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La historia se repite
El capitalismo conduce a la miseria a la mayor parte de la humanidad, no porque produce poco, sino porque se ve obligado a producir demasiado. Al igual que en la Gran Depresión iniciada en 1929, la actual crisis económica del capitalismo, que ahora abarca todos los continentes, desde los EE.UU. a China, no tiene salida: la acumulación de capital se ha atascado, los trabajadores son despedidos, el desempleo se propaga.
Porque la causa de la crisis está en los mecanismos vitales del capitalismo mismo.
El mercado mundial, que hasta ahora había dispuesto de la sobreproducción, se ha hecho inaccesible para las mercancías de los más antiguos y mayores capitalismos, que han denunciado los precedentes acuerdos entre los Estados y retornando a invocar el proteccionismo y las guerras de aduanas. Se engaña a la clase obrera pretendiendo encontrar una solución en la defensa de la patria, de la nación y de su economía, o incluso solo de la propia fábrica.
La globalización de la producción, de las finanzas, del comercio, de la migración de los trabajadores, nació con el capitalismo, constituye una explosiva carga subversiva y es una ilusión reaccionaria querer detenerla, contenerla, reformarla. La negación de la globalización del capital sólo puede ser el internacionalismo comunista.
Pero el capitalismo no puede volver atrás y encerrarse dentro sus los mercados nacionales: para sobrevivir tiene que destruir al mundo. No podrá existir nunca un capitalismo sin crisis y sin guerras. Los estados burgueses de hecho cada vez más ostentan los conflictos de intereses que los dividen, que ya no lo ocultan en los ceremoniales diplomáticos. Ya se miden con las armas en el interminable conflicto sirio, pero preparan un nuevo tercer gran conflicto global que superará por mucho las terribles carnicerías de proletarios que tuvieron lugar en la Primera y Segunda Guerra.
Es inevitable, todos los gobiernos, de derecha y de izquierda, guerreristas y pacifistas, se arrojan al horno de la guerra, y arrojarán al proletariado, porque en realidad la guerra es necesaria para la clase burguesa mundial, para su conservación, ya que se dirige esencialmente contra la clase obrera y contra el comunismo.
En el transcurso de decenios de paz capitalista en los países de industrialización más antigua, a pesar de la enorme riqueza acumulada por la burguesía, la clase obrera ha visto progresivamente desaparecer las migajas de la corrupción del reformismo, del pacifismo y del “progreso” burgués y conservador, mientras que en los países de más reciente desarrollo capitalista se arrojaron en las ciudades cientos de millones de campesinos, convertidos en obreros, en la dura escuela del capitalismo, que son alineados en el ejército exterminado de la clase obrera mundial, llamada por la necesidad y las condiciones objetivas históricas a la revolución comunista.
Contra las devastaciones del envejecido y moribundo capitalismo el proletariado, para su defensa de hoy y su liberación de mañana, sólo puede contar con sus propias fuerzas, en su larga e incesante tradición de lucha, en su programa del comunismo, del cual es custodio solamente su partido. Un programa, destructor del mercantilismo y del trabajo asalariado, que esta hoy maduro y urgente ahora por todo el mundo.
La historia puede repetirse
En el mayo de un siglo atrás, mientras la Primera Guerra imperialista mundial desgarraba al proletariado europeo, en Rusia el Partido Bolchevique se preparaba a tomar la dirección de la revolución, que haría poco después derribando el Estado burgués y su gobierno, en el nombre del internacionalismo proletario, del fin inmediato de la guerra, de la reforma agraria, del comunismo mundial.
La clase obrera en todo el mundo intentó seguir ese ejemplo, pero fue después derrotada. Fue derrotada no por las fuerzas armadas del Estado burgués, sino por su cómplice, el reformismo infiltrado en el movimiento obrero.
Pero el proletariado volverá mañana a hacer sentir su voz. Se dará sus organizaciones de lucha defensiva, verdaderos sindicatos de clase con los cuales opondrá cada vez más decididas y extendidas huelgas contra la opresión patronal. Volverá a luchar intransigentemente por la defensa de sus condiciones de trabajo y de vida, contra la economía nacional, que no es otra cosa que la economía del capital, poniéndose así de inmediato en el camino que lo llevará a la destrucción de las inhumanas y anti-históricas leyes del capital.
Una incesante batalla que será una escuela de guerra social, donde aprenderá a reconocer a su partido, opuesto a todos los demás. Por medio del partido comunista la clase impondrá su perspectiva histórica a la moribunda de la clase burguesa, y tomará la dirección de toda la humanidad sufriente a través de un proceso revolucionario que, como en la Rusia de 1917 a los principios de los años veinte del siglo pasado, derrocará el poder de los Estados burgueses para instaurar su dictadura, hasta la abolición del trabajo asalariado, del dinero, de las mercancías, de la sociedad dividida en clases.
Hoy, como hace cien años, reiteramos que a la inevitable guerra del Capital la clase obrera opondrá su consigna: Revolución!
Después de la pesadilla del voto en los EE.UU. y la disección de su cadáver
Es un teorema básico marxista y evidencia histórica que a cualquiera de los actores al que toque la puesta en escena se convertirá en el hombre más impotente de la tierra y no podrá desviar un grado la órbita catastrófica marcada de aquel capitalismo.
La democracia, es decir, sus ritos orgiásticos periódicos, que desde hace un siglo sobreviven y la han sustituido, ahora es sólo una palabra mistificante que no significa nada, sino un utilísimo desvío para distraer a los trabajadores de sus problemas reales.
Antifascismo y antipopulismo son ambos formas de fascismo y de populismo. La única alternativa histórica real somos nosotros -el Partido Comunista y el movimiento de sindicatos de clase- y todos ellos juntos son ahora un solo partido de la burguesía.
Si usamos el término “post-democracia”, tomamos esto como un signo de los tiempos, pero debemos prever que la burguesía continuará obsesiva en comprometer a su aparato mediático en falsas contraposiciones y en una simulación de conflicto social, para evitar aquellos reales de clase.
Venezuela
Los CLAP: un canal de distribucion de mercancias, de populismo y de electoralismo
Desde el 2016 el gobierno burgués venezolano comenzó a impulsar los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), definiéndolos como organizaciones populares de base orientadas a combatir la inflación, a los “bachaqueros” (revendedores informales con precios especulativos) y a la “guerra económica”. Los CLAP estaban llamados, según el gobierno, a combatir la escasez y los precios especulativos de los productos de primera necesidad. Adicionalmente los CLAP debían incorporarse a la producción de bienes básicos (principalmente alimentos y productos de higiene).
El gobierno activó un conjunto de decretos para dar soporte jurídico a los CLAP y creó la Misión Abastecimiento Soberano para comenzar a controlar a las empresas productoras o importadoras de alimentos y la distribución de sus productos. Sobre la marcha se orientó que el 50% de la producción de estas empresas se destinara a los CLAP para su distribución entre la población.
De esta manera hoy la población puede acceder a una parte de los alimentos y productos de higiene y limpieza a través de los comercios privados pero también a través de los CLAP, aunque el gobierno sigue realizando operativos de venta de alimentos a cielo abierto, principalmente en el caso de los productos perecederos, que no distribuyen los CLAP.
Aunque sobre la marcha este sistema de distribución ha mostrado debilidades logísticas y de inventarios que no le han permitido llegar todavía a amplios sectores de la población y aunque se comenzó a ver como los CLAP no han escapado a las prácticas de la corrupción, el gobierno se propuso llegar a través de este mecanismo distributivo a 6 millones de familias en marzo de 2017.
Al igual que los mecanismos anteriores, dentro de los que destaca el MERCAL, los CLAP representan un simple canal de distribución de mercancías originadas en el proceso capitalista de producción y, por tanto, facilitadoras de la acumulación de capital.
El número de CLAP ha venido creciendo en la medida que se acercan las fechas de los procesos electorales del 2017 (elección de alcaldes, gobernadores, concejos municipales, consejos legislativos estadales, que probablemente se aplacen para el 2018) y del 2018 (elección del presidente de la república). De esta manera, el afianzamiento de los CLAP ha sido puesto por las fuerzas del chavismo en el centro de su táctica electoral.
Esta táctica se ve reforzada con el lanzamiento del llamado “carnet de la patria”, como supuesto instrumento para el acceso de la población a los beneficios de las diferentes misiones (programas sociales) instituidas por el gobierno burgués. De esta manera el chavismo, para mantenerse en el gobierno y enfrentar a sus opositores, se ha enfocado en reforzar el populismo y la demagogia, como lo ha hecho en el pasado, con mecanismos remozados de proselitismo y con una importante ofensiva mediática.
«Los CLAP tienen que ser la máxima expresión de la revolución económica en la base», «los CLAP deben convertirse en el bastión principal del socialismo económico territorial», son algunas de las afirmaciones del presidente de Venezuela divulgadas en los medios.
Ante la caída del salario real de los trabajadores, que disminuye su capacidad de compra de mercancías, ante las limitaciones presupuestarias del gobierno para poner dinero “suficiente” en los bolsillos de estratos empobrecidos de la población, ante el incremento acelerado de precios y la imposibilidad del gobierno de seguir subsidiando una amplia gama de productos y, por tanto, ante la amenaza de la caída de las ventas de las empresas capitalistas de los ramos de alimentación e higiene personal, el gobierno de los chavistas le presenta una solución a la burguesía, con un nuevo esquema que le garantizará la continuidad de la colocación de sus mercancías y de la acumulación de capital a través del mecanismo distributivo de los CLAP. El chavismo convirtió en un gran negocio para el empresariado la colocación de mercancías entre estratos pobres de la población y hoy esta estrategia va orientada a mantener este mercado pese al impacto de la crisis de los precios del petróleo. La producción capitalista sigue su curso y no se construye otra cosa que más capitalismo, tanto en la esfera de la producción como de la distribución.
Por supuesto que este nuevo mecanismo distributivo le permite al chavismo sacar provecho tomando la iniciativa política ante la oposición y su apuesta a que la población desvíe los votos hacia sus candidatos por el descontento ante los efectos sociales del desabastecimiento y los altos precios. El nuevo mecanismo es contextualizado con el desarrollo de una campaña mediática sobre la existencia de una guerra económica promovida desde afuera por el imperialismo norteamericano. Así mismo el chavismo construye un mecanismo de captación del voto, que se verá reforzado con el lanzamiento del carnet de la patria, que busca capitalizar todo el populismo desarrollado, a través de las llamadas “misiones”, durante sus sucesivos gobiernos. De esta manera, con este mecanismo distributivo el chavismo configura una estrategia anti crisis a favor de la burguesía (que propagandiza como estrategia a favor de los trabajadores) y a la vez una estrategia orientada a mantenerse con el control del gobierno en las elecciones presidenciales del 2018.
En la implementación de esta estrategia se han sumado los sindicatos del régimen, principalmente los afectos al chavismo, planteando la conformación de los CLAP Obreros. Se trata de incorporar a los sindicatos y “organizaciones de base” (básicamente organizaciones del chavismo) a la distribución de bolsas de alimentos y productos de higiene y limpieza en las empresas e instituciones. Con esto los patronos refuerzan el mensaje de que la solución a la caída del salario real no se resuelve con aumentos salariales al mismo ritmo de la inflación sino que debe considerarse el impacto de comprar productos por la vía de los CLAP a “precios justos”. Por esta vía se ha venido entregando productos no solo de origen nacional sino también importados de Brasil, Colombia y México.
En la empresa los CLAP se pueden convertir en un freno para la lucha de los trabajadores por aumento salarial y en una vía para el reforzamiento del sindicalismo patronal.
¿Qué se construye con los CLAP?: Un canal de distribución capitalista, basado en el intercambio mercantil a través del dinero. Los CLAP son intermediarios entre las empresas y los consumidores. Los CLAP garantizan las ventas de las mercancías producidas o importadas por empresas capitalistas.
¿Qué producción circula por los CLAP?: La producción de empresas capitalistas nacionales o extranjeras en las que los patronos (públicos o privados) se apropian de la plusvalía extraída a los trabajadores asalariados. De allí que este es un esquema de distribución que refuerza la producción capitalista y la explotación de los trabajadores.
Con el surgimiento del carnet de la patria el gobierno tiene previsto dar soporte tecnológico a su populismo y avanzar hacia una eliminación de subsidios indiscriminados que ahora, sabiendo que cuenta con menos recursos, dirigirá a los estratos sociales de menores ingresos y más predispuestos a inclinar su voto a favor del chavismo. Este soporte tecnológico también será la base de captación, control y movilización del voto en las próximas elecciones.
La organización de base de los trabajadores debe enfocarse en la lucha reivindicativa por aumento salarial sin caer en la trampa demagógica de los CLAP, ni poner atención a los llamados electoreros de ninguno de los bandos burgueses que se disputan el control del gobierno.
LOS
CONSEJOS PRODUCTIVOS DE TRABAJADORES
A través del decreto presidencial 2.535, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 41.026, de fecha 8 de noviembre de 2016, y en el marco del decreto de “Emergencia Económica” y de la “Misión Abastecimiento Soberano”, el gobierno burgués venezolano anunció la creación de los Consejos Productivos de Trabajadores (CPT).
Según el gobierno, el objeto de los CPT es «impulsar la participación de la clase obrera como sujeto protagónico, en la gestión de la actividad productiva desde las entidades de trabajo públicas y privadas, que servirán de apoyo a la Gran Misión Abastecimiento Soberano, a los fines de garantizar el acceso oportuno a bienes, alimentos, medicinas y otros productos esenciales para la vida».
Los CPT estarán conformados por tres trabajadores, un representante por la juventud, una representante de las Unión Nacional de Mujeres, un representante de la Milicia Nacional Bolivariana y un representante de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, todos designados por el gobierno (específicamente por los ministerios de la Defensa y del Trabajo). Según el gobierno «esta instancia será la encargada de realizar la revisión, aprobación, control y seguimiento de los programas y proyectos fundamentales del proceso productivo de las entidades de trabajo».
Como era de esperarse la Central Bolivariana de Trabajadores manifestó su respaldo a la nueva iniciativa del gobierno.
El gobierno burgués sigue insistiendo en someter a los trabajadores a sus planes de recuperación económica; recuperación que no es posible sin aumentar la explotación del trabajo asalariado a través de la intensificación y alargamiento de las jornadas laborales y en ambientes inseguros e insalubres. Con los CPT insisten en esta estrategia que quieren presentar como “arma” para enfrentar a empresarios que boicotean la producción y el abastecimiento de productos de primera necesidad, pero que realmente son instrumentos al servicio de los patronos y el gobierno, para recuperar los niveles de producción, frenar los conflictos y garantizar la continuidad operativa.
El presidente Maduro afirmó que «El país espera de su clase obrera todo para regularizar la economía». Pero la clase obrera más temprano que tarde deberá reencontrarse con su objetivo histórico y reanudar la lucha de clase, pero no para “regularizar la economía” capitalista sino para destruirla. La clase obrera deberá desarrollar una red de sindicatos de clase, rescatar la huelga y, bajo la dirección del Partido Comunista, tomar el control del poder, instaurar la Dictadura del Proletariado y poner en marcha el Programa Comunista. Entonces sí, la clase obrera tomará el control de la producción y del abastecimiento por sus propios intereses y no para servir a los intereses de sus explotadores.
Profundizar la lucha de los trabajadores jubilados y pensionados de los tribunales
Los trabajadores jubilados y pensionados de los tribunales (poder judicial en Venezuela) han venido incrementando su actividad de lucha reivindicativa. Las iniciativas de asambleas iniciadas en la ciudad de Valencia se extendieron por todo el país hasta realizarse una asamblea nacional el sábado 26 de enero, en Caracas, en la sede da la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM: máxima autoridad administrativa del patrón), con la asistencia de más de 200 trabajadores pensionados y jubilados. A raíz de esta asamblea el patrón convocó a reuniones denominadas “Mesas de Trabajo” para “atender” las reivindicaciones planteadas por pensionados y jubilados del poder judicial. El 31 de enero se iniciaron las reuniones con el patrón y se siguieron dando durante febrero, marzo y abril con representantes de jubilados y pensionados a nivel nacional.
Dentro de la problemática que atraviesan los trabajadores jubilados y pensionados destaca la existencia de jubilaciones cuyos montos están por debajo del salario mínimo nacional o jubilaciones que fueron mal calculadas.
Las reivindicaciones
planteadas han sido las siguientes:
1.
Aumento del bono asistencial, ya existente, y su cancelación
mensual, por el monto equivalente al bono de alimentación
establecido por el Ejecutivo Nacional.
2.
Incluir a jubilados y pensionados como beneficiarios de programas de
la DEM que dan acceso a operativos de adquisición de comida,
electrodomésticos y de otros equipos de uso indispensable.
3.
Bono por concepto de recreación para jubilados y pensionados de la
DEM y Poder Judicial.
4.
Aumento del monto de pensiones y jubilaciones de manera que sean
superiores al monto del salario mínimo y acorde con los aumentos
salariales aplicados a los trabajadores activos del poder judicial.
5.
Mayor participación de la representación de los jubilados y
pensionados del poder judicial para que puedan asistir delegados de
todos los estados del país a las reuniones de discusión de
reivindicaciones con el patrón.
6.
Incorporar en las reuniones con el patrón las exigencias referidas
a: 1) apoyo en la adquisición de medicamentos; 2) servicio médico
y consultas de emergencia u otros requerimientos de salud; 3)
atención de jubilados y pensionados con residencia en el exterior.
7.
Mejorar algunos aspectos de la Convención Colectiva discutida y
suscrita sin consulta con el sector de los jubilados y pensionados.
En las reuniones con el patrón, los representantes del movimiento de base de trabajadores jubilados y pensionados han podido darse cuenta que el patrón no tiene ni siquiera una base de datos con información sobre ellos. Las oficinas de Bienestar Social y la unidad de Pensiones y Jubilaciones de la DEM no tienen información relevante y no ayudan a los trabajadores. Los jubilados y pensionados son una molestia; una molestia sobre la que conocen muy poco y sobre la que no quieren conocer nada. El patrón capitalista del Poder Judicial a través de la DEM no se interesa por saber qué es lo que realmente necesitan los trabajadores jubilados y pensionados.
Los jubilados y pensionados son una carga de costos financieros en el presupuesto de la DEM y la desatención a este universo de trabajadores forma parte de la violencia virtual ejercida por el patrón.
La lucha de los trabajadores jubilados del poder judicial ha tenido como contexto una situación de quietismo y desmovilización de los trabajadores activos. Los trabajadores jubilados y pensionados han convocado a las asambleas a los trabajadores activos. Sin embargo la asistencia de trabajadores activos a las asambleas ha sido poca debido a la acción desmovilizadora de los tres sindicatos presentes y por el terrorismo y las amenazas del patrón.
Así mismo se concretó la firma del contrato colectivo de los trabajadores tribunalicios, siguiendo un curso burocrático signado por negociaciones prácticamente secretas entre las direcciones sindicales y el patrón, sin participación de los trabajadores y mucho menos de la representación de los trabajadores jubilados y pensionados. Los trabajadores conocieron el contenido del contrato luego de firmado y sin haber participado en el establecimiento de un pliego reivindicativo.
La lucha de los trabajadores jubilados y pensionados ha logrado mantenerse y su organización ha venido creciendo pese a las trabas impuestas por el patrón, que les cerró el acceso a las áreas de trabajo para evitar la agitación hacia los trabajadores activos.
La lucha continúa
Los trabajadores jubilados y
pensionados tienen por delante un camino de perseverancia combativa,
insistiendo en el siguiente enfoque:
-
Organización de base de los trabajadores jubilados y pensionados,
sin distingo de organización sindical a la que esté afiliado cada
trabajador.
-
Continuidad de la reunión en asambleas, manteniendo el llamado a la
incorporación de trabajadores activos.
-
Promover la revisión crítica del contrato firmado por el patrón y
los sindicaleros y establecer un pliego reivindicativo conjunto que
los unifique a todos en un Frente Unico por la Base de los
trabajadores activos, jubilados y pensionados, que permita derrotar
la división y la desmovilización impuesta por los sindicatos
actuales.
-
Impulso de la autogestión y autofinanciamiento del movimiento.
-
Contacto y acercamiento a trabajadores jubilados y pensionados del
sector público y en general, partiendo de lo local, pero impulsando
un alcance regional, nacional e internacional.
-
Impulso de la propaganda y del uso de las diferentes tecnologías
actuales de la comunicación, para el impulso de la organización y
la acción de clase.
En todo el mundo la clase obrera está afrontando la guerra económica de la burguesía, que busca detener la caída de la tasa de ganancias aumentando la explotación de los trabajadores y reduciendo costos asociados a salarios, pensiones, jubilaciones, condiciones y medio ambiente de trabajo y reivindicaciones de los asalariados. Los sindicatos actuales no impulsarán la respuesta de la clase obrera porque son socios del patrón que se encargan de desmovilizar y dividir a los trabajadores.
HUELGA GENERAL EN BRASIL
Por la reduccion de la edad de jubilacion y contra la tercerizacion
Organización y movilizacion de los trabajadores por la base
Contra la burguesia y sus politiqueros del gobierno y la oposicion
La salida a la crisis no son las elecciones ni el cambio de un gobierno burgues por otro
Por la revolucion social, la dictadura del proletariado y el comunismo
La reforma jubilatoria y la ampliación de las tercerizaciones impulsada por el gobierno brasileño a motivado la convocatoria y realización de un conjunto de movilizaciones de rechazo a esta política. Las protestas fueron convocadas por movimientos sociales y sindicatos como la Central Única de los Trabajadores (CUT, mayor unión sindical de Brasil), en su mayoría vinculados al Partido de los Trabajadores (PT), formación de los expresidentes Luiz Ignácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado y sustituida por Temer.
La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 287/2016 enviada por Temer al Congreso en diciembre pasado establece, entre otros aspectos, que tanto hombres como mujeres y trabajadores urbanos o rurales podrán retirarse solo después de cumplir 65 años de edad y tener 25 años de contribución. Ante las críticas recibidas el gobierno de Temer accedió a colocar la edad de jubilación de las mujeres en 62 años. La propuesta inicial igualaba a los trabajadores agrícolas y a los urbanos, estableciendo 65 años de edad mínima para todos, pero el Gobierno dio marcha atrás en esto. Los hombres brasileños que trabajan en el campo podrán jubilarse a los 60 años, y a los 57 años las mujeres, siempre que hayan contribuido al sistema durante al menos 15 años. Todos estos cambios buscan obtener mayor apoyo y suavizar la reforma a los ojos de las masas. Pero es evidente que el impacto en la mayor parte de la población de trabajadores asalariados sigue siendo muy alto.
Además la reforma planteada elimina las jubilaciones especiales hasta ahora vigentes para sectores como los de la educación y el agrícola, y desvincula los beneficios de la jubilación del salario mínimo.
En paralelo con la reforma de pensiones y jubilaciones y pensiones el gobierno burgués impulsa la reforma de la ley del trabajo para, entre otros aspectos, ampliar la tercerización que le permite a los empresarios reducir sus costos de mano de obra con empleos inestables y por tiempo determinado.
Los tercerizados en Brasil trabajan 3 horas más por semana y reciben un salario 25% menor que el resto de los trabajadores y permanecen 2 años y medio menos con empleo, Además comprenden el 80% de los accidentes laborales.
El desempleo en Brasil alcanza la cifra más alta desde el 2012, 13,5 millones de desempleados. En lo que va del año 2017 se ha incrementado en 225 mil en número de desempleados.
Toda la agitación desarrollada por los movimientos y centrales sindicales opositoras al gobierno de Temer apuntó a realizar un Paro General el 28 de abril, convocado con mucha propaganda y con movilizaciones orientadas a la agitación y la propaganda para propagandizar la huelga general. El 28 de abril se cumplieron 100 años de la primera huelga general brasileña.
Sin embargo los actores políticos que protagonizan esta convocatoria solo pretenden canalizar la protesta para ponerla al servicio de sus aspiraciones de retomar el control del gobierno.
La huelga general se cumplió el 28 de abril con importante participación del transporte público, trabajadores petroleros, correos, enseñanza, aeropuertos, bancarios, vigilancia, servicios públicos, aseo urbano.
Los trabajadores brasileños deben organizarse por la base y movilizarse más allá de la “huelga general” del 28 de abril, para avanzar hacia una Huelga indefinida y sin servicios mínimos, que reivindique un aumento general de salarios, la reducción de la jornada de trabajo, la reducción de la edad de jubilación y el paso de los trabajadores contratados a fijos en las empresas. Pero para que esto sea posible los trabajadores deberán romper con los politiqueros de los dos bandos burgueses que se disputan el control del gobierno, y sus llamados de convertir las elecciones presidenciales y parlamentarias en una supuesta “salida a la crisis”.
No habrá salida a la crisis capitalista en Brasil y el resto del mundo sin reanudación de la lucha de clase de los trabajadores, al margen de las convocatorias al voto en elecciones presidenciales y parlamentarias, una lucha de clase que terminarà uniendo la exigencia de reivindicaciones económicas con la lucha por el derrocamiento de la burguesía y la instauración de la Dictadura del Proletariado. Este movimiento de la clase deberá ser sintetizado, concentrado y dirigido por el Partido Comunista Internacional.
Impulsar la lucha reivindicativa sin rompehuelgas
Rompehuelgas, esquiroles, carneros, borregos, en fin, traidores y desclasados, son así llamados todos los trabajadores que no solo no participan en las acciones de lucha del movimiento obrero, sino que se pasan a las filas del enemigo (el patrón) acudiendo a su llamado de dar continuidad a la producción.
La lucha de los trabajadores
ha conocido a los rompehuelgas casi desde el surgimiento del
capitalismo. En la historia hemos visto situaciones como las
siguientes:
-
Trabajadores contratados ex
profeso por la patronal después del estallido de la huelga por
parte de los trabajadores ordinarios, con la finalidad de hacer el
trabajo que dejan de hacer los trabajadores en huelga. Para
lograrlo nunca fue suficiente que el patrón contratara
rompehuelgas sino que esto implicó choques violentos entre los
piquetes huelguistas y los rompehuelgas, con el indudable apoyo de
la policía.
-
Grupos de trabajadores de la
empresa que, bajo coacción del patrón, amenazados por perder el
empleo o por ser “empleados de confianza”, acuden al trabajo,
dando la espalda a sus compañeros en huelga. También es una
actitud asumida por trabajadores a los que el patrón les garantiza
pagar el salario suspendido a los huelguistas.
-
Grupos de trabajadores que
no participan en la huelga porque responden a la orientación de un
sindicato paralelo que se opone al sindicato que convocó la
huelga.
En cualquiera de estos casos podemos observar muchas experiencias en las que los sindicatos del régimen no solo no actúan contra los rompehuelgas sino que los apoyan.
La expresión legal del esquirolaje es la huelga con servicios mínimos. En este caso los trabajadores activan un conflicto para exigir reivindicaciones al patrón, pero manteniendo operativo a un grupo de los trabajadores, el que interviene en el desarrollo de las actividades esenciales de la empresa. De manera tal que el cumplimiento de los servicios mínimos surte el mismo efecto que el de los rompehuelgas, porque resta fuerza al movimiento en lucha y porque no golpea los intereses fundamentales del patrón. Por supuesto que, sin caer en el chantaje del patrón, ni dejarse envolver por la manipulación sensiblera de los medios de comunicación sobre estupideces como “tu derecho termina donde comienza el derecho de los demás” o “la lucha por reivindicaciones económicas no puede conducir a daños a otros sectores de la población”, los trabajadores en lucha tendrán que tomar decisiones sobre la magnitud de la paralización de actividades que alcanzarán en una huelga, sin que esto signifique la práctica o apoyo a esquiroles o rompehuelgas. Pero un movimiento de trabajadores de base con una posición de clase no mantiene operativas actividades de la empresa aduciendo como justificativo la defensa de la economía nacional, de la rentabilidad de la empresa o de la patria.
En la medida que el movimiento obrero se vaya reencontrando con la huelga como arma de lucha, en la medida que la huelga se cumpla de manera masiva, con la participación de todos o la mayoría de los trabajadores, unidos todos por la conquista de las reivindicaciones exigidas a los patronos, en esa misma medida veremos cobrar fuerza al empleo de los rompehuelgas por parte del patrón, con el apoyo del gobierno y la policía.
Un movimiento de lucha bien organizado y unido por la base, que asuma la huelga sin servicios mínimos, tiene que tener claro que deberá estar preparado para rechazar y enfrentar a los rompehuelgas.
En la medida en que se agudiza la crisis capitalista, que se incrementa el desempleo y que el hambre y la indigencia hacen surgir estratos lumpen y desclasados, se crean las condiciones para que estos estratos sociales sean reclutados por los patronos como rompehuelgas y también por los sindicatos y partidos políticos que organizan grupos de choque, “colectivos” y cabilleros que confrontan a los obreros en huelga.
Todo movimiento obrero de base, dispuesto a luchar de manera consecuente y unitaria por sus reivindicaciones, deberá prepararse para enfrentar a los rompehuelgas y a los grupos de choque que tratarán de dividirlos y retomar la producción o el servicio paralizado por la huelga.
Lo principal es impulsar la lucha reivindicativa con enfoque de clase, unidad por la base, debate asambleario y unión con otros sindicatos o movimientos de base a nivel local, regional, nacional e internacional. Los sindicatos actuales, sindicatos del régimen, no tomarán el camino de la lucha unitaria de clase. Se requerirá impulsar verdaderos sindicatos de clase que unan y organicen a los trabajadores por la base, que saquen las luchas de las paredes de una empresa y promuevan la unidad de toda la clase, de trabajadores activos, jubilados y desempleados, de los diferentes oficios y ramas de industria, por reivindicaciones comunes como la exigencia de aumento salarial o reducción de la jornada de trabajo.
Vida de partido
Reunión general del partido en Génova
24 a 25 septiembre 2016
Los temas tratados en esta
reunión fueron los siguientes:
1. La formación de la India
moderna
2. La sucesión de los modos
de producción - Roma
3. La crisis entre el Reino
Unido y la Unión Europea
4. Actividad sindical del
partido
5. La cuestión militar: en
el frente oriental
6. Evolución de la guerra en
Siria
7. Informe de los compañeros
venezolanos
8. El Partido Comunista de
Italia y los Arditi del Popolo
9. La revolución comunista
en Hungría
La reunión general de otoño del partido se llevó a cabo en nuestra sede en Génova del 23 al 25 de septiembre. También esta vez decidimos adelantar el inicio de la parte organizativa el viernes por la tarde para dar más tiempo a las exposiciones de los informes, que aumentó mucho en número.
Todo el trabajo se llevó a cabo en nuestro acostumbrado modo cerrado y ordenado y con la satisfacción de comprobar cómo nuestras pequeñas fuerzas logran, de una manera y en un ambiente sano y coherente, afrontar cuestiones, aún las más difíciles y complejas de la áspera teoría revolucionaria marxista, con el firme propósito de la defensa integral del original destructivo programa del comunismo y en el surco bien marcado por nuestros grandes Maestros.
Nuestros dialéctica materialista nos conforta en la serena certeza de que no serán las fuerzas del partido las que determinarán que la clase se dispondrá en la batalla y para el asalto y la destrucción de la fortaleza del capital, sino sólo debemos colectivamente saber ponernos en nuestra línea exacta del futuro, trazada, a su pesar, desde el desbordante gigantismo mundial del capital, que en la subida máxima y perfeccionamiento lo estrangula, sabiendo bien que sólo la presencia viva de la energía social concentrada que es el partido comunista, hará posible, en el encuentro con el movimiento de las más amplias masas, la victoria del comunismo.
Debido a que la redacción definitiva de los informes a menudo requiere más estudio y trabajo por parte de los relatores, y puesto que el espacio dado para su publicación a veces provoca retrasos, presentamos aquí para los compañeros y lectores un resumen, esquemático, pero lo más completo posible.
La sucesión de los modos de producción - Variante antigua‑clásica - Roma
Se reanudó en esta reunión el trabajo sobre el tema, pasando a estudiar la evolución en Roma de la variante antigua-clásica de la forma de producción secundaria.
El relator llamó la atención, más que en la milenaria historia romana, sobre las características fundamentales que el modo de producción esclavista ha asumido en su apogeo y colapso.
La propiedad privada, nacida de la disolución de la comunidad primitiva, en un principio no consideró el medio de producción principal de las formas precapitalistas, la tierra, pero si los bienes muebles.
Desencadenada por las diferentes condiciones geofísicas originarias, la variante antiguo-clásica, a diferencia del “inmovilismo” asiático, ya en sus albores se caracteriza por un fuerte dinamismo; una tensión intrínseca distinguida por constantes intentos de la propiedad privada de prevalecer sobre la colectiva. La estructura social deviene en una doble faceta: por un lado, los miembros de la comunidad son propietarios-trabajadores, por el otro sus relaciones recíprocas son determinadas por el hecho de ser miembros de una comunidad cuya existencia está basada en la propiedad colectiva de la tierra. Con la separación de la comunidad orgánica, la tierra se convierte en propiedad privada individual, mientras que las tierras restantes son de propiedad colectiva en la campiña pública. La preeminencia estatal fundada en el ager publicus permite a los miembros de la comunidad ser propietarios por ser ciudadanos.
Esta contraposición entre propiedad colectiva y privada desde su inicio conduce al esclavismo. La propiedad, de hecho, contiene dentro de si su propia negación, la no-propiedad, que se generalizará en el capitalismo con la extensión de la concentración de la riqueza. Los grandes propietarios sometieron progresivamente a los trabajadores parcelarios, lo que les permitió empoderarse del Estado y de usarlo como un arma para la defensa de sus intereses particulares de clase.
Para no convertirse en un esclavo el ciudadano arruinado tenía que ponerse bajo la protección de un rico, el cual mediaba su pertenencia a la comunidad; la ciudadanía evoluciona hacia una relación clientelar, anunciadora de la forma terciaria. Si el plebeyo no encuentra a quien encomendarse verá confiscarse sus bienes de manera que el expropiador podría acumular las condiciones objetivas (instrumentos y medios de producción) y subjetivas (los trabajadores) aumentando su poder sobre el Estado proporcionalmente al número de los expropiados.
Esto implica un desarrollo impetuoso de la economía monetaria y de un mercado interno nacional y un inicio del mercado internacional. Para el productor privado de propiedad de la tierra y endeudado se abre el abismo de la servidumbre por deudas. Tito Livio, narrando el período monárquico, cuenta cómo la ciudad ardía «de recíproco odio entre patricios y plebeyos, sobre todo a causa de la esclavitud por deudas» (Ab Urbe condita).
Como conclusión del informe se afirmó que una vez más fue comprobada la clásica tesis marxista que busca las causas de las guerras en el sustrato económico; las guerras romanas dejaron de ser causadas por los choques entre las comunidades-tribu por problemas demográficos y comenzaron a convertirse en acciones de conquista por la extensión de las relaciones de producción superiores a las de los pueblos atrasados, sometiendo de esta manera de forma más segura no sólo derrotados extranjeros, sino también a los plebeyos en en el país, en un proceso progresivo de expropiación.
Consecuentemente también la figura del combatiente muta drásticamente; la introducción del pago en dinero al soldado (alrededor del 403 S.C.) hace del servicio una mercancía. En el modo de producción clasista la guerra es el mayor negocio para la clase dominante, en particular para su fracción elevada; gracias a las expropiaciones podían ahorrarse el costo de la compra de la tierra; los efectos de la confiscación de enormes territorios a muchas de las comunidades de la Italia centro-meridional y su transformación en ager publicus, en gran medida se dejó a la libre ocupación de los más ricos entre los Romanos, fueron la base de los más relevantes entre los problemas económicos y sociales en el curso del siglo II A.C.
La cuestión militar - En el frente oriental
La enorme extensión del frente oriental, desde la costa de Lituania hasta las estribaciones de los Cárpatos, en territorios de diferente naturaleza, bosques, lagos, pantanos y vastas llanuras, condicionó los planes estratégicos de ambos lados, no disponiendo de hombres y medios para saturarlo, como fue el caso en el frente occidental. Algunos derivaron en una mezcla de movimientos, con ofensiva en profundidad, y guerra de trincheras. La guerra moderna ahora necesita de eficientes líneas ferroviarias para el rápido transporte de grandes cantidades de hombres y materiales y la escasez de tales líneas en el territorio ruso fue un serio impedimento para una invasión alemana en profundidad.
Rusia fue fuertemente presionada por Francia, con la que estaba ligada por un tratado militar, para abrir un vasto frente hacia el oriente con el fin de aligerar la presión alemana en el occidente. Ademas Moltke, el comandante supremo alemán, que consideraba esencial evitar una invasión de Alemania, dependiendo de la necesidad dispuso el rápido desplazamiento de divisiones enteras de un frente a otro, lo que era posible en Alemania por la extensa y eficiente red ferroviaria; por esto fue también llamada la “guerra de los trenes”. La estrategia adoptada por el comando austro-alemán, descartada la ofensiva en el territorio ruso, era la de atraer a las fuerzas rusas en un área seleccionada y allí bloquearlas con fuerzas reducidas, siendo prioritaria la victoria en el frente occidental, al que eran destinadas las mejores y más consistentes unidades.
Rusia tenía así que intervenir rápidamente en un conflicto para el cual no estaba preparada en el plano estratégico, de armamentos, de los suministros y de la logística. Fijaba primero como objetivo principal el frente con Austria-Hungría, al que habían sido destinadas a las mejores unidades y más numerosas, teniendo en breve plazo que preparar nuevos planes que incluían un ataque al sur en el frente austriaco, tanto en el norte con la invasión de Prusia oriental, donde eran escasas las fuerzas alemanas predominantemente de reservistas y grupos secundarios. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de hombres a disposición del comando ruso en Prusia estaba, sin embargo, escasamente armada, con poca munición de artillería, la caballería no tenía reservas suficientes de forrajes; no disponiendo de cables telegráficos a menudo se comunicaban claramente vía radio proporcionando así noticias importantes para los alemanes.
La ofensiva rusa partió el 17 de agosto de, 1914 en el sector septentrional de prusiano con repetidos asaltos a la bayoneta, que fueron bloqueados, con significativas pérdidas, de las escasas fuerzas alemanas, pero con artillería precisa, comandadas por el talentoso pero indisciplinado general François. Tres días después los rusos avanzaron en dos direcciones: hacia el norte y más hacia el sur en dirección a Berlín. Sin embargo, en el sector norte no persiguieron a los alemanes en retirada, por lo que no ocuparon Prusia; el comando alemán territorial ordenó el repliegue general sobre el río Vístula, dejando sin protección al sector entero. Ambos comandantes fueron removidos de sus cargos.
Los rusos el 26 de agosto reanudaron la avanzada en el sector meridional prusiano, ahora considerada más fácil, mientras tanto llegaba al comando alemán el viejo Hindenburg, reclamado desde su condición de retiro, y Ludendorff, el reciente vencedor en Bélgica. Moltke trasladó unidades desde el frente occidental, incluyendo la división de caballería más importante. La mayor batalla tuvo lugar cerca de Tannemberg, duró casi tres días y se transformó en una verdadera catástrofe para los rusos al punto que el general Samsonov se suicidó en el campo después haber ordenado la retirada general en la confusión general. Las pérdidas rusas fueron enormes: de los 192.000 rusos 50.000 perecieron en combate, los prisioneros fueron 92.000; fueron capturados otros 500 de los 624 cañones de la II Armada rusa.
Después de este inesperado triunfo al sur los alemanes se dirigieron al norte, en los lagos Masuri, donde pensaban repetirlo. El ataque fue sin embargo retardado por las defensas rusas que iniciaron un repliegue controlado de 100 km, el abandonando Prusia y más allá de la frontera Lituana del río Niemen; después de lo cual en ese sector no se produjeron hechos de armas significativos. La ofensiva rusa en Prusia se cerró con un fracaso y enormes pérdidas: cerca de un cuarto de millón de hombres y enormes cantidades de armamentos.
Enérgica y positiva fue la acción rusa en Galicia contra los austro-húngaros. La victoriosa VIII armada alemana se había desplazado hacia el sur para defender la llanura húngara, el granero del imperio vienés. Bloqueada una primera avanzada austriaca, el 18 de agosto de 1914 partió la primera y potente ofensiva del general ruso Brusilov, mientras los austriacos se dedicaban al mismo tiempo en la insensata y perdida campaña contra Serbia. El frente, que se extendía por 300 km, entre el 23 de agosto y el 11 de septiembre, avanzó hasta la conquista rusa de Leópolis y para asediar la fortaleza de Przemysl, guarnición de 120.000 hombres e importante depósito de armamentos, causando grandes pérdidas a los austrohúngaros.
Mientras que los alemanes fueron detenidos y perseguidos por los franceses en el Marne, abandonando cualquier ambición de una rápida victoria, pudieron sin embargo penetrar en las provincias polacas anexadas por Rusia desde el 700. Los austriacos, sin embargo, fueron rechazados por la Polonia rusa, en la que había penetrado y más al sur luchaban para no ser rechazados sobre la frontera de Galicia: una situación estratégica un tanto más compleja. En el sector se concentraron 1,2 millones de soldados rusos, que tuvieron 225.000 bajas entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos, contra 1 millón de austro-húngaros, que acusaron la pérdida de 300.000 hombres y 100.000 prisioneros, muchos de los cuales eran de nacionalidad decenas eslava que en decenas de miles se entregan a los rusos.
Los ataques de Hindenburg en Slesia no tuvieron el efecto esperado pero impidieron la invasión rusa de Alemania.
En los primeros diez días del mes de diciembre el comandante austriaco Conrad lanzó una ofensiva en Cracovia, en la Polonia austríaca, para estabilizar el frente antes de la llegada del invierno, que tuvo éxito también por la escasez rusa de armas y municiones, especialmente de artillería.
Gran Bretaña puso a disposición de Rusia, después de suficientes garantías financieras, la gran cantidad de material de guerra necesario a los rusos en espera de la primaveral reanudación de los combates. En abril de 1915 los rusos volvieron a ocupar la fortaleza de Przemysl y expulsaron a los austrohúngaros de las posiciones que habían conquistado.
El comando alemán, vista la precaria situación austríaca y la inminente entrada en guerra de Italia del lado de la Entente, se decidió por una potente ofensiva con todas las fuerzas disponibles, iniciada el 2 de mayo de 1915 en el sector de Gorlice-Tarnow en Galicia, concentrando a toda prisa en un frente de sólo 40 km y en 14 divisiones secretas contra las 6 rusas. La maniobra alemana fue aplastante penetrando, después de romper en dos las líneas rusas, a 150 km. Recuperaron Przemysl y Leopoli, mientras una segunda ofensiva más al norte intentaba cercar a los rusos en una bolsa, avanzar hacia Brest-Litovsk, la más importante fortaleza de la parte occidental de Rusia, y una tercera, en julio, en el río Bug y el Vístola, cerrando toda salida.
Para evitar el cerco los rusos tuvieron que retirarse oponiendo una muy desastrosa contraofensiva, perdiendo Brest-Litovsk y Varsovia. Mientras que los alemanes más al norte se acercaban a Riga, los austriacos, luego de la entrada en guerra de Rumania, al sur llegaron a Tarnopol al amparo de la frontera con Rusia.
En esta “Gran Retirada” el ejército zarista perdió cerca de la mitad de sus efectivos, especialmente oficiales expertos, abandonaron cerca de 500.000 kilómetros cuadrados de territorio; adoptaron tras de si la táctica de tierra arrasada con la evacuación forzosa de toda la población residente.
Con dificultad llegaban los suministros requeridos por lo que los generales Alekseev y Brusílov tardaron meses en reorganizar las tropas para una contraofensiva general. Esta empleó 600.000 hombres en un ataque que partió el 4 de junio de la zona pantanosa de Bucovina. En un frente de 350 km alcanzó los objetivos y en sólo 8 días capturó cerca de 3.000 oficiales austríacos, 190.000 soldados, cientos de cañones, 700.000 a metralladoras: un tercio de las fuerzas adversarias; algunos días después los rusos entraron a Czernowitz, la ciudad más oriental de Austria-Hungría.
Pero los rusos no pudieron de sacar el máximo provecho de este éxito en la ofensiva, una de las más sangrientas de la guerra, porque también ellos habían sufrido grandes pérdidas y porque habrían alejado demasiado de las bases de suministro, mal asociado al mal estado de las vías férreas. La orden directa del Zar obligó a los otros generales a aprovisionar a Brusílov con su material. La avanzada rusa se detuvo en la cadena de los Cárpatos sea por la grave situación de las vías férreas o sea por las continuas deserciones masivas: al inicio del conflicto las pérdidas rusas habrían sido de no menos de 5 millones de hombres.
Hindenburg asumió el comando de todas las fuerzas de los Imperios Centrales después de la entrada en guerra de Bulgaria, mientras que Rumania, con la Entente, en 1916 fue derrotada y ocupada en breve tiempo por los alemanes.
Cambiar la guerra en los mares cuya prioridad, especialmente para los alemanes, ahora es hundir los convoyes de suministros a los Estados de la Entente, principalmente los de EE.UU. y Canadá. Los EE.UU., hasta ahora neutrales, después del continuo hundimiento de sus naves por los submarinos alemanes, eligieron el momento oportuno, declarando la guerra a Alemania.
En todos los países beligerantes la escasez de alimentos se hacía sentir, sobre los civiles y los militares, y aumentaban los motines y las deserciones, castigadas con fusilamientos y aniquilación de miles, sobretodo en 1917.
En Rusia la situación era más dramática ya fuera por la escasez de alimentos, debida también a la evacuación en las campañas de mano de obra masculina, o fuera por la falta de materias primas y piezas de repuesto en la industria. El número de huelgas aumentó rápidamente; en Petrogrado el 18 de febrero de 1917 se inició una gran huelga en las oficinas militarizados Putílov en la cual los participantes fueron golpeados por los destacamentos de la policía y el ejército.
El 27 de febrero un destacamento de soldados se niega a disparar a los manifestantes, se pone de su lado y dispara contra sus comandantes: es el comienzo de la revolución. El 15 de marzo el Zar dimite y nace el gobierno burgués moderado de Kerenski que, a pesar de las promesas, continúa la guerra y ordena a Brusilov una ofensiva en Galicia.
Esta, después de un éxito inicial, se transforma en fracaso. Los rusos no fueron sin embargo perseguidos por los austro-húngaros por temor a que las tropas se contagien del espíritu revolucionario. Aumenta el número de tropas rusas que abandonan las armas.
El 7 de noviembre de 1917 los bolcheviques asumen el poder y solicitan el armisticio con Alemania; inician los complejos preparativos para la paz, firmada en Brest-Litovsk sólo el 3 de marzo de 1918 con una consistente pérdida rusa de territorios, población y minas de carbón.
Cerrado en el frente oriental, Luddendorf podía transferir esas tropas al frente occidental y el italiano.
El ejército zarista no fue derrotado por el enemigo exterior sino desde el interior por la revolución.
El Partido Comunista de Italia y la guerra civil en Italia – Los Arditis del Popolo (Los Osados del Pueblo)
Prosiguiendo el informe sobre la guerra civil en Italia durante la primera posguerra, y la intervención en ella del Partido Comunista, el relator abordó el tema de los “Arditis del Popolo”, refiriéndose primero a la historia del “Arditismo” en la guerra y después en la posguerra, esbozando la composición y la extrema volubilidad ideológica, propias de las clases medias.
Los Arditi fueron un cuerpo especial formado en 1917. Desde la entrada de Italia en la guerra se había planteado el problema de constituir un destacamento de soldados motivados, voluntarios, “que despreciaran el peligro”, preparados para las “gestas heroicas”, en resumen los mas corajudos, o mejor “los Arditi”. La organización de los “Arditi” se desarrolló dando a las secciones de asalto un carácter independiente del resto de la tropa, que determinó un elevado espíritu de cuerpo y una actitud de superioridad respecto al resto del ejército.
El Comando Supremo estableció que la incorporación a las secciones de los “Arditi” fuese de un carácter estrictamente voluntario, y se concedía la adhesión apenas después de una pregunta espontanea de los militares encargados. La composición de estos batallones era sobre todo heterogénea, se encontraba toda una variedad de tropa, desde exaltados activistas, de los más bajos reaccionarios a sedicentes revolucionarios, quienes estaban convencidos de participar en una “Guerra revolucionaria”. La vida y el espíritu del arditismo hizo también que muchos exconvictos y delincuentes comunes se enrolaran.
Las indiscutibles acciones de valor y una hábil propaganda manipulada por la jefatura, crearon el mito de los “Arditi”, su invencibilidad, heroísmo, valor ante la muerte, etc.
Pero terminada la guerra, también terminaba la vida “heroica”. El 4 de noviembre de 1918 fue un día de luto para los “Arditi”, la paz había representado para ellos un futuro lleno de incertidumbre.
Hubo entre sus componentes la convicción de representar una aristocracia militar, que había conseguido la victoria y a la cual la nación entera debía consideraciones. Esta convicción contribuyó a alimentar una serie de rencores, un poco contra todos: En primer lugar contra el bolchevismo, negador de la patria y contra los socialistas que se habían opuesto a la “Guerra revolucionaria”; por la misma razón contra los ligados al clero, después contra los agazapados, los farsantes, los partidos democráticos, los aprovechadores de la guerra, el canibalismo capitalista explotador, etc.
Con la convicción de tener derecho a los privilegios como masa de soldados desmovilizados, el 1ro. de enero de 1919 en Roma se fundó la Associazione Arditi d’Italia, y el 19 de los corrientes nacía la sección de Milán.
Inmediatamente el Estado pensó que una organización así podía continuar y serle útil para mantener el orden social, amenazado por el bolchevismo. El general Caviglia, entonces ministro de guerra, escribía: «En el momento político turbio que estaba atravesando Italia, ellos constituían una fuerza útil en las manos del gobierno, más cuando eran temidos por su tendencia a las acciones rápidas y violentas».
Y también el fundador de la Asociación había escrito: «Este enemigo no es solo alemán […] es también italiano […] Nuestro puñal es hecho para matar a los monstruos externos como a los internos, que amenazan nuestra patria». Y esto basta para mostrar la función del “Arditismo” post-bélico.
Esta masa humana, proveniente de todas las clases y subclases, al tiempo que expresaba resentimientos y un descontento generalizado, estaba imposibilitada de darse un programa, y oscilaba confusamente entre consignas de orden, extremistas y pseudorrevolucionarias.
El 10 de noviembre de 1918, en ocasión de la celebración de la victoria, se dio en Milán el primer encuentro oficial entre los “Arditi” y Mussolini, durante el cual ambas partes expresaron un objetivo común. Cuando el 23 de marzo de 1919 Mussolini constituía los Fascistas de Combate, la reunión de la Plaza San Sepulcro fue presidida por el capitán de los “Arditi” Ferruccio Vecchi. Fueron siempre los “Arditi” quienes en numerosas ciudades de Italia, fundaron los primeros grupos fascistas.
El 15 de abril de 1919 en Milan los “Arditi” asaltaron y destrozaron “L’Avanti”, cosa que desde aquel momento en adelante siempre se repetirá. El cordón militar colocado por el Estado para defender al diario socialista, permitió libre acceso de los agresores.
Mussolini desde “El Pueblo de Italia”, periódico fascista, exaltó la acción de los “Arditi”, y el general Caviglia encargado de la investigación de los hechos de Milán, más bien alabó a los responsables del acto.
Después del 15 de abril la violencia de los “Arditi” se multiplicó y se extendió en gran parte de Italia. Los industriales habían entendido que podían usarlos como guardias blancos contra el proletariado, y los “Arditi” comprendieron que al servicio de los industriales podían tener dinero a voluntad. Como solía decir el prefecto de Milán «Era un continuo expolio de dinero a la burguesía, que en la esperanza de tener garantías, continuamente suministraba los medios para la Asociación».
Gracias a estas “ayudas generosas”, la asociación de los “Arditi” consiguió un extraordinario desarrollo en apenas tres meses después de su constitución, unos diez mil inscritos.
Al mismo tiempo, se trataba de hacer más y más manifiesta la división entre la derecha y la izquierda de este movimiento, desordenado y caótico, reaccionario de hecho, que tergiversaba abusivamente planteamientos revolucionarios.
En una circular de Caviglia, éste declaraba la intención de utilizar los “Arditi” “en el servicio que actualmente realizan las tropas”, o sea en una clara función de represión antiproletaria. A esto se opuso una parte sustancial de la organización, declarando no querer transformarse en policías o esbirros gubernamentales. No solo Mario Carli fundador de la Asociación, publicaron artículos que hacían una explícita invitación a colaborar con el Partido Socialista, para luchar «Contra las actuales clases dirigentes, mezquinas, incapaces y deshonestas. Llámense burguesía, plutocracia o canibalismo parlamentario». A este seguían otros escritos tendentes a formar una lucha común entre el “Arditismo” y aquel socialismo que no fuese antinacional.
En nombre de la “Victoria mutilada”, estaba en pleno desarrollo la campaña por “Fiume italiana” (ahora Rijeka; ciudad “irredenta” hasta 1924, cuando paso a ser italiana oficialmente; luego, en 1947, paso a jurisdicción de la antigua Yugoeslavia, y actualmente territorio croata). En la noche del 12 de septiembre de 1919, Gabriele D’Annunzio se trasladó rápidamente con alrededor de un millar “legionarios” en camiones a Fiume. Toda la Venecia Guilia y la frontera con Trieste fueron tomadas a la fuerza por el ejército italiano. Los “legionarios” pasaron sin dificultad junto a los batallones fiuminenses, que habían venido al encuentro para pararlos en la línea de armisticio; y quienes se hicieron cargo luego de la situación. La aventura de Fiume se cerró más tarde en la noche de entre el 24 y el 25 de diciembre de 1920, cuando la ciudad fue atacada por las tropas reales. Herido por algunos escombros, producto de dos cañonazos de la flota italiana contra la fachada del palacio de gobierno, D’Annunzio dejó Fiume, y la ciudad quedó bajo el control del ejército italiano.
A la acción de Fiume se le intentó dar una connotación de izquierda, e incluso “soviética”. El anarco-sindicalista Alceste De Ambris, durante la ocupación y después, representó el brazo derecho de D’Annunzio, quien no dudó en declararse anarquista. Otro factor importante que contribuyó a la formación de esta leyenda fue la estrecha solidaridad y cooperación que se había establecido entre el “poeta soldado” y el jefe del sindicato de los trabajadores del mar Giulietti. El proyecto dannunziano de hacer de Fiume el punto de partida para marchar a Roma cuajó, que era compartido por Giuletti e importantes sectores anarquistas, con la adhesión del mismo Malatesta (ideologo anarquista italiano, 1853-1932).
Mientras el fascismo abandonaba su fraseología pseudo-revolucionaria y se ponía separadamente al servicio de la reacción, el movimiento de los “Arditi” parecía querer ponerse en una posición de izquierda, haciéndose defensor de las “justas” reivindicaciones de los trabajadores.
Sin embargo, una grave crisis golpeó al movimiento debido a la deserción de sus integrantes, que dependiendo de lo que creían que eran sus intereses personales se incorporaron al fascismo o al “dannunzianismo”. Así se trató de salvar el destino del movimiento, es decir asociándolo al nombre prestigioso de D’Anunnzio, quien fue nominado jefe honorario. Y así aceptando la ayuda financiera proveniente de Mussolini. Esto ayudó mucho a “recomponer” las divergencias entre fascistas y arditistas. A finales de mayo de 1920, en el segundo congreso nacional fascista, los “Arditi” se pusieron al lado de estos.
Por su parte D’Annunzio en enero de 1921, fundaba la Federación Nacional de Legionarios de Fiume, que prohibía a sus inscritos estar adheridos a los fascistas y se presentaba como defensora de las “justas” reivindicaciones de los trabajadores.
Nuestro partido no se dejó seducir por esas posiciones erráticas y de muy dudosa sinceridad; en el órgano del Partido, “El Comunista” del 20 de febrero de 1921, se clarificaba: «Nosotros vemos en la polémica entre legionarios y fascistas una preocupación solamente táctica. Los unos y los otros tienen el mismo fin […] El proletariado comunista se encontrará después combatiendo contra un enemigo de doble aspecto […] El fascismo y el fiumenismo son organizaciones celulares de la contrarrevolución, incluso pese a las aparentes diferencias entre las dos tendencias». Y todavía el 3 de marzo: «Mañana nosotros tendremos en la trinchera opuesta, a los socialdemócratas, a los fascistas, a la guardia blanca, y también a los legionarios, quienes no podrán permanecer neutrales en el duelo entre las clases enemigas, pues le harían un desplante a la burguesía de la que también forman parte, y como ella también sienten que defienden la vida y la historia».
Del 13 al 14 de marzo de 1921 los “Arditi” tuvieron en Milán su primer congreso nacional, donde aprobaron un orden del día que afirmaba que los “Arditi” en su accionar se regirían por los «postulados fascistas, que en la nueva organización de los partidos políticos de posguerra, se veían más comprometidos en la renovación de la nación, y en la consolidación contra los ataques de un internacionalismo de marca plenamente extranjero».
En ocasión de las elecciones de 1921, junto a los fascistas, los “Arditi” se adhirieron a los Bloques Nacionales Giolittianos. Al contrario D’Annunzio se negó a participar en las 30 candidaturas ofrecidas. Y aun más, prohibió a los legionarios participar en estos comicios.
La crisis entre el arditismo y el fascismo se produjo en el curso del primer Consejo Nacional de la Associazione Arditi d’Italia, que ocurrió en Roma el 29 de junio. El nuevo orden del día, aprobado en los acuerdos, declaraba tomar como programa la Constitución del Carnaro (Carta del Carnaro). Y de no reconocer a otro líder que no sea Gabriele D’Annunzio. Se invitaban «Por tanto a los “Arditi” que formaban parte de los fascistas italianos de combate, a renunciar; claro en un tiempo prudencial para no trastocar la disciplina de esa organización».
A partir de estos signos es evidente que el arditismo como movimiento, sin hablar de sus miembros particulares, oscilaba constantemente entre dos demagogos antagonistas, Mussolini y D’Annunzio, y entre una práctica antiproletaria con ambiciones personales “revolucionarias” de izquierda, secundando la impotencia programática de las clases medias.
Aquí podemos anticipar que los “Arditi del Popolo”, lo cual será tratado en el siguiente informe, no representaban una división de una división dentro de la Asociación de Arditi, y que su confusa ideología no tenía nada nuevo ni característico, y que en el corto período de existencia, fueron sin duda -aunque tal vez sin el conocimiento de algunos de sus militantes- instrumento de poder burgués.
* * *
Venezuela, 4 de marzo 2017
Reunion Regional del Partito
Se cumplió la reunión regional del partido en Venezuela con la asistencia de la casi totalidad de la militancia.
Puntos tratados en esta reunión:
1. - Informe de reunión del partido en Florencia
El compañero que asistió a la reunión general presentó su informe de la reunión realizada en Florencia del 27 al 29 de enero.
La reunión se cumplió con éxito, buena planificación y orden. En la reunión se presentó informe sobre las luchas de los trabajadores en Venezuela.
Además de narrar la
importante experiencia del contacto con camaradas de diferentes
regiones del mundo y de asistir a varias reuniones de sección, el
camarada asistente indicó que pudo recibir orientaciones y
recomendaciones para mejorar nuestro trabajo en las regiones de
habla hispana. Destacando:
Realizar
informe sobre la devaluación de la moneda en Venezuela.
Desarrollar
más información y propaganda sobre diferentes países de habla
hispana con énfasis en México.
2. - Lectura de texto “Partido y Acción de Clase”
3. - Informe de situación de la lucha reivindicativa de los trabajadores tribunalicios
Los trabajadores jubilados y pensionados de los tribunales (poder judicial en Venezuela) han venido incrementando su actividad de lucha reivindicativa. Las iniciativas de asambleas iniciadas en la ciudad de Valencia se han ido extendiendo por todo el país hasta realizarse una asamblea nacional el sábado 26 de enero, en Caracas, en la sede da la Dirección Ejecutiva de la Magistratura (máxima autoridad administrativa del patrón), con la asistencia de más de 200 trabajadores pensionados y jubilados. A raíz de esta asamblea el patrón convocó a reuniones denominadas “Mesas de Trabajo” para “atender” las reivindicaciones planteadas por pensionados y jubilados del poder judicial. El 31 de enero se iniciaron las reuniones con el patrón y se siguieron dando durante febrero y marzo con representantes de jubilados y pensionados a nivel nacional.
Las reivindicaciones
planteadas han sido las siguientes:
-
Aumento
del bono asistencial, ya existente, y su cancelación mensual, por
el monto equivalente al bono de alimentación establecido por el
Ejecutivo Nacional.
- Incluir
a jubilados y pensionados como beneficiarios de programas de la DEM
que dan acceso a operativos de adquisición de comida,
electrodomésticos y de otros equipos de uso indispensable.
- Bono
por concepto de recreación para jubilados y pensionados de la DEM
y Poder Judicial.
- Aumento
del monto de pensiones y jubilaciones de manera que sean superiores
al monto del salario mínimo y acorde con los aumentos salariales
aplicados a los trabajadores activos del poder judicial.
- Mayor
participación de la representación de los jubilados y pensionados
del poder judicial para que puedan asistir delegados de todos los
estados del país.
- Incorporar
en las reuniones con el patrón las exigencias referidas a: 1)
apoyo en la adquisición de medicamentos; 2) servicio médico y
consultas de emergencia u otros requerimientos de salud; 3)
atención de jubilados y pensionados con residencia en el exterior.
- Mejorar
algunos aspectos de la Convención Colectiva discutida y suscrita
sin consulta con el sector de los jubilados y pensionados.
Aspectos relevantes de esta lucha
Nuestras orientaciones lograron aceptación entre la masa, que terminó asumiendo la realización de asambleas en los diferentes centros de trabajo a nivel nacional.
En las asambleas realizadas se ha convocado a los trabajadores activos y se ha logrado su asistencia. Sin embargo la asistencia de trabajadores activos a las asambleas ha sido poca debido a la acción desmovilizadora de los tres sindicatos presentes y por el terrorismo y las amenazas del patrón.
Una de las formas a través de las cuales el patrón estuvo saboteando las asambleas convocadas fue realizando operativos de entregas de bolsas de comida en esa misma fecha.
Aunque se han venido utilizando los centros de trabajo para las asambleas, la tendencia es que el patrón no las seguirá permitiendo y se tendrán que realizar fuera de las instalaciones de los tribunales. Esto limitará la agitación hacia los trabajadores activos. Sin embargo se seguirá convocando a los trabajadores activos.
La firma del contrato de los trabajadores activos sigue un curso burocrático signado por negociaciones prácticamente secretas entre las direcciones sindicales y el patrón, sin participación de los trabajadores. De manera extraoficial circula información de que el contrato ya está firmado por las partes. En todo caso los trabajadores van a conocer el contenido del contrato luego de firmado y sin haber participado en el establecimiento de un pliego reivindicativo.
Dada la experiencia vivida con el uso de redes sociales para la convocatoria de asambleas y divulgación de lineamientos, se considera importante que se sistematice el uso de las aplicaciones de mensajería de texto y de redes sociales en la lucha reivindicativa con movimientos de trabajadores de base. Esto implica que este movimiento de base se organice para fortalecer el uso de estas herramientas de comunicación.
Es importante perseverar en la organización del movimiento sin dar espacio a divisiones por la afiliación de trabajadores a uno u otro sindicato. Se deberá perseverar en convocar a la unidad por la base sin distingo de organización sindical a la que esté afiliado el trabajador.
4. - Revisión de texto “Los CLAP”
5. - Revisión de texto “Impulsar la lucha reivindicativa sin rompehuelgas”
6. - Organización, propaganda y finanzas
Partido y accion de clase
(“Rassegna Comunista”, n. 4, 31 de mayo de 1921)
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