo lanzaba al proletariado las directrices
de aceptar la lucha sobre el mismo terreno que la burguesía planteaba,
respondiendo a la preparación con la preparación, a la organización con
la organización, al encuadramiento con el encuadramiento, a la
disciplina con la disciplina, con la fuerza a la fuerza, con las armas
a las armas. Y la prueba de que esto no se mostraba solamente de
palabras era la organización militar del partido preparada, que en
varias ocasiones había respondido a las armas con las armas,
defendiéndose e incluso atacando.
Así pues los Arditi del Pópolo nacieron en julio de 1921, no tanto
porque sintieran la necesidad de conjurar la violencia fascista, o
alejar la dirección comunista de la reconquista proletaria. Mas cuando
el Partido Socialista predicaba y practicaba la resignación, los Arditi
no tenían el problema de la defensa proletaria.
Los mismos fundadores de los Arditis del Pópolo confesaban que un
primer momento, el fascismo les parecía inspirado en el patriotismo y a
contener la llamada violencia roja.
Más allá de los enfrentamientos entre bandas burguesas rivales, un
solo objetivo juntaba a fascistas, arditi, Arditi del Pópolo,
danunzianos y socialistas de todas las tintes, el de impedir la
dirección del movimiento revolucionario de las masas obreras por parte
del Partido Comunista. Que algunos frente al terror blanco, predicaran
la paz y la resignación y otros la respuesta violenta no cambiaba en
absoluto sus motivos: restaurar y mantener la “paz interna”, es decir
el orden burgués.
Así que ninguna veleidad revolucionaria albergaba en los Arditi del
Pópolo, de hecho, en el caso de una decidida lucha obrera, no dudarían
en dar un fuerte apoyo al fascismo, “inspirado en el patriotismo” para
detener la violencia roja.
Los Arditi del Pópolo nacieron improvisadamente y con impresionante
rapidez, se organizaron y se extendieron en toda Italia. Se calcula que
en el verano de 1921 tenían 144 secciones con unos veinte mil miembros.
Muchos no estaban dispuestos a asumir pasivamente la violencia
fascista, e intentaron oponerse con la fuerza e impulsivamente
promovieron formaciones de secciones locales; donde se incorporaron
comunistas, republicanos, anarquistas, católicos, socialistas y sin
partido.
El que proletarios hayan adherido voluntariamente a esta
organización fue un hecho, pero no es absolutamente posible que una
estructura militar de tal magnitud pueda surgir en apenas días, por la
iniciativa de una fracción de las más devastadas de las secciones de
los Arditis de Italia, y espontáneamente se haya podido difundir y
afirmar a nivel nacional. Para realizar un aparato así era necesario
que tomara la iniciativa un organismo bien estructurado, y bien
implantado en el interior de la estructura estatal a nivel nacional.
Todo esto se mostraba pero muy sospechoso, y más sospechoso aún el
hecho que esta milicia armada, así como repentinamente surgió,
igualmente desapareció.
Pero vayamos por orden. El centro del Partido Comunista de Italia,
decidió claramente que el órgano militar del partido debía permanecer
completamente independiente de los Arditi del Pópolo, mientras luchaba
junto a ellos, como lo hacían muchas veces, cuando se enfrentaban a las
fuerzas del Fascismo y la reacción. Las razones de esta actitud eran
esencialmente prácticas, dictadas por un cuidadoso examen de la
situación y de las eventualidades que el partido se podía encontrar.
Más aún cuando se manejaban informaciones confidenciales, tomadas
por el partido de los medios a su alcance, que mostraban a esa
organización no moviéndose desde abajo, sino dirigida de un centro
político bien definido: un sector sustancial de la burguesía, del cual
Nitti era representante, quienes consideraron conveniente frenar el
fascismo, que por su enorme desarrollo amenazaba con ir más allá de los
límites que la democracia le había asignado.
Además, los objetivos de la organización de los Arditi del Pópolo
eran comunes al socialpacifismo: llegar a un gobierno que respetara la
libertad de las organizaciones proletarias sobre la base del derecho
común, evitando la etapa de la lucha contra el Estado, de hecho tomando
posición contra quien perturbara la llamada lucha civil de ideas entre
los partidos.
Entonces, si se hubiese formado un gobierno en el marco de la línea
política seguida hasta unos meses atrás por Francesco Nitti, los Arditi
del Pópolo se convertirían en una fuerza ilegal al servicio del
gobierno legal, no para controlar las fuerzas fascistas, sino para
actuar contra el proletariado cuando hubiese emprendido una acción
revolucionaria contra el estado dirigido por el gobierno de izquierda,
y posiblemente en colaboración con los socialistas.
Muy opuestos a los de los Arditi del Pópolo eran los propósitos de
los comunistas. Tendiendo a liderar la lucha proletaria hasta la
victoria revolucionaria. Los comunistas negaban (y niegan) que en el
régimen de la burguesía pueda haber una vida social normal y pacífica,
y plantean la antítesis clara entre la dictadura de la reacción
burguesa y la dictadura de la revolución proletaria.
Durante la exposición del informe, entre otros documentos
presentados, se leyó un artículo escrito por Umberto Terracini para la
publicación “Correspondance Internationale” del 31 de diciembre de
1921, titulada: “Los Arditi del Popolo, una audaz maniobra de la
burguesía italiana”. Aquí sólo podemos citarlo brevemente: “El país”
(...) El órgano de Nitti, duplicando sus ataques contra el gobierno
acusándolo de fomentar la guerra civil. Mientras tanto, el misterio de
la formación de los primeros Ardites (del Pópolo) se aclara. Finalmente
se supo que era nada más que una maniobra directa de Nitti, quien tenía
la intención de tener un movimiento antifascista, dirigido
principalmente contra Giolitti (...) por lo que no era de extrañar que
si caía Giolitti, los Arditi del Popolo se desintegraran rápidamente.
No creado para luchar contra el fascismo, sino para influir en la
opinión pública en contra de la política de Giolitti, esa era la razón
de su existencia (...) La creación de los Arditi del Popolo no era más
que una maniobra de ciertos elementos de la burguesía, interesados en
aprovechar en su favor parte de las energías proletarias despertadas
por los ataques fascistas (...) Fue la prensa burguesa quien creó la
leyenda que ponía a los Arditi del Pópolo como una organización
proletaria. Cosa que confundía con los Arditi del Pópolo, a cualquier
organización que tuviera enfrentamientos con los fascistas”.
La directiva del centro del partido era que los comunistas no
podían ni debían participar en iniciativas fuera del propio partido,
porque la preparación y la acción militar requerían una disciplina al
menos igual a la del Partido Comunista. No habría sido posible obedecer
dos disciplinas distintas, una política y otra militar. Los comunistas
por lo tanto, no podían aceptar ser dependientes de otras
organizaciones en el encuadramiento de tipo militar, ni mucho menos
político.
El encuadre militar proletario, fue justamente considerado como la
extrema y más delicada forma de organizar la lucha de clases en la que
se iba a lograr la máxima disciplina. Y esto significaba que era
estrictamente dependiente de la política del partido de clase, que por
definición aspira a enmarcar y dirigir la acción revolucionaria de las
masas. De ahí la evidente incompatibilidad.
En esos años cruciales de la primera posguerra, hubo tantos
movimientos que llegaron con el estatus de “revolucionarios” y tantos
fueron sus programas de "revolución". Pero como señaló el partido, fue
precisamente la existencia de demasiadas especies de revolucionarios lo
que hizo difícil la revolución, exigiendo un enfoque claro de la lucha.
La conclusión a la que llegó el Partido Comunista fue que todos esos
proyectos "revolucionarios" no eran más que planes para una mejor
defensa y preservación de las instituciones burguesas: introducir
modificaciones externas para permitir la existencia de contenidos
esenciales, es decir, el capitalismo y el mecanismo democrático del
Estado, es decir el parlamentarismo. Cada intento de lograr que la
atención y el esfuerzo proletario se convirtieran en convergencia en
esos programas, debía ser considerado contrarrevolucionario para los
comunistas.
El partido puso en guardia a sus militantes y al proletariado en
todo, desde la impaciencia revolucionaria, la manía de batir los récord
del extremismo, y la peligrosa tesis simplista y facilona, según la
cual para actuar rápido hace falta aceptar que todas las alianzas, sin
mirar demasiado las sutiles diferencias con los aliados temporales.
El excluir los acuerdos organizativos no les impedía desarrollar
acciones, pues las fuerzas comunistas y los Arditis del Pópolo estaban
en el mismo lado del frente de combate. Sin embargo, el partido reiteró
la necesidad de mantener el control total de sus fuerzas en el momento
que se impuso el problema revolucionario, y las alianzas del período
anterior habrían sido trágicamente rotas.
La simple acción de defender al proletariado contra la reacción no se
puede concebir como un acto del proletariado para derrocar al régimen.
Por esta razón, los comunistas se negaron categóricamente a participar
en acciones políticas de carácter “defensivo” contra los crímenes del
fascismo, y que tenían el objetivo de restaurar el “orden”. Para los
comunistas esto no era más que una farsa. Los mismos fascistas también
tenían el objetivo de “restaurar el orden”.
El Partido planteaba que el problema de la preparación
revolucionaria debía ser expuesto sobre las siguientes bases: Afianzar,
enmarcar, organizar, también militarmente, la fuerza que tienen como
objetivo mover los cimientos del Estado, pero viendo este cambio como
una antítesis entre dos eventualidades históricas: es decir la
preservación de la sociedad burguesa, democrática y reaccionaria al
mismo tiempo, o la constitución del estado proletario basado en la
dictadura de clase. Otras soluciones lanzadas por un millar de pequeños
grupos (...) solo alimentaban la confusión, tan perniciosa para la
revolución (...) La tarea específica del Partido Comunista de actuar
como un coeficiente de orientación, y enderezamiento, para asegurar la
continuidad en el pensamiento y la acción, en medio del caos de las
miles de corrientes “revolucionarias” (...) Otros podrán creer que
tienen un camino más corto. Pero no siempre el camino que parece más
fácil es el más corto, y mucho merece la revolución para creer que se
puede hacer tan de prisa. (" El Comunista", 7 de Agosto, 1921).
La revolución húngara de 1919
Continuamos la exposición del trabajo con el capítulo: La revolución de las rosas y la división de Hungría.
Contemporáneamente a la derrota en el terreno de la armada
austro-húngara de octubre de 1918, a partir de junio estallaron
numerosas huelgas en toda Hungría: en Petrozseny las minas casi
paradas, en Budapest la huelga en poco tiempo se hizo general, paros de
los tranviarios, carteros y metalúrgicos solidarizados con los
trabajadores en huelga que se niegan abiertamente a obedecer las
órdenes de las direcciones militarizadas. Amenazan a los comandantes y
oficiales de una suerte similar a la del Coronel de Pecs, que los
soldados mataron a golpes de fusil. Algunos trabajadores fueron
arrestados, y esto provoca una huelga en la cuenca carbonífera más
importante de Hungría. En seguida ante un tiroteo en un taller de los
ferrocarriles los trabajadores saquearon las oficinas y entre sus
reivindicaciones se destaca la de eliminar a los policías de los
talleres.
Con este clima en Hungría se levanta la revolución
democrático-burguesa, esencialmente pacífica. Se forma un gobierno
provisional, en un principio Carlos IV, a pesar de las protestas del
conde Karolyi, instruye a Hadik formar el gobierno, pero sólo 24 horas
más tarde, como resultado de la creciente agitación entre las tropas y
los trabajadores en Budapest –el PSDU había dado la palabra de ordenar
la huelga general en apoyo del Consejo Nacional- la situación cambia y
el Archiduque Giuseppe convoca a Karolyi para definir la transferencia
del poder de Handik el Consejo Nacional. Forman el gobierno del Partido
de la Independencia y del ’48, de tradición liberal-resurgimental y el
PSDU, a los cuales están reservados dos ministerios secundarios:
Seguridad y Comercio.
El protagonista de la revolución, una vez más, es la clase obrera,
aunque no organizada y aún sin su partido, que puede, con las masas
campesinas en el ejército, derribar el viejo poder de 4 siglos de los
Asburgo. Pese a la derrota en la guerra y en toda la nación, la
burguesía permaneció bajo las ruinas de la antigua Hungría junto todos
los estratos semifeudales. Con la derrota se vino a menos no sólo la
oportunidad para oprimir a los pueblos extranjeros, pero era totalmente
previsible que una parte significativa de la población húngara cayera
bajo la dominación extranjera. Hungría tuvo que soportar la rendición
incondicional en Villa Giusti, mientras que 47 divisiones del ejército
oriental francés están marchaban a Budapest.
Los acuerdos apenas suscritos fueron violados y los imperialismos
vencedores de la Entente repartieron los territorios históricamente
húngaros. Algunos mapas expuestos muestran cómo Hungría perdió dos
tercios de sus territorios y varios millones de magiares (húngaros) su
ciudadanía.
A principios de diciembre, tres ministros del gobierno Karolyi,
exponentes del ala moderada de su partido, intentaron con sus
dimisiones de forzar el momento para un retorno a la plataforma
original del Consejo Nacional: estaban en contra de la presencia de los
socialdemócratas en el gobierno y en contra de los consejos obreros y
de soldados, considerados organismos “bolcheviques” influenciados por
los comunistas, que estaban organizándose. El intento fallido no
encontró el apoyo esperado de los líderes militares y políticos del
régimen anterior y, sobre todo, la misión militar aliada en Budapest.
Un mes después una reorganización del Gobierno refuerza el poder de
Karolyi, el cual dimite como primer ministro para asumir el cargo de
jefe de Estado provisorio vacante en espera de las elecciones para la
Asamblea Nacional Constituyente. Los socialdemócratas llevan dos de
cuatro de sus ministros.
El informe continuó con la ilustración de los acontecimientos que llevaron al nacimiento del Partido Comunista húngaro.
Al inicio de la primera masacre mundial Bela Kun había sido enviado
al frente como oficial del ejército, y en 1916 fue capturado y retenido
por los rusos. En un campo de prisioneros se pone inmediatamente en
contacto con la organización del partido de Tomsk y se convirtió en un
miembro del partido bolchevique. Entre los prisioneros un grupo hace la
agitación contra la monarquía y la guerra, al cual Kun dio una
dirección decididamente marxista.
A finales de 1917 Kun fue a Petersburgo, donde conoció a Lenin y
otros compañeros, comenzó a escribir en “Pravda” artículos sobre la
revolución rusa, sobre el movimiento internacional, sobre ex
prisioneros de guerra, pero también sobre la clase obrera y los
campesinos húngaros. Redacta el periódico “Nemeztkozi Szocialista” y la
propaganda entre los soldados húngaros que estaban en el frente y entre
los prisioneros de guerra que se habían establecido en Rusia. Incita al
proletariado y los soldados a volver las armas contra sus opresores,
siguiendo el ejemplo de la revolución rusa, a los trabajadores a ocupar
las fábricas, a los campesinos a tomar la tierra de los terratenientes.
El 24 de marzo de 1918, siempre en Moscú, Kun y los compañeros
húngaros fundan el Grupo Húngaro del Partido Comunista Bolchevique.
Lenin en el VIII Congreso del PC(b)R a propósito de la Federación
de los grupos extranjeros dijo «Decenas de miembros de estos grupos
fueron informados sobre los proyectos fundamentales y los objetivos
políticos generales con el fin de darles una orientación indicativa.
Cientos de miles de prisioneros (...) que vuelven a Hungría, en
Alemania, en Austria han hecho que estos países estén ahora
completamente contaminados por el virus del bolchevismo. Y si se
dominan los grupos o partidos solidarios con nosotros, es gracias al
trabajo (...) de estos grupos extranjeros en Rusia, trabajo que ha sido
una de las páginas más importantes de la actividad del Partido
comunista ruso como la célula del Partido comunista mundial».
Presidente de la Federación de los grupos extranjeros y Bela Kun que,
junto con Lenin, Marchlewsky, Liebknecht y Luxemburgo firmaron el
manifiesto preparatorio del Congreso de fundación de la Tercera
Internacional.
«Los internacionalistas -ochenta, ochenta y cinco por ciento son
húngaros- combaten bien, entre decenas de miles de personas han dado su
vida por el poder soviético» dice Sergej Lazo, comandante de los
partisanos en el Lejano Oriente. Participan en numerosas batallas en la
guerra civil en todos los frentes: en el ejército a caballo de
Budyonny, en Turkestán, en Crimea, a lo largo del Volga y en Siberia.
El Grupo húngaro estaba bien organizado y estructurado: su
periódico se publicaba dos veces a la semana en treinta a cuarenta mil
copias, además de numerosos panfletos revolucionarios, con la
organización del curso de propagandistas, con los libros publicados de
la Biblioteca Comunista.
Con un artículo publicado en “Szociális forradalom” el 23 de
octubre de 1918 Bela Kun toma definitivamente distancia del Partido
Socialdemócrata Húngaro, partido en cual se había formado y había
militado desde joven, y le atacó en términos muy claros en su política
oportunista y reformista al servicio de la burguesía, de los
terratenientes y de la Iglesia en el poder contra el proletariado.
Enuncia la necesidad para la clase obrera húngara de un partido
comunista revolucionario, que verá su fundación unos días más tarde,
exactamente el 4 de noviembre de 1918 en Moscú.
En la conferencia de fundación del Partido, Kun remarca con fuerza
el hecho de «no poder colaborar con el PSDU; una colaboración de clase
sería imposible, incluso si los dirigentes del PSDU no hubieran ocupado
puestos ministeriales y no hubieran concertado compromisos con los
partidos burgueses. Nuestras reivindicaciones no podrían ser
satisfechas ni siquiera por la democracia más radical y el gobierno más
popular. No queremos de la burguesía concesiones particulares. Lo que
queremos es el poder, porque sólo su posesión proporciona los medios
para liberar al proletariado. La dictadura del proletariado existente
en Rusia por más de un año no deja más dudas al respecto (...)
«Riunita en la tarde del 4 de noviembre de 1918 en el Hotel Dresden
de Moscú, la conferencia de los comunistas originales del territorio
del antiguo Estado húngaro declara que, confirmanda la declaración de
principios contenida en el llamamiento aprobado el 25 de octubre del
año pasado, se fundó la sección húngara del Partido Comunista
Internacional. El nombre de esta sección y Partido de los Comunistas de
Hungría. Se adoptará los estatutos del Partido Comunista de Rusia. La
Conferencia declara que, en espera de la fundación de la Tercera
Internacional de la clase obrera y de la República Internacional de los
Consejos, el C.C. del PCR es considerado el representante de la clase
obrera internacional y que, para la política general, se atiene a las
resoluciones y decisiones de este Comité (...)
«Cada miembro del PCR que sea originario de Hungría dejar tan
pronto como sea posible (según las posibilidades) el territorio de la
República de los Soviet de Rusia, para ponerse al servicio de la
revolución internacional en Hungría. Se crea una oficina extranjera
(...) A los miembros del PCR húngaro se les indica transferir sus
actividades en Hungría y, de conformidad con los principios del
partido, servir a la causa de la revolución proletaria».
El 6 de noviembre de 1918 Bela Kun junto con Karoly Vantus y otros dos compañeros deja Moscú para volver a Budapest.